Santa Luisa De Marillac

INTRODUCCIÓN.

En el presente trabajo se hablara sobre la vida santa Luisa de Marillac.

Santa Luisa, nacida el año 1591, era hija de una familia noble. Huérfana de madre muy pronto, su padre le proporcionó una formación extraordinaria en todas las ramas del saber. Era también sumamente piadosa y ejemplar.

A los quince años quiso entrar en un convento de capuchinas, pero la disuadieron por su delicada salud.

Muere su padre, y a instancias de sus parientes se casó con el señor le gras. Tuvieron un hijo al que Luisa le tenía un amor sin límites. Esta experiencia maternal le serviría mucho para la futura fundación.

Quedó viuda a los treinta y cuatro años. El señor Le Grass murió santamente en sus brazos. Desde entonces decidió entregarse totalmente a dios y a las buenas obras.

OBJETIVOS

Objetivo general:

Afianzar los conocimientos sobre Santa Luisa de Marillac, tomando en cuenta que el Instituto Católico Santa Sofía nos ha inculcado sobre su vida, sus virtudes y sus obras, siendo también la fundadora de las hijas de la caridad.

Objetivo específico 1.1.

Analizar parte de la vida de Santa Luisa, tomando sus ideas principales para tener en concreto quien fue Santa Luisa de Marillac.

Objetivo específico 1.2.

Exponer al alumnado las ideas principales para que dicho mencionado recuerde con devoción a Santa Luisa de Marillac.

JUSTIFICACIÓN.

En este apartado como equipo el por qué realizar este trabajo sobre Santa Luisa de Marillac menciono un convento por hogar.

Ya que como estudiantes de I.C.S.S. tenemos que tener conciencia sobre la vida de santa Luisa de Marillac por ser ella la fundadora de nuestras hermanas de la caridad.

Resaltando el tema ya que nosotras estamos llamadas a servir con humildad y caridad a los demás viendo nuestra institución como un segundo hogar apoyando a nuestras compañeras, docenes y hermanos de la caridad.

UN CONVENTO POR HOGAR.

¡Luisa ha sido mi mayor consuelo en este mundo, Dios me la ha dado para apaciguar mi alma en las aflicciones de la vida!

Para esta niña sin familia, el convento de Poissy se construyó en un hogar. Poissy situado a pocas millas de París. Sobe la encumbrada montaña, mirando a la cena, un convento de hermanas dominicanas.

Fuentes y jardines hacían el paisaje más atrayente todavía. Monjas de blanco hábito esperaban a la puerta para dar la bienvenida al visitante.

Dentro, todo era nobleza. Más de una princesa había habitado en sus celdas. Así que no solamente el hombre era aristocrático. En Poissy, se respiraba, por todas partes, la majestuosidad y la nobleza.

La arquitectura y el mobiliario reclaman un estilo de vida. No era raro que las religiosas organizaran deslumbrantes fiestas.

Sin embargo, en medio de este ambiente fastuoso, el monasterio disfrutaba de fama de austeridad y observancia.

Poissy había adquirido también renombre por la caridad de la educación que allí se empatía. Bien merecido, por cierto.

Cuando la mayoría de las mujeres no sabían leer ni escribir, las religiosas del monasterio dominante perfectamente el griego y el latín.

En el momento en que ingresaba Luisa, la abadesa era una Bondi. Una de las hermanas más cultas era luisa de marrilla, la tía-abuela de la niña. ¿Fue, en realidad, la monja pariente la tutora de la huérfana?

Precisamente, en caso, pensaba su padre el día que interno. De hecho, Luisa podía haber sido feliz. Pero ella se formulaba la misma pregunta que se hace todas las niñas huérfanas.

Una mujer que entiende latines.

Tranquilidad y silencio eran normas del monasterio. Algunas ves al día se rompían las monotonías

Era en el momento en que las hermanas se movilizaban para realizar sus actos de comunidad.

Pero, lo hacían con tal suavidad…. Casi ni se las notaba. Siempre avanzaban en dos filas paralelas y simetrías. No se percibían que se movieran.

Por Contrastes, las travesuras de luisa tenían relación con el ruido. Zapateaba estrepitosamente en Del claustro cuando las religiosas estaban

Oración, o jugaban al escondite con las columnas del patio mientras ellas confesaban sus culpas semanales.

En 1604, muerta su tía, viajó a París, donde será tutor su tío Michel de Marrilla (1560-1632), futuro canciller de Francia. Luisa aprendió a llevar una casa y entró en los ambientes de reforma católica de la capital, frecuentando las capuchinas del Foubourg Saint-Honoré.

Pensó ingresar en alguna congregación e hizo voto de servir a Dios y al prójimo.

La educación que nos dieron a nosotros procuraba ser completa y para siempre. De tal manera, que con ella pudiéramos desenvolvernos en la vida y durante todo el tiempo de nuestra existencia que, por lo general, era bastante más corta que en la actualidad. Además, como no había muchos libros, ni demasiados recursos a nuestro alcance, se nos enseñaba a desarrollar la memoria.

Durante bastante tiempo ha existido la idea de formar en lo más básico y general,

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