Baterías nucleares, 20 años de energía sin recargar
Enviado por asdfsdafsadf456 • 18 de Septiembre de 2014 • Trabajo • 1.900 Palabras (8 Páginas) • 179 Visitas
Baterías nucleares, 20 años de energía sin recargar
23/01/2013 por Joaquín Alviz @rayjaken con 26 comentarios
Estas pequeñas baterías de energía nuclear pueden alimentar dispositivos de consumo reducido durante 20 años. ¡Olvídate del cargador!
¿Te imaginas que la batería de tu smartphone, de tu reproductor musical, o de tu tablet, pudiera durar 20 años sin tener que recargarla? Sin duda duraría más que el propio gadget en sí, y eso supondría que se acabarían los cargadores. Pues es posible que dentro de unos años esa utopía se haga realidad, porque… ya pueden adquirirse, a través de algunas webs chinas de compra-venta, pequeñas baterías de energía nuclear de larga duración.
Energía nuclear en tamaño reducido
En realidad, estas baterías (que tienen el tamaño de un pulgar) existen desde hace ya algún tiempo, y son las que se conocen como baterías betavoltaicas de Tritio. Fueron creadas por Peter Cabauy, de la empresa City Labs Inc., que buscaba obtener una fuente de alimentación fácilmente integrable en equipos electrónicos y que pudiera soportar condiciones meteorológicas extremas. Así, creó las baterías betavoltaicas de Nano-Tritio, que transforman directamente la radiación nuclear del Tritio en energía eléctrica (como si se tratara de una célula fotovoltaica, sólo que tomando la radiación de otro tipo de fuente en vez de la luz solar).
Baterías de Tritio, eficientes y seguras
El Tritio además se presenta como el candidato perfecto para este tipo de baterías, ya que su radiación es muy débil, lo cual protege por una parte los sistemas electrónicos cercanos, y por otra, al propio usuario (es uno de los radioisótopos menos perjudiciales, tanto que incluso una hoja de papel de aluminio puede detener sus electrones beta). Además, se dice que la cantidad de Tritio que puede extraerse de 1 litro de agua de mar puede ofrecer la misma energía que la que se obtiene de 300 litros de gasolina, por lo que si realmente es tan eficiente, respetuoso con el entorno y tan benévolo como comentan, puede ser una fuente deenergía muy interesante de cara al futuro.
El precio de la energía nuclear
Como comentamos, las baterías ya están disponibles comercialmente, y en Taobao(una especie de e-bay chino) pueden comprarse por el “módico” precio de 6.980 yuanes (unos 840€), aunque el vendedor informa de que ése es sólo el pago inicial, y que cuando el producto llega hay que pagar otros 10.000 yuanes (1.200€) para cerrar el trato, por lo que la fiabilidad de la operación no es muy alta…
De momento, estas baterías se utilizan para alimentar sensores, pequeñas luces de señalización, marcapasos, y en general equipos electrónicos de consumo reducido, por lo que aún no podemos utilizarlas para dar energía a nuestrosgadgets. Pero es probable que sigamos escuchando hablar en el futuro de este tipo de energía, ya que si su precio baja y se confirma su nula peligrosidad, a más de uno no le importaría tener una batería nuclear en su smartphone. ¿Y tú, clipete, te fiarías de este tipo de energía?
Impresoras 3D: Empieza la era del "maker economy"
Dejar de comprar y empezar a producir en casa. Ésa es una de las opciones que las impresoras 3D pone al servicio de los usuarios. Pero sus aplicaciones van mucho más allá de hacer objetos... llegó la hora de imprimir tejidos biológicos, sangre y por qué no, órganos. PAULA NÚÑEZ | INDUSTRIA | 28/11
Acceso sin límite a cualquier producto. De un juguete hasta un órgano humano, las impresoras 3D prometen revolucionar procesos industriales y el consumo.
Desde sus comienzos, a mediados de los 80, hasta hace algunos años habían tenido un desarrollo sostenido, donde la producción a pequeña escala y los costos eran factores decisivos en su progreso.
Pero, ¿qué se puede hacer actualmente con ellas? Por ahora, sus aplicaciones van desde un auto de plástico hasta tejidos biocompatibles. En Estados Unidos se ha usado para crear reemplazo de huesos, cartílagos de orejas e incluso ha generado polémica pues el usuario tendría la capacidad de llegar a imprimir armas.
SITUACIÓN ACTUAL
Algunos sostienen que con la masificación de esta tecnología podría haber una revolución tan grande como la existente en los tiempos de Ford, cuando la línea de ensamblaje marcaba a las industrias. La producción a escala podría cambiar sus parámetros pues con estas máquinas el costo por fabricar un artículo es el mismo que al hacer cientos de miles. Lanzar productos nuevos podría convertirse en un proceso barato y sencillo, con nuevos materiales y procesos tal como lo es el propio 3D.
Si bien hace décadas se usan en distintas industrias, las impresoras 3D están empezando a masificarse gracias a un grupo de investigadores que ha conseguido reducir considerablemente los costos asociados a su fabricación e implementos, permitiendo que en los próximos años estén en manos de particulares. Y lo cierto es que empieza a haber una mayor oferta en el mercado. Prueba de ello es Witbox, impresora que permite crear objetos de hasta 20 centímetros de alto y que es compatible con software libres para este tipo de impresoras, disminuyendo aún más los costos asociados.
A lo largo de este año, los precios ya han ido cayendo. Aquellos que adoptan rápidamente tecnologías empiezan a comprar este tipo de impresoras con modelos de línea masiva que van desde los US$300.
La mayoría de las impresoras 3D funciona alimentando filamento plástico a una boca a alta temperatura que deja caer plástico líquido sobre una superficie, una capa a la vez, hasta que se forma un objeto.
LOS RETOS
Pero esta potencial industria tiene algunos retos que superar. Uno de ellos son los legales. Qué pasa, por ejemplo, si alguien imprime una pieza que se había estropeado de un Mac, ¿se puede hacer sin vulnerar los derechos de Apple? Una de las características de estos equipos es que los planos de impresión se distribuyen en internet, lo que abre las puertas a las descargas ilegales y todas las problemáticas
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