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Jose Enrique Rodo. Ariel.


Enviado por   •  8 de Junio de 2014  •  1.089 Palabras (5 Páginas)  •  541 Visitas

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Autor: José Enrique Rodó, ensayista, periodista y político; 1872-1917.

Otras obras: El que vendrá, La vida nueva, Liberalismo y, jacobinismo, Motivos de Proteo, El mirador de Prospero, El camino de Paros, Nuevos motivos de Proteo, Últimos motivos de Proteo [póstumos los tres citados al final] (ensayos), y artículos políticos y de crítica.

Género y corriente: Ensayo literario modernista.

Estructura: Está compuesto de presentación, cuerpo del discurso, arenga final y despedida.

La obra más famosa de Rodó es Ariel, influida por la Guerra Española-Americana de 1898. Ariel se publicó en febrero de 1900, dos años después de la Guerra. Esta obra es un "sermón laico" dedicado a la juventud de América, y él la escribió con una visión pesimista del futuro de su país y de la religión. Ariel es un ensayo que es basado en la obra La Tempestad, una obra de teatro escrita por el autor famoso William Shakespeare; los dos protagonistas principales son Ariel y Próspero, que representan la América Latina y los Estados Unidos, respectivamente.

Hasta cierto punto Ariel es una alegoría de las relaciones que existían entre los Estados Unidos y las naciones de Centro y Sur América a comienzo del siglo XX. Invita a los lectores a reconsiderar diferentes tipos de poderes (económicos, políticos, sociales, culturales) que existen entre los países de América Latina (Ariel) y los exigentes Estados Unidos (Próspero).

Sinopsis: El "viejo y venerado" maestro Próspero dirige un discurso a sus jóvenes alumnos con motivo del fin de cursos. Pero, ¿por qué el título de la obra? "Ariel, genio del aire, representa —en el simbolismo de La tempestad de Shakespeare— la parte noble y alada del espíritu. Ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es también el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal a que asciende la selección humana, rectificando en el hombre superior los tenaces vestigios de Calibán, símbolo de sensualidad y de torpeza, con el cincel perseverante de la vida."

La inolvidable lección da principio con las palabras de Goethe "sólo es digno de la libertad y la vida, quien es capaz de conquistarlas día a día para sí", y el maestro Próspero las fortalece y amplía al decir que "el honor de cada generación exige que ella (la libertad) se conquiste por la perseverante actividad de su pensamiento, por el esfuerzo propio, y por su fe en determinado ideal; para lo cual es necesario, primero, la fe en nosotros mismos".

El propósito del viejo educador es hacer ver a sus alumnos que, por ser jóvenes, poseen las características señaladas por Ariel: el amor, la alegría, el entusiasmo, el optimismo, la esperanza, que unidos a la razón les darán la fuerza necesaria para renovar la sociedad.

Como se observa, el discurso de Próspero versa sobre los valores éticos de nuestra época.

"Ariel —escucharnos nuevamente al maestro--- es el ideal griego de la armonía entre el pensamiento y la acción. Ariel debe estar siempre presente porque su significado, que es el amor a la belleza, es el rumbo que nos lleva a esa armonía."

Próspero invita a sus alumnos a desarrollar no un solo aspecto, sino la totalidad del ser, ya que del florecimiento de nuestra naturaleza surgió el "milagro griego", inimitable mezcla de animación y serenidad

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