Una Caja Llena De Mil Primaveras
Enviado por vallejo98 • 11 de Noviembre de 2014 • 473 Palabras (2 Páginas) • 210 Visitas
Una caja llena con mil primaveras.
Soy la clase de persona que no se rinde fácilmente, pero que a la mínima se le echa el mundo encima. Ese tipo de chica que no piensa lo que dice, de las que se arrepienten al tiempo que hablan, soy alguien fácil de convencer y difícil de hacer entrar en razón. Suelo ser la que se sabe poner sin problemas en el lugar del otro, ese tipo de persona que nunca llegas a conocer del todo y que sin querer, sonríe para parecer mucho más fuerte. Pero por dentro, continua teniendo sentimientos.
14 de abril de 2013
Juntos se matan, pero si no lo estan, mueren
Vivían en un tira y afloja constante. Sus vidas eran eso, estirar la cuerda hasta el punto en el que sabían que era el tope. Sabían perfectamente hasta donde podían llegar para que no se rompiese. Vivían siempre al límite, estirando hasta donde podían llegar, sabiendo de qué manera hacerlo para hacer daño sin romperla. Estaban hechos el uno para el otro, se conocían más de lo que alguien puede conocer a una persona. Ella conocía todas y cada una de las caras que iba a poner según la situación que fuese, como reaccionaba cuando algo le daba vergüenza, incluso lo que pensaba en cada momento. Él conocía todas y cada una de sus sonrisas, sabía perfectamente cómo iba a reaccionar, con sólo mirarla sabía como se sentía. Sabían de todo, menos quererse. No tenían término medio, o se querían matar o mataban por quererse. Y así seguían, disfrutando de los días pares y a hostias los días impares. Estirando de una cuerda que pensaban que nunca se iba a romper pero que finalmente un día se rompió. Pasó un tiempo en el que estuvieron separados, echándose de menos, pero también echándole la culpa al otro. Pero los lazos que los unían eran tan fuertes, tenían una fuerza de atracción tan increíble, que no aguantaron más de un mes estando así. Ambos deseaban que todo volviera, incluso que volviese lo malo para poder tener lo bueno de vuelta. Ella pensó que esta vez era la definitiva, que después de lo que pasó esta era la oportunidad que les hacía falta para poder ser felices juntos. Él no pensó nada. Y así empezaron, poniéndole ganas porque suerte ya no quedaba. Quizás el problema de esta relación era que ella continuamente esperaba algo más de él, algo que no llegaba. Y él se cansaba de tener que estar
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