El Si De Las ñinas
Enviado por flaviadeza • 6 de Noviembre de 2014 • 558 Palabras (3 Páginas) • 166 Visitas
Autor:
Poeta, dramaturgo y erudito, que nace en Madrid el 10 de marzo de 1.760. Fue hijo de Nicolás
Fernández de Moratín, el más famoso de todos los neoclásicos hispanos. De carácter retraído y tímido,
tal vez por su rostro picado de viruela, fue un profundo observador, lo que junto con la sólida cultura
recibida le permitió iniciarse y expresarse en la poesía. Se enamoró de una joven, Paquita Muñoz, pero
no se decidió al matrimonio (a veces se cree que el sí de las niñas lo escribió por su amor con Paquita).
Protegido por Cabarrús, Godoy, y Jovellanos, viajó por Europa, y concretamente por Francia e
Inglaterra.
Es muy compleja la personalidad de Moratín: inteligente, burlón, sensual y desamorado por egoísmo.
Contó con grandes enemigos pero al mismo tiempo con amigos fieles. Fue afrancesado porque pensó
que José Bonaparte podía traer la modernización a España, a la que tanto amó. Atravesó momentos
críticos y tuvo que huir a Francia. A su vuelta, ve como triunfan sus comedias en escena, mientras
preparaba la edición completa de sus obras. Muere en un viaje que hizo a Francia, en París, el 21 de
julio de 1.828.
Obras:
Cultivó la poesía en dos vertientes principales: la satírica y la lírica. En la primera, es notable su sátira
contra los vicios introducidos en la poesía española, donde propugna su permanente ideal neoclásico.
Como lírico, es uno de los más notables de aquel siglo. En sus versos, por debajo de la frialdad
neoclásica, se perciben latidos verdaderos y hondos. Destacan, entre sus poemas, los titulados A
Claudio, A don Rodrigo Simón Laso, A Jovellanos, A los colegiales de San Clemente de Bolonia, Elegía
a las musas, La despedida, etc., en los que denotaba una dulzura sentimental nada neoclásica. Estos
poemas fueron publicados cuando tenía 20 años, con corte clásico y con sello personal, melancólico,
prerromántico.
Es el principal autor dramático de la escuela neoclásica española. Sólo escribió cinco comedias, que se
caracterizan por el total sometimiento a las reglas, por su doble finalidad de deleite e instrucción moral,
por la verosimilitud de sus argumentos. No compuso tragedias, que juzgaba incompatibles con su
carácter; prefirió los temas ordinarios de la vida doméstica, para adoctrinar o satirizar. En el teatro se
inició con éxito aún mayor que en la poesía. Estrenó El viejo y la niña (1.790) en la que planteó el
problema de la felicidad matrimonial cuando los cónyuges no se aman ni son de parecida edad. Tema
semejante trató en la más famosa de sus obras, El sí de las niñas, (1.806), uno de los mejores logros del
siglo XVIII, técnicamente perfecta, fina en el desarrollo de la psicología de
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