Algebra

En el año de 1869, aparecieron publicados los 32 capítulos cortos que la conforman; es la época del Idiota de Dostoievsky y de la Educación sentimental de Flaubert, en Europa.

Tal vez, la mejor manera de definir esta novela no sea otra que acudir a la frase del médico amante de la literatura, que conversando con unos amigos y, al descubrir éstos un papel donde se consignan dos citas de Hoffmann, ante la inquietud de éstos por la carta, responde:

“tiene una historia de amor y desgracia y si ustedes gustan, la referiré mientras saborean mi famoso ponche...” Estamos hablando de las primeras páginas de la novela.

Comienza entonces el verdadero relato de la rivalidad entre dos jóvenes, Fernando Valle, un militar ensimismado que por sus ideas liberales se ve alejado de su familia conservadora; el otro es Enrique Flórez, aventurero y seductor, ambos comandantes del ejército republicano. Aparecen entonces en la iglesia Isabel, la hermosa y angélical prima del comandante Valle y su coqueta amiga Clemencia.

El seductor Flórez incita a Valle a la conquista de las dos mujeres para determinar a cuál de ellos escogen. Sucede que ambas se dejan seducir por los encantos de Flórez y rechazan al noble Valle.

Mientras la orquestación erótica de la trama se lleva a cabo, los invasores franceses se alistan para tomar a Guadalajara.

Flórez traiciona a sus compatriotas liberales, pero las sospechas de esta traición recaen sobre Valle; al descubrirse la verdad, Enrique Flórez es condenado a muerte. Por su parte, Fernando Valle, con el fin de evitar que Clemencia sospeche que, por celos, ha sido él quien ha delatado a Enrique, acepta la culpa y la condena y muere valerosamente.

Finalmente, Clemencia al descubrir la verdad enloquece. Clemencia, como novela, posee características de historia romántica hispanoamericana. Como gran maestro del costumbrismo, Altamirano va dibujando detalladamente paisajes y objetos, narra y nos hace sentir y palpar lo que se cuenta, las calles de Guadalajara, la guerra, los lujos provincianos de la casa de Clemencia y los atuendos de las bellas jóvenes.

Más allá de la trama romántica que culmina con una desgracia, debe reconocerse el esfuerzo de Altamirano por llevar a cabo una renovación, en la cual los caracteres y procesos históricos tuvieran la suficiente trascendencia sin que fuesen a su vez relegados a la servidumbre de lo romántico.

Existe la renovación en cuanto que la complejidad de lo psicológico y lo histórico equilibran la balanza. Comprometido con la realidad de su país, el ‘indio’ Altamirano no dejó dentro del tintero ni el pasado ni su

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