El Alquimista
Enviado por thexamuko • 3 de Septiembre de 2012 • 359 Palabras (2 Páginas) • 293 Visitas
-des culparla. Pero andarás muchas noches por las arenas del desierto y paseando entre las palmeras, pensando que tal vez pudiste haber seguido adelante y haber confiado más en tu amor por Fátima. Porque lo que te retuvo en el oasis fue tu propio miedo a no volver nunca. Y, a esta altura, las señales te indicarán que tu tesoro está enterrado para siempre.
>>El cuarto año, las señales te abandonarán, porque tú no quisiste oírlas. Los Jefes Tribales lo sabrán, y serás destituido del Consejo. Entonces serás un rico comerciante con muchos camellos y muchas mercancías. Pero pasarás el resto de tus días vagando entre las palmeras y el desierto, sabiendo que no cumpliste con tu Leyenda Personal y ahora es demasiado tarde para ello.
>>Sin comprender jamás que el Amor nunca impide a un hombre seguir su Leyenda Personal. Cuando esto sucede, es porque no era el verdadero Amor, aquel que habla el lenguaje del Amor.
El alquimista deshizo el círculo en el suelo, y la serpiente corrió y desapareció entre las piedras. El muchacho se acordaba del mercader de cristales, que siempre quiso ir a la Meca, y del Inglés, que buscaba un Alquimista. Se acordaba también de una mujer que confió en el desierto y un día el desierto le trajo a la persona a quien deseaba amar.
Montaron en sus caballos y esta vez fue el muchacho quien siguió al Alquimista. El viento traía los ruidos del oasis y él intentaba identificar la voz de Fátima. Aquel día no había ido al pozo a causa de la batalla.
Pero esta noche, mientras miraban a una serpiente dentro de un círculo, el extraño caballero con su halcón en el hombro había hablado de amor y de tesoros, delas mujeres del desierto y de su Leyenda personal.
-Iré contigo-dio el muchacho. E inmediatamente sintió paz en su corazón.
-Partiremos mañana, antes de que amanezca- fue la única respuesta del Alquimista.
El muchacho pasó toda la noche despierto. Dos horas antes del amanecer, despertó a uno de los chicos que dormía en su tien-
...