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Palma Africana


Enviado por   •  20 de Abril de 2013  •  3.426 Palabras (14 Páginas)  •  853 Visitas

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Ecología de la palma aceitera africana

La alta producción de biomasa que genera la palma aceitera africana es un indicativo de sus exigencias en cuanto a factores ecológicos. Las condiciones óptimas de suelo y clima se pueden definir como "aquellas donde la palma con un manejo adecuado, expresa su potencial de producción.

Factores climáticos

En cuanto a temperatura , la palma aceitera africana, se ubica en aquellas zonas que presentan medias mensuales oscilantes entre 26 y 28º, siempre que las medias mínimas mensuales sean superiores a 21ºC, temperaturas inferiores a 17ºC por varios días promueven una reducción en el desarrollo de la planta.

Las condiciones favorables de precipitación para esta especie están determinadas por la cantidad y distribución de las lluvias. Las zonas se ubican en rangos oscilantes entre 1800 y 2300 mm al año. Sin embargo, se puede presentar el caso de regiones con precipitaciones superiores a los 2300 mm; pero con largas épocas de sequía, razón por la cual los rendimientos no se corresponden con el régimen hídrico de la zona. Si los otros factores ecológicos (suelo, temperatura e insolación) son deseables, se puede recurrir al uso de riegos complementarios en la época seca y construcción de drenajes adecuados, para precipitación, se estima que una disponibilidad de 125 mm por mes, son suficientes para lograr las máximas producciones; esto indicaría, que zonas con 1500 mm de lluvia al año, regularmente distribuidas, son deseables para el cultivo de la palma aceitera.

Esta especie se identifica como planta heliófila, por sus altos requerimientos de luz La cantidad de horas luz-año, para lograr altas producciones se ubican sobre los 1500, pero también es muy importante la distribución de las mismas; por esta razón, zonas que presentan promedios mensuales superiores a las 125 horas-luz, son adecuadas para el cultivo.

La insolación, expresada en cantidad y distribución de horas-luz, afecta además la emisión de las inflorescencias, la fotosíntesis, la maduración de los racimos y el contenido de aceite en el mesocarpio.

En cuanto a la humedad relativa adecuado para este cultivo, la información existente lo ubican en aquellas zonas con promedio mensual superior a 75%.

Factores edáficos

Para el establecimiento del cultivo, se deben conocer previamente los siguientes aspectos de los suelos: topografía, características físico-químicas y profundidad de los mismos.

Si las condiciones lo permiten, se debe seleccionar para este cultivo, tierras planas o ligeramente onduladas, con pendientes no mayores al 2%, evitando zonas que permanezcan inundadas durante largos períodos del año.

El suelo para palma debe ser bien estructurado los primeros 100 cm, sin formar horizonte excesivamente coherentes, ya que su sistema radical es sensible a la cohesión del suelo, desarrollándose adecuadamente en medios porosos, con suficiente capacidad de saturación de humedad, que permita, además de un buen desarrollo radical, soportar períodos cortos de sequía, sin que la palma disminuya su producción.

Las mejores respuestas se han logrado en suelos ricos en materia orgánica y equilibrada en sus contenidos de macro y micro elementos. Los requerimientos de los mismos son variables con la edad de la planta. La palma tolera condiciones de alta acidez, pero los mayores rendimientos, se han logrado en suelos ligeramente ácidos (pH = 5.5 - 6.5).

Establecimiento de una plantación

La selección o escogencia del material de propagación para el establecimiento de nuevas plantaciones debe ser muy riguroso, considerando que es un cultivo perenne y cuyos resultados se van ha evaluar a largo plazo. La semilla utilizada es de la variedad tenera , que es producto de un cruce dirigido de las variedades dura y pisifera. Una vez seleccionada la semilla, se procede a su germinación, proceso que tarda entre 75 y 90 días, para luego transferirlas al vivero o bien utilizar como paso previo el previvero, que permitiría el manejo de grandes volúmenes de plántulas en el vivero pueden estar entre 10 a 14 meses, al cabo de los cuales se transformaran en plantas bien desarrolladas, siendo este el momento apropiado para llevarlas al campo.

Previvero

La semilla recién germinada es colocada en el previvero, en el cual se utilizan bolsas negras de 20 cm. de altura por 12 cm. de ancho y colocadas al lado de la otra en bloques de 1m. de ancho, lo que permitirá colocar 70 plántulas/m2. Los materiales utilizados para la construcción del previvero son diversos y están en función de la disponibilidad de recursos del palmicultor y del tiempo requerido para la ejecución del plan de siembra, en todo caso lo más importante es que cumpla su función en cuanto a su suministro de luz a las plántulas y esté dotado de un sistema de riego adecuado.

La duración de esta fase es de 60 a 120 días, los requerimientos de agua son de 4ninildía en dos riegos (mañana y tarde), el control de malezas se realiza a mano.

La utilización del previvero como fase previa al vivero tiene por finalidad, controlar en espacios relativamente pequeños, grandes cantidades de plántulas (70/m2), lo que traería como consecuencia que al realizar el transplante al vivero, el material que se lleva a este último es de muy buena calidad, ya que además de los controles hechos en el previvero, se realiza una selección rigurosa de las plántulas, para lograr en la fase de vivero un comportamiento lo más uniforme posible, estimándose un 5% de plantas rechazadas en esta fase. Se eliminan todas aquellas plántulas cuyo desarrollo no se corresponde con el resto del material (plantas atípicas), o bien las que presentan algún tipo de daño causado por ataques de plagas y/o enfermedades.

Vivero

Esta fase tiene una duración de 10 a 14 meses, un desarrollo inicial adecuado en la fase de vivero repercutirá directamente sobre el comportamiento de las plántulas en el campo y afectará la producción de racimos durante los primeros años de cosecha; este desarrollo se logra si se conjugan un conjunto de factores tales como: ubicación, diseño y manejo del vivero y posteriormente una selección rigurosa del material que se va a transplantar al campo.

El vivero debe ubicarse en una zona equidistante a los futuros lotes, debe tener pendiente inferior al 2% y disponibilidad de suficiente agua para riego (6 mm/día). Para el diseño del vivero es necesario conocer el número total de plantas requeridas, que permitirá establecer a su vez un diseño del sistema de riego adecuado. El área utilizada debe ser preferiblemente cuadrada o rectangular y la distribución de las plantas en el vivero

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