Yolima Velasquez
Enviado por yolimavh • 24 de Mayo de 2012 • Informe • 916 Palabras (4 Páginas) • 443 Visitas
Yolima Velasquez
La distribución de dividendos es una de las políticas económicas y financieras de mas trascendencia tanto para los administradores como para los inversionistas, en la medida que afecta directamente los intereses y expectativas de cada uno de ellos y lo que es bueno para unos no necesariamente es bueno para los otros y esto termina afectando el valor y la capacidad económica y financiera de la empresa.
Analizaremos el tema inicialmente desde el punto de vista del inversionista, quien a primera vista es el más interesado y el más afectado por las políticas de distribución de dividendos de una compañía.
Generalmente un inversionista de nuestro medio, invierte con el objetivo de obtener unos rendimientos continuos y estables en un periodo de tiempo. Desde este punto de vista el inversionista siempre esperará que la empresa le pague sus dividendos por lo menos cada año, y en la medida en que esta no lo haga, para el, sus inversiones no cumplen las expectativas y puede llegar a considerar la posibilidad de venderlas. Esta tendencia es posible que se seguida por mas de un inversionista y puede llevar a que las acciones pierdan su valor y por ende el de la empresa.
Existen otros inversionistas que no estén interesados en unos ingresos inmediatos sino en una capitalización constante, lo cual sería lo ideal para cualquier empresa, pero este no es el caso de la mayoría de empresas en Colombia por su difícil situación económica. Además la misma situación económica del país, causa incertidumbre en el comportamiento futuro tanto de la economía como de la empresa y esto hace que muy pocos inversionistas estén interesados en capitalizar sus dividendos.
Si miramos la política de dividendos desde el punto de vista de la Administración esta tiene dos facetas. Primero, en primera instancia la empresa se inclinaría por la no distribución de dividendos ya que fortalecería su capital de trabajo. Segundo, el no pagar dividendos a los inversionistas puede redundar en que estos pierdan su confianza en la empresa y retiren sus inversiones y por últimas terminen perjudicando la solidez de la empresa que en un principio se pretendía proteger.
En cuanto a la decisión de no pagar dividendos, y ante las consecuencias de esto, hay que hacer un análisis del costo benéfico de esta política. En primer lugar tomar la decisión de no pagar dividendos puede ser valida y muy recomendable en la medida en que estos recursos no distribuidos puedan ser utilizados en el pago de pasivos de alto costo financiero, que a la vez liberarían capital de trabajo adicional; en segundo lugar los recursos no pagados pueden ser invertidos en proyectos productivos que aseguren el posicionamiento en el mercado de la empresa. Lo anterior compensa el riesgo de que los inversionistas puedan retirar la confianza en la empresa. Lo que significa que mientras existan oportunidades de disminuir sustancialmente
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