Agricultura sostenible

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Agricultura Sostenible

Como sabemos, la agricultura utiliza recursos naturales, como el agua y el suelo, para proveer al ser humano de servicios, como lo es el caso de los alimentos. Es una de las actividades antropogénicas más fundamental, y su correcta y eficiente realización es crítica para el crecimiento socioeconómico de la sociedad, motivo por el cual constituye un aspecto clave en el proceso del desarrollo sustentable. Con esa razón en mente, en la actualidad, los gobiernos deben estar conscientes de que es imprescindible la conversión  de sus sectores agrícolas en sustentables, aunque  cambiar la manera de producir alimentos es un gran desafío, es también una gran oportunidad para mejorar la productividad y proteger el ambiente y la fuente laboral de los agricultores. La inversión en innovación y la aplicación de enfoques que promuevan la transformación del sector productivo de alimentos serán clave para conseguir los objetivos trazados.

La forma de producción de alimentos industriales fue, durante un tiempo una manera rentable y confiable de aumentar la producción a un costo relativamente bajo. No obstante, cada vez es más notable la evidencia de carácter científico que comprueba que no es tan rentable como alguna vez se pensó. La agricultura insostenible es un factor contaminante del agua, el suelo y el aire, es una fuente de gases de efecto invernadero y destruye la vida silvestre, dicho efectos implican costos ambientales. También podemos agregar que para el 2050 se estima que la población mundial se acercará a los 9.000 - 10.000 millones de personas. Una cifra impactante si pensamos en las noticias sobre desforestación, cambio climático, degradación del suelo y la falta de alimento.

Por ello, a partir de esta realidad, es extremadamente necesario un cambio en las políticas de producción dirigidas a la agricultura sustentable y de conservación que pueda enfrentar el futuro de una manera más eficiente y beneficiosa para la población en general.

De una manera más específica, el principal beneficio de la agricultura sostenible es el aumento de la producción de alimentos de manera sostenible y el mejoramiento de la seguridad alimentaria. Aunque esto incluye y requiere la adopción de iniciativas en materia de educación, la utilización de incentivos económicos y el desarrollo de tecnologías nuevas y apropiadas, para  garantizar suministros estables de alimentos nutricionalmente adecuados y la ordenación de los recursos naturales y protección del medio ambiente.

En este sentido, la agricultura sustentable se presenta como una opción viable para frenar los efectos del calentamiento global gracias a técnicas como la siembra directa, que permite reducir drásticamente la erosión del suelo y los riesgos de contaminación de los ríos por sedimentos y fertilizantes, por ejemplo. Además, el paso a una agricultura de conservación mantiene e, incluso, incrementa las producciones, disminuyendo los costes de cultivo y el número de horas de trabajo, por lo que, en condiciones normales, el margen de beneficio para el agricultor se incrementa.

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