Biodiversidad-ensayo
Enviado por halcon719 • 7 de Octubre de 2012 • 2.177 Palabras (9 Páginas) • 913 Visitas
BIODIVERSIDAD
La biodiversidad se refiere a la variedad de la vida, incluidos los ecosistemas (terrestres y acuáticos), los complejos ecológicos de que forman parte, la diversidad entre las especies y la que existe dentro de cada especie. La Biodiversidad es resultado del proceso evolutivo que se manifiesta en la existencia de diferentes modos de ser para la vida a lo largo de toda la escala de organización de los seres vivos. La gran biodiversidad es el resultado de la evolución de la vida a través de millones de años, cada organismo tiene su forma particular de vida, la cual está en perfecta relación con el medio que habita.
Se distinguen habitualmente tres niveles en la biodiversidad:
Genética o intraespecífica: consistente en la diversidad de versiones de los genes (alelos) y de su distribución, que a su vez es la base de las variaciones interindividuales.
Específica, entendida como diversidad sistemática, consistente en la pluralidad de los sistemas genéticos o genomas que distinguen a las especies. Ecosistémica, la diversidad de las comunidades biológicas (biocenosis) cuya suma integrada constituye la Biosfera.
Hay que incluir también la diversidad interna de los ecosistemas, a la que se refiere tradicionalmente la expresión diversidad ecológica.
Todos los seres vivientes sobre la tierra son parte de un gran sistema interdependiente. Materias inertes como el agua, las rocas, y el suelo, también forman parte de este sistema que hace posible que exista algún tipo de vida. La gran diversidad de los componentes que conforman este sistema – también conocida como la biodiversidad – y las relaciones que existen entre todos ellos, es lo que permite que exista vida en la tierra.
Existe una interdependencia muy estrecha entre todos los seres vivos y entre los factores de su hábitat; por lo tanto, una alteración entre unos seres vivos modifica también a su hábitat y a otros habitantes de ahí. Todas las especies se han adaptado a su medio y si este cambiara simplemente perecerían.
El valor esencial y fundamental de la biodiversidad reside en que es resultado de un proceso histórico natural de gran antigüedad. Por esta sola razón, la diversidad biológica tiene el inalienable derecho de continuar su existencia. El hombre y su cultura, como producto y parte de esta diversidad, debe velar por protegerla y respetarla. Además, la biodiversidad es garante de bienestar y equilibrio en la biosfera. Los elementos diversos que componen la biodiversidad conforman verdaderas unidades funcionales, que aportan y aseguran muchos de los “servicios” básicos para nuestra supervivencia. Desde nuestra condición humana, la diversidad también representa un capital natural.
El panorama actual no es muy alentador ni a nivel mundial ni a nivel nacional: efecto invernadero, destrucción de la capa de ozono, aumento de los incendios, escasez y contaminación de los recursos hídricos, cambios climáticos, mala distribución de recursos alimentarios, extinción de especies vegetales y animales, etc. Lógicamente todo estos fenómenos inciden, de manera directa o indirecta pero negativamente, sobre la diversidad biológica o biodiversidad de nuestro planeta. Realmente no somos actualmente capaces de estimar las consecuencias de todo este proceso. Ya que la pérdida de plantas, animales y microorganismos, es decir el acervo genético que contienen y los intrincados ecosistemas que constituyen, son fuente potencial de inmensas riquezas materiales, muchas de ellas aún sin explotar, en forma de alimento, medicinas y otras sustancias de interés comercial. Obviamente esta diversidad está en crisis. Así, en este sentido es urgente la necesidad de proteger esta biodiversidad y, aún más necesario su estudio y detallado conocimiento que nos permita una correcta gestión en nuestras políticas de conservación, pues la pérdida de esta diversidad es un hecho fatal porque, por un lado, se trata del único proceso que es totalmente irreversible, ya que el acervo genético que el mundo dispone es uno de los recursos principales e insustituibles; y por otro, sus consecuencias son muy poco predecibles, ya que la biota sigue en gran medida sin estudiar y por tanto sin valorar. Es decir, no es posible establecer con precisión los límites y magnitud del problema.
La conservación de especies animales no es sino una actividad parcial dentro de una más general, como es la conservación biológica. Ahora bien, al tratar de la conservación de especies animales o al preservar los valores que la fauna pueda ofrecer se ha cometido, de siempre el grave error de considerar con exclusividad a los vertebrados y se ha olvidado la existencia de seres más “modestos” pero no menos importantes. Así los Libros Rojos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que gozan del prestigio de ser reconocidos como la fuente más autorizada de información sobre los animales amenazados del mundo, cubrían hasta 1983 sólo los vertebrados, año en que se publicó el libro Rojo de los Invertebrados. Pero, ¿qué conocimientos reales tenemos sobre los invertebrados y las amenazas a sus poblaciones?, ¿qué criterios hay que considerar para establecer esas zonas protegidas? y ¿qué medidas de gestión habría que poner en práctica?. Ante esta situación, “lo protegemos todo, por si acaso”. Por una parte, es evidente que sólo una legislación no es suficiente para evitar la extinción de especies en peligro. Pero también por otro lado, una legislación restrictiva en términos científicos es aberrante por poner trabas burocráticas al estudio y catalogación de los insectos o invertebrados, que en general, presenta una problemática completamente diferente a los vertebrados. Evidentemente el problema de protección y conservación sigue sin solución.
Es preciso reflexionar acerca de la importancia de la biodiversidad y de los peligros a que está sometida en la actualidad a causa del actual crecimiento insostenible, guiado por intereses particulares a corto plazo y sus consecuencias: una contaminación sin fronteras, el cambio climático. Para algunos, la creciente preocupación por la pérdida de biodiversidad es exagerada y aducen que las extinciones constituyen un hecho regular en la historia de la vida: se sabe que han existido miles de millones de especies desde los primeros seres pluricelulares y que el 99% de ellas ha desaparecido.
Pero la preocupación no viene por el hecho de que desaparezca alguna especie, sino porque se teme que estamos asistiendo a una masiva extinción como las otras cinco que se han dado a lo largo de la evolución de la
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