Historias de asesinos
Enviado por Hectorpichardo • 29 de Junio de 2011 • Biografía • 3.936 Palabras (16 Páginas) • 902 Visitas
El primer atentado serio ocurrió el 29 de Julio de 1976 cuando a eso de la 1 a.m. Donna Lauria de 18 y Jody Valenti de 19 platicaban dentro del auto de la primera, justo frente a su casa. Ya estaban despidiéndose cuando un sujeto se acercó al automóvil, sacó un arma de una bolsa que traía en la mano y disparó cinco tiros. Donna fue alcanzada en un brazo y el cuello. A pesar de que fue asistida por su padre Mike Lauria, llegó muerta al hospital. Jody solamente recibió un balazo en la pierna. Los vecinos informaron de la presencia de un auto color amarillo que desapareció antes que llegara la policía. La descripción del atacante era la de un hombre blanco de cabello rizado de alrededor de 30 años. La policía pensó que se trató de una vendetta de la mafia, además las balas correspondían a un revolver calibre .44 arma específicamente usado para matar personas.
Carl Denaro
Luego el 23 de Octubre de 1976 tocó el turno de ser atacada a la pareja integrada por Carl Denaro y Rosemary Keenan. Ambos habían salido de un bar a eso de las 2.30 a.m. y habían aparcado su VW rojo en una calle solitaria de Queens cuando Berkowitz apareció y confundió a Denaro con una mujer pues este llevaba el cabello hasta el hombro. De los cinco tiros únicamente uno hizo blanco detrás de su cabeza. Afortunadamente sobrevivió requiriendo una placa metálica para sustituir el hueso perdido. La señorita Keenan resultó ilesa.
Donna DeMasi
Joanne Lomino
Las siguientes personas en enfrentar la furia del asesino fueron las señoritas Donna DeMasi y Joanne Lomino. Ambas platicaban sentadas en el pórtico de la casa de Joanne cuando Berkowitz cruzó la calle dirigiéndose hacia ellas. Al parecer el sujeto buscaba una dirección y así se acercó para acto seguido sacar un arma de entre sus ropas. Apenas alcanzaron voltearse hacia la puerta de la casa cuando fueron alcanzadas por los balazos. Ambas recibieron impactos en la espalda, sin embargo Joanne fue quien quedó gravemente herida en la médula espinal y a la postre quedó confinada a una silla de ruedas. Las heridas de Donna no fueron de gravedad. A pesar de que las descripciones del asesino no concordaron entre los diferentes testigos consultados, la policía creyó que el atacante pudo haber sido el mismo del episodio de Lauria y Valenti.
Christine Freund
John Diel
El 29 de Enero de 1977 John Diel y Christine Freund acaban de salir de un bar a media noche y estaban dentro de su vehículo cuando fueron sorprendidos por un estruendo que rompió el cristal de la ventana. Al instante, Diel que no fue herido por la detonación, vio a su novia malherida con un balazo en la cabeza. Freund murió horas mas tarde en el hospital. Aunque la policía detectó la conexión entre los tiroteos recientes y el hecho de encontrar nuevamente balas calibre .44 el hecho de que las descripciones del asaltante difirieran los detuvo de declarar que se tenía un asesino serial acechando la ciudad.
Revolver calibre .44 del tipo usado por Berkowitz
La siguiente en hallar su destino a manos de Berkowitz fue la señorita Virginia Voskerichian. El 8 de Marzo de 1977 al regresar a casa se topó en la calle con Berkowitz y al cruzarse y sin mediar palabra ni acto previo este sacó su pistola y le disparó en la cabeza matándola instantáneamente. Este ataque sin sentido, fue unido a la serie de anteriores episodios básicamente con la evidencia de las balas calibre .44 Entonces la policía de Nueva York decidió armar una fuerza de tarea para atrapar al asesino. Nombrado Operación Omega el grupo fue anunciado el 14 de Abril de 1977 y fue dirigido por el inspector Timothy J. Dowd.
Valentina Suriani y Alexander Esau
El siguiente golpe ocurrió el 17 de Abril de 1977 contra otra pareja. Ellos se llamaban Valentina Suriani y el Alexander Esau ambos muy jóvenes, de 18 y 20 años respectivamente. La hora de su muerte los ocupaba sentados en su automóvil a las 3 de la mañana aparcados en la Av. Hutchinson River. Entonces otro auto se emparejó al de ellos y de ahí el conductor les disparo dos veces a ambos. Ella murió en el lugar y él poco después en el hospital. La policía que ya temía este golpe, encontró algo nuevo esta vez. El atacante había dejado una carta en la escena del crimen dirigida al capitán de la policía, el comandante Borelli. Ahora las autoridades sabían que luchaban contra un psicópata peligroso, que se hacía llamar "El Hijo de Sam" a quien los psicólogos consultados detectaron se trataba de un esquizofrénico y paranoico.
Psicólogos forenses analizaron acuciosamente la carta y determinaron que el tirador era un esquizofrénico que consideraba estar poseído por una entidad demoníaca. Asimismo se trataba de una persona extremadamente solitaria y que seguramente tenía mucha dificultad para establecer relaciones, más que nada con las mujeres. Publicada esta información pronto la fuerza de tarea se vio inundada de la clásica marea de informaciones y pistas falsas que gente bien intencionada comenzó a mandar. Curiosamente todos parecían conocer al asesino, y lo veían en algún sospechoso vecino que siempre llegaba tarde o en algún cuñado o vecino chiflado que gustaba de las armas. Por cierto, en los Estados Unidos estos últimos constituyen una legión.
Gracias a la carta enviada y a la publicidad obtenida Berkowitz tuvo el atrevimiento de enviar una misiva a un famosillo columnista de periódico. Jimmy Breslin del Daily News recibió el comunicado y quedó fascinado por las palabras del asesino. Mientras tanto Berkowitz solía escuchar a sus compañeros de trabajo hablar del Hijo de Sam, secretamente disfrutaba haberse convertido en una celebridad, muy temida y odiada, pero celebridad al fin. Partes de la carta no fueron publicadas a petición de la policía. Algunas huellas parciales fueron recuperadas que no fueron de ninguna utilidad.
Salvatore Lupo
Saliendo de una discoteca llamada Elephas ubicada en Queens Judy Placido y Salvatore Lupo se iban a su casa cuando fueron atacados dentro de su automóvil por el Hijo de Sam. Irónicamente la muchacha hablaba con asombro del asesino que asolaba la ciudad y cuando se dieron cuenta ya tenían su ración de plomo en el cuerpo. Este ataque ocurrió el 26 de Junio de 1977 a las 3 de la mañana. Ella recibió tres balazos y el únicamente uno. Para su fortuna sobrevivieron a sus heridas. Minutos después los detectives llegaron al lugar pero no pudieron encontrar ninguna buena pista. La narración que la pareja hizo de los hechos es realmente notable. En primera instancia ni siquiera se dieron cuenta que habían sido baleados. Todo fue tan rápido que solo se enteraron del cristal roto del auto. Salvatore salió corriendo a la discoteca en busca
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