Bosques deciduos
Enviado por anak1703 • 10 de Enero de 2014 • 1.476 Palabras (6 Páginas) • 437 Visitas
Bosques deciduos
El clima estacional del llano parece no afectar mucho al bosque tropical de la zona. Es cierto que la carestía de agua durante la época de sequía e un factor limitante de la vida, pero el bosque de los llanos casi siempre crece y se desarrolla en suelos que de algún modo tienen constante suministro de agua. Estos bosques son llamados secos o deciduos, debido a que están constituidos por especies de árboles capaces de botar sus hojas, como un mecanismo de conservación de agua cuando la sequía aprieta.
El grado de caducidad del bosque es variable, ya que no todas las especies de árboles del bosque pierden la hoja. Por eso, se pueden observar copas sin hojas entre otras que todavía se mantienen verdes. El bosque de galería, en cambio, crece a orillas de los ríos y como sus raíces están en constante contacto con el agua, inclusive en la época de sequía, no están sometidos a un estrés que le haga botar sus hojas.
En gran parte, las especies maderables de estos bosques han sido explotadas por su gran valor para la industria, como el apamate, la caoba, el cedro, el acapro, el mijao y el saquisaqui. Entre las que persisten, un grueso número, son aquellas que tienen mayor valor como productoras de frutos y semillas que utilizan los animales de cría. El guásimo, la guama, el coco-e-mono, y muchas otras son de las más conocidas.
La estructura física del bosque seco, presenta casi siempre tres doseles. Uno de gramíneas y pequeños arbustos cerca del suelo, otro un dosel medio de árboles pequeños hasta los cinco o seis metros y el dosel de los árboles más grandes, superando a veces los treinta metros de alto. Entrelazadas, trepando hasta sobre las copas, viven las lianas o enredaderas que muchos animales usan como sus escaleras entre las copas.
El Páramo
Las zonas entre 3.000 y 4.500 metros de altura de Los Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador y el norte del Perú, son ambientes templados llamados páramos. Allí, la temperatura, la humedad, la insolación, la precipitación y el viento, producen un clima extremo impredecible.
El Frailejón con sus flores amarillas adorna el páramo en octubre; las margaritas moradas del Tabacote, las flores fucsia y amarillas del Chispeador, el azul y blanco del Chocho, el rojo, verde y amarillo de la Bandera Española, el amarillo chillón del Saní, la Salvia purpúrea y la rojiza Cizaña, conforman el colorido caleidoscopio del Páramo.
El Cóndor de Los Andes y el Águila Real son las aves más grandes del lugar. Entre las pequeñas, la Paraulata o Siote, el correporsuelo y el chivito de páramo o tucusito, disfrutan de las frías pero asoleadas mañanas. El Conejo y la Musaraña abundan pero resulta muy difícil verlos.
Vivir en el Páramo, cerca del cielo, es poder atravesar las nubes, congelarse o quemarse cada veinticuatro horas debido a las temperaturas bajas y a la insolación. Es otear ensimismado el paisaje y pasar el frío tomando chocolate caliente o un "calentaíto" mientras el atardecer se refleja sobre la laguna.
La selva nublada
A partir de 800 metros de altura sobre el nivel del mar, y hasta más arriba de los 2.500 metros, nuestras cordilleras montañosas provocan condensaciones de vapor de agua atmosférico que, en forma de nubes, envuelve casi constantemente estos parajes.
Las selvas que se desarrollan en las cumbres y en los costados de las montañas tropicales están constantemente inmersas en esas masas nubosas. Durante la época de lluvias, la nubosidad predomina en las frescas madrugadas y las tardes. Durante las horas más asoleadas, las nubes se disipan para mostrar el fulgurante verdor de la montaña.
El clima a esas alturas con una temperatura media de 19 grados centígrados, es casi perfecto. Allí no existe el calor extremo de las selvas tropicales ni el frío