Veterinaria
Enviado por cybergama • 6 de Octubre de 2014 • 1.925 Palabras (8 Páginas) • 195 Visitas
AFECCIONES DE LA CORNEA EN PERROS
La córnea es una barrera muy importante contra agentes extraños. Es la capa transparente del ojo que recubre la parte más anterior del mismo. Su espesor varía según la especie del animal y tiene la función de mantener la forma del ojo (cuyo interior está formado por un líquido viscoso) junto ojo con la esclerótica y de refractar la luz. Cuando está sana, la córnea no tiene vasos sanguíneos, por lo tanto su nutrición depende de las lágrimas y el humor acuoso.
La queratitis es la inflamación de la córnea en cualquiera de sus capas. Esta afección puede ser de origen infeccioso, alérgico, asociado a enfermedades sistémicas, traumática o mecánica.
La lesión más frecuente es la úlcera corneal. Se produce una pérdida de una parte del epitelio que recubre la córnea, lo que genera un pequeño “agujero” en la capa más superficial. Esto es muy doloroso, el animal con una úlcera no puede abrir los párpados y le molesta mucho la luz; además tiene un lagrimeo abundante y suele tocarse el ojo con sus patas delanteras. Casi siempre está causada por un traumatismo externo, pero también hay defectos del ojo y los párpados que pueden provocar úlceras. Los más habituales son el entropión y el ectropión, en los que los bordes de los párpados están plegados hacia dentro o fuera del ojo, raspando la córnea con las pestañas o dejándola sin protección. También hay en algunos casos pestañas aisladas que se orientan hacia la superficie de la córnea y la lesionan en cada parpadeo. En estos casos se ve un lagrimeo constante crónico hasta que finalmente la córnea se lesiona. También es habitual en animales ancianos que se altere la composición de las lágrimas, dando como resultado un problema llamado “ojo seco”. En estos casos disminuye la producción de lágrimas acuosas y, para compensar, aparece una secreción más mucosa que puede parecer pus, pero es en realidad la porción mucosa de las lágrimas aumentada. Gradualmente esta secreción se hace más y más seca y no lubrica ni nutre a la córnea, que acaba lesionándose. Este problema ocurre en muchas razas, pero es mucho más común en los Cockers, Pekineses y Shih tzu.
bIBLIOGRAFIA
Adam, S; Crispin, S. “Differential diagnosis of keratitis in cats”. In Practice/ September: 355-363. 1995.
- Cooky, R.L., Dice, P.F.: Corneal Distrophy in the Dog and Cat. En: Small Animal Ophthalmology. Veterinary Clinics of North America (Small Animal Practice). 3, 681-692, 1990.
- Gilger, B.C, Whitley R.D.,: Surgery of the cornea and sclera. En Gelatt, KN. Veterinary Ophthalmology. Third Edition, Lippincott Williams & Wilkins, Baltimore, pp. 675-700.. 1999.
- Nasisse, M.P. Canine Ulcerative Keratitis. En: Ophthalmology in Small Animal Practice. The Compendium Collection. Pp. 45-59. 1996.
- Whitley,RD; Gilger, B.C. :Diseases of the canine cornea and sclera. En Gelatt, KN. Veterinary Ophthalmology. Third Edition, Lippincott Williams & Wilkins, Baltimore, pp. 635-675. 1999.
Tratamiento
El tratamiento de la Q.C.S. debe cumplir los siguientes objetivos:
1. Eliminar la causa cuando sea posible.
2. Estimular la producción lagrimal.
3. Reemplazar la película lagrimal.
4. Controlar las infecciones bacterianas concurrentes.
5. Controlar la inflamación corneoconjuntival.
2.- El tratamiento de la queratoconjuntivitis seca se basa principalmente en la administración de ciclosporina A tópica. Este fármaco es un agente inmunosupresor no citotóxico que inhibe la actividad de los linfocitos T "helper", sin afectar a la actividad supresora, con lo que se regula la respuesta inmunológica hacia la inmunotolerancia. Sin embargo, la acción terapéutica más importante de la ciclosporina es su capacidad para aumentar la producción lagrimal en un tiempo medio de 2 ó 3 semanas. Se ha propuesto un mecanismo de acción hormonal de la ciclosporina sobre las glándulas lagrimales; parece que pudiera bloquear receptores reguladores de prolactina presentes en los acinos glandulares que limitan la producción lagrimal en condiciones fisiológicas. En la Q.C.S. se liberan linfoquinas semejantes a la prolactina que impiden la regeneración de los acinos glandulares. La producción lagrimal alcanza un máximo a las 3 horas de la administración de ciclosporina y disminuye significativamente después de 12 horas. La mayoría de los animales precisan tratamiento con ciclosporina durante el resto de su vida. El éxito del tratamiento depende del estadio de la enfermedad. En la mayoría de los perros, la producción lagrimal aumenta gradualmente como mínimo 5 milímetros por minuto por encima del valor inicial. Sólo en aquellos animales con un test de Schirmer entre 0 y 1 milímetros en un minuto la respuesta al tratamiento puede ser baja, estimándose que de estos perros tan sólo un 30% responden a la terapia, ya que en estos animales las glándulas lagrimales pueden estar prácticamente atrofiadas.
3.- La terapia con ciclosporina debe acompañarse de la administración de lágrimas artificiales hasta la restauración de la producción lagrimal y lavados oculares para eliminar el acúmulo de exudados. Las combinaciones de distintos preparados de lágrimas artificiales es la mejor opción para controlar la QCS. Debe administrarse un producto viscoso como puede ser la metilcelulosa o el ácido hialurónico., una solución no viscosa, como puede ser un alcohol polivinílico y un ungüento trilaminar que contenga petrolato-agua-aceite mineral.
4.- Como ya se mencionó, en la Q.C.S. se produce una disminución de los niveles de la lisozima lagrimal y otros elementos defensivos presentes en la película lagrimal, por lo que existe una predisposición a las infecciones bacterianas. Los cultivos bacteriológicos de estos pacientes muestran poblaciones bacterianas muy hetereogéneas, por lo que está indicado la administración de antibióticos tópicos de amplio espectro, como el cloramfenicol o mezclas poliantibióticas (neomicina-polimixina B-bacitracina) durante dos o tres semanas.
5.-En ocasiones, puede estar indicado el uso de corticoides, aunque su utilización en la queratoconjuntivitis seca es a menudo motivo de controversia. Sin embargo, siempre que no exista ulceración corneal la utilización de corticoesteroides tópicos de escasa penetración intraocular como la hidrocortisona reduce más rápidamente la inflamación corneo-conjuntival. La ciclosporina posee
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