Adquicision
Enviado por Juanpablojara • 5 de Octubre de 2014 • 405 Palabras (2 Páginas) • 235 Visitas
El caso es que a las 21:00 horas salimos del pueblo con las bicis y nos fuimos a un cementerio muy, muy lejano del pueblo que está justo detras de una montaña escalofriante. Cuando llegamos aún no era la hora así que comenzamos a explorar el cementerio.
Cogimos las linternas y exploramos las tumbas. En aquel cementerio las tumbas tienen el nombre, la edad y la razon de porque se ha muerto cada persona. Estuvimos leyendo algunas y habian muchas interesantes como casos de asesinatos, suicidios...
El caso es que yo tropece con algo que estaba en el suelo. Empecé a cavar y pude ver que era una tumba enterrada
y comencé a leer enfocando con la linterna. Aquella tumba era la de un hombre que se llamaba Lucifarto, que tenia 35 años
y en la tumba ponia que la causa de la muerte es que era que se suicidó por que los espíritus se lo mandaron. Lo más sorprendente es que abajo del texto estaba el numero 666. Estaba todo oscuro, estabámos muy asustadas pero aún así quisimos seguir con el reto. Nos pusimos al lado de aquella tumba sacamos la tabla...
Invocamos a Lucifarto y nos dijo que nos fueramos y que lo dejaramos en paz. Nosotras no le hicimos caso y seguimos insistiendo, entonces fue cuando nos amenazó de muerte, rompió el vaso, la tabla salio volando... Nosotras bastante asustadas cogimos las bicicletas y nos fuimos, pero vimos que la puerta estaba ¡¡cerrada!!
¿Quién la podria haber cerrado si en ese cementerio los sábados
no hay guardia? El caso es que estabamos aterradas y atrapadas, entonces decidimos saltar. Pero tambien se nos presentaron más obstáculos, pues a mi amiga Yolanda no la dejaba salir. Estábamos ya todas fuera menos ella. No podia salir así que nos fuimos todas a buscar a mi madre y a gente que nos ayudara y a la pobre Yolanda la dejamos sola. Fue un trauma para ella y para todas.
El caso es que cuando abrimos entre todos la puerta tampoco podía salir: Entrábamos y saliamos todos, pero ella no podía. Todos estábamos bastante nerviosos hasta que mi madre cogió a mi amiga en brazos y la consiguió sacar de aquella terrible pesadilla.
Esta historia salió en el periodico del pueblo, junto a nuestra foto. Desde entonces ni se nos ha ocurrido hacer la ouija ni nos hemos atrevido a acercarnos por aquel cementerio.Cada vez que recordamos esta historia nos entra auténtico terror."
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