La estrategia de desarrollo

La estrategia de desarrollo que se conformó se propuso modernizar al país a través de un crecimiento económico rápido y continuo basado en una expansión del sector industrial y en donde el capital privado tuviera una importante participación. Sin embargo, ese proceso causó fricciones en el conjunto de la estructura económica, social y política nacional. Con objeto de de amortiguarlas y controlarlas, el Estado consolidó el pacto social establecido durante el cardenismo e implantó una política económica expansionista, orientada a la substitución de importaciones.

Conforme avanzó el periodo de los 40's, se impuso una estrategia que incluía en lo político mayor institucionalización de las relaciones de poder y en lo económico un patrón de desarrollo basado en la substitución de importaciones. La substitución de importaciones significó un proyecto de desarrollo orientado a impulsar un crecimiento estable en impulsos internos a la economía nacional y en una diversificación de la producción industrial, que paulatinamente substituyera las importaciones.

El Estado recurrió a una política económica expansionista, que garantizó un súbito aumento de la demanda interna y una tasa atractiva para la inversión privada, en especial para las actividades industriales. Para ello, se requirió de una convergencia de intereses y complementariedad entre los sectores públicos y privados. Se hizo indispensable la asignación de las ramas productivas. Al sector productivo se le asignó las ramas de bienes de consumo, mientras que el Estado se reservó la producción de insumos estratégicos y la infraestructura básica en ciudad y campo (drenaje, luz, etc).

Se estableció una política de financiamiento de largo plazo con altos montos de capital y baja rentabilidad que fue consecuencia de la transformación y modernización estructural del país. A través de Nacional Financiera, el Estado proveyó los recursos.

La política de gasto fue un instrumento principal para el impulso de la estrategia de industrialización. El Estado usó de forma discrecional el gasto público y los déficits fiscales para dinamizar el mercado interno, junto con una reorientación de los egresos en favor de las actividades productivas. Para el inicio de la década de los 50's, alrededor del 60% del gasto público se dedicó al gasto económico, dejando de lado el gasto administrativo y los aspectos sociales. Siendo la inversión pública la causa principal del aumento en el ritmo de crecimiento del gasto.

La política impositiva fue favorable al crecimiento económico y estuvo compuesta de una serie de exenciones tributarias, como la eliminación de los impuestos a los bienes de inversión importados, existencia de subsidios y precios bajos en los bienes y servicios públicos. Las políticas se convirtieron en menores cargas fiscales para el sector industrial.

La política de ingresos fue capaz de obtener los recursos para la actividad económica sin desalentar las inversiones privadas. La evolución propicia de los ingresos públicos se debieron al rápido aumento del PIB que amplió la base impositiva y a la modernización fiscal que se manifestó, por ejemplo, en la mayor importancia del impuesto sobre la renta y en la capacidad estatal para obtener recursos internos.

La política monetaria colaboró al fomento económico por medio del financiamiento de los déficits fiscales. A través de una política crediticia expansionista que garantizó la liquidez necesaria, y el establecimiento de condiciones favorables de financiamiento para los sectores públicos y privados. Esto gracias al papel que adoptó el banco central con sus políticas sobre los diversos agregados monetarios. También por el apoyo de diversas instituciones públicas como el Banco Nacional Hipotecario, Banco de Obras Públicas, Banco Nacional de Comercio Exterior

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