Mercedes Sosa
elizavanesa24 de Abril de 2013
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MERCEDES SOSA
Mercedes Sosa, (San Miguel de Tucumán, 9 de julio de 1935 – Buenos Aires, 4 de octubre de 2009) conocida como La Negra Sosa o La Voz de América, fue una cantante de música folclórica argentina reconocida en América Latina y Europa. Considerada como la principal cantante de Argentina. Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero y exponente mayor de la Nueva Canción latinoamericana. Incursionó en otros géneros como el tango, el rock y el pop. Se definía a sí misma como "cantora" antes que "cantante", en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: "cantante es el que puede y cantor el que debe" (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes como Canciones con fundamento y Yo no canto por cantar.
Entre las obras con que se ha destacado en el cancionero latinoamericano se encuentran Canción con todos, Alfonsina y el mar, Gracias a la vida, Como la cigarra, La maza, Todo cambia y Duerme negrito. Entre sus discos se destacaron Canciones con fundamento (1965), Yo no canto por cantar (1966), Mujeres argentinas (1969), Homenaje a Violeta Parra (1971), Cantata Sudamericana (1972), Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), Mercedes Sosa en Argentina (1982), Alta fidelidad (1997). Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde interpreta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino.
Su infancia y adolescencia en Tucumán
Haydé Mercedes Sosa nació el 9 de julio, día de la Declaración de independencia de la Argentina, en 1935 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Descendiente de diaguitas, su padre era un obrero de la industria azucarera que trabajaba en el Ingenio Guzmán, mientras que su madre trabajaba de lavandera para familias más acomodadas. Originariamente sus padres habían acordado nombrarla Marta Mercedes, pero su padre cambió el nombre Marta por Haydeé cuando la registró, poniéndole Haydeé Mercedes. Sin embargo su familia nunca utilizó el nombre legal y siguió llamándola Marta.
A partir de entonces se dedicó al canto, aunque siempre sentía un enorme pánico escénico cuando cantaba en público.
En esa primera época, Mercedes tenía como referentes musicales a Margarita Palacios y a Antonio Tormo, éste último el cantante que masificó la música folklórica en la Argentina a principios la década de 1950. Sus actuaciones se repartían entre actos partidarios del peronismo, el circo de los Hermanos Medina, y la radio, donde cantaba boleros en el conjunto de los Hermanos Herrera, dirigido por Tito Cava.
Mendoza y Montevideo
En 1957 se radicó en Mendoza a raíz de su casamiento con el músico Oscar Matus, con quien tuvo un hijo, Fabián Matus. Matus y Mercedes establecieron una sociedad artística con el poeta y locutor Armando Tejada Gómez que resultaría de gran trascendencia artística y cultural.
Mendoza resultaría uno de los tres lugares entrañables de Mercedes Sosa, junto a Tucumán y Buenos Aires. Allí "se hizo mujer", dijo ella misma, nació su hijo y se formó artísticamente. En su última voluntad pidió que sus cenizas se esparcieran en esos tres lugares. En Mendoza, el lugar elegido fueron los canales de riego de Guaymallén, el mismo lugar donde se arrojaron las cenizas del poeta Armando Tejada Gómez, quien ocupó un lugar decisivo en el arte de Mercedes. Junto a esos tres lugares, Mercedes Sosa también destacaba su afecto especial por Montevideo, donde fue tratada por primera vez como una gran cantante, en una serie de actuaciones que realizó en Radio El Espectador y en Canal 12
Mercedes Sosa comenzó a cantar en una época, en la que el tango de Buenos Aires, que era la música popular por excelencia, estaba siendo alcanzado en popularidad por la música de raíz folklórica, característica de las provincias, en un fenómeno que es conocido como el boom del folklore, producido de la mano de la industrialización del país y la migración de millones de personas del campo a las ciudades y de las provincias hacia Buenos Aires. Este proceso conllevaba transformaciones étnicas y culturales en la población que diferían de las que produjera la inmigración mayoritariamente europea que se produjo entre 1850 y 1930.
En 1962, Mercedes Sosa lanzó su primer álbum, La voz de la zafra (la zafra es la cosecha de caña de azucar, principal producción de Tucumán), grabado el año anterior y producido por RCA. El álbum fue grabado debido a la insistencia de Ben Molar, un músico polifacético vinculado a la música popular de Buenos Aires, quien reconoció el talento de la cantante tucumana y convenció a los directivos del sello RCA para realizar el disco, que sin embargo careció de difusión.
