Aportes Filosóficos a la administración
Enviado por josemartell • 10 de Septiembre de 2012 • 533 Palabras (3 Páginas) • 525 Visitas
Aportes Filosóficos a la administración
ARISTÓTELES (384-322 a. C.): Según Aristóteles, el ser se define como “lo que puede existir o existe”. Lo que puede existir, pero aún no existe, se llama “ser posible” y lo que existe se llama “ser real”, así por ejemplo, el huevo que tiene todas las condiciones apropiadas y las circunstancias favorables para originar un pollo, es un pollo posible. El pollo originado es un pollo real, en consecuencia, el posible es posible, pero todavía no es real; es real cuando pasa de la mera posibilidad a la realidad.
Según Aristóteles, nada hay en el entendimiento que se haya dado antes en los sentidos. En otras palabras, la experiencia sensible es la única fuente original del conocimiento.
La teoría sobre la ética de Aristóteles toma como punto de partida la siguiente afirmación: “El fin último del hombre es la felicidad”.
Nadie puede negar que toda actividad tiene un fin. Todo el que hace algo, el que actúa, lo hace por algo. El fin que mueve al sujeto necesariamente tiene que ser considerado por este como un bien para él. En su libro "La política" distingue tres formas de administración pública: Ejecutivo, Legislativo
y Judicial. Aristóteles: filosofo que clasificó a la administración publica en:
a)Monarquía: Gobierno de uno sólo.
b)Aristocracia: Gobierno de la clase alta.
c)Democracia: Gobierno del pueblo
Adam Smith (1780):
Adam Smith se conoce por sus contribuciones a la doctrina de la economía clásica, pero su análisis en La Riqueza de las Naciones, que se publicó en 1776, incluía un brillante argumento sobre las ventajas económicas que las organizaciones y la sociedad podrían obtener de la división del trabajo. Él empleó para sus ejemplos la industria de fabricación de alfileres. Smith menciona que diez individuos, cada uno realizando una actividad especializada, podrían producir entre todos alrededor de 48 mil alfileres al día. Sin embargo, si cada uno trabajara en forma separada e independiente, con un poco de suerte esos diez trabajadores podrían fabricar 200 (o incluso diez) alfileres al día. Si cada trabajador tuviera
que jalar el alambre, estirarlo, cortarlo, martillar la cabeza a cada alfiler, afilar la punta, y soldarle la cabeza a cada pieza, sería un verdadero reto producir diez alfileres al día. Smith concluyó que la división del trabajo aumenta la productividad al incrementar la habilidad y destreza de cada trabajador, al ahorrar tiempo que, por lo general, se pierde al cambiar de actividades, y al crear inventos y maquinaria que ahorraban trabajo. La amplia popularidad actual de la especialización del trabajo ( tanto en puestos de servicio como la enseñanza y la medicina como en las líneas de ensamble en las plantas de automóviles) se debe sin lugar a duda a las ventajas
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