El disco está integrado por ocho canciones de Matus-Tejada Gómez: Los hombres del río, La zafrera, El río y tú, Tropero padre, Nocturna, Zamba de los humildes o La de los humildes, Zamba de la distancia y Selva sola, además de otras cuatro, entre las que se encuentran la guarania Jangadero del misionero Ramón Ayala -quien escribe también la nota de contratapa-, El indio muerto del fronterizo Gerardo López y dos temas con letra de Ben Molar, a pedido de Mercedes Sosa, Recuerdos del Paraguay y Sin saber por qué. La canción Nocturna tiene una significación especial para Mercedes Sosa porque se trata de la canción que simbolizó el amor a primera vista con Oscar Matus ("Tú, junto al amor que nos separa, llenas mi dulce guitarra de oscura distancia... lleva mi voz en tu voz, triste y suave"). El mismo álbum fue luego reeditado bajo el título de Canta Mercedes Sosa.
El álbum anticipaba una línea estética-cultural que sería expresamente formulada al año siguiente con el lanzamiento del Movimiento del Nuevo Cancionero, y que sería sintetizada con el título de su segundo álbum, Canciones con fundamento (1965), segundo disco del sello independiente El Grillo que intentaba consolidar Matus, compuesto -al igual que el primero-, en base a las canciones de Matus-Tejada Gómez.
Movimiento del Nuevo Cancionero
Mercedes Sosa con el poeta mendocino Armando Tejada Gómez, fundamental en su carrera y autor de la letra de muchos de sus grandes éxitos como Canción con todos, Fuego en Anymaná, Zamba azul, Hombre en el tiempo, Triunfo agrario, entre muchas otras.
Artículo principal: Movimiento del Nuevo Cancionero
El 11 de febrero de 1963, desde el Círculo de Periodistas de Mendoza, lanzó el Movimiento del Nuevo Cancionero, junto a su esposo, Armando Tejada Gómez, Tito Francia y otros artistas, que se manifestaría internacionalmente como el Movimiento de la Nueva Canción. Mercedes Sosa se mantendría fiel a lo largo de toda su carrera a los principios artísticos expuestos en el manifiesto fundacional del movimiento:
Mercedes Sosa guiará toda su vida artística por los principios del Nuevo Cancionero, venciendo a menudo arraigados prejuicios artísticos, culturales e ideológicos. De allí proviene la selección rigurosa de sus canciones para que tuvieran un fundamento y un fuerte vínculo con lo popular, la apertura constante a jóvenes autores y formas musicales, el intenso diálogo con el rock nacional, el tango y el pop, así como la dimensión latinoamericana de su arte.
La revelación en Cosquín '65
En 1965 su esposo la deja, quedando sola con su hijo en una situación económica y emocional muy comprometida, que la afectaría de por vida.
Mercedes Sosa se trasladó a Buenos Aires, una ciudad a la que amó y que terminaría considerando suya ("para mí «aquí» es Buenos Aires"). Allí grabó el segundo disco Canciones con fundamento, que al igual que su primer álbum, pasó inadvertido, pero que en el futuro se volvería el disco exponente del Nuevo Cancionero.
Pero fue en ese mismo año de 1965, que Mercedes Sosa alcanzó la consagración popular de manera impensada. Se desarrollaba la quinta edición del Festival Folklórico de Cosquín, que se había convertido en el centro del boom del folklore en Argentina, cuando el músico Jorge Cafrune, por iniciativa propia y en contra de los deseos de los organizadores, hizo subir al escenario a Mercedes Sosa, de entre el público donde se encontraba, presentándola con las siguientes palabras:
Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y me voy a recibir un tirón de orejas por la Comisión, pero que le vamos a hacer -siempre he sido así, galopeador contra el viento-. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa.
Jorge Cafrune, Cosquín, enero de 1965.
Mercedes subió al escenario y cantó Canción del derrumbe indio de Fernando Figueredo Iramain, acompañada solo por su bombo.[19] Contrastando con la discriminación política, social y étnica a que fue sometida por las autoridades, el público estalló en aplausos y vivas aún antes de que finalizara la canción, convirtiéndola en la sorpresa del festival.
El éxito de Cosquín le significó de inmediato un ofrecimiento del sello PolyGram para grabar un álbum -su tercero- que salió en 1966 con el título de Yo no canto por cantar, con el que alcanzó una fama que nunca la abandonaría. El disco tiene en su portada un retrato de Carlos Alonso -pintor mendocino adherente al Nuevo Cancionero- e incluye las bellas
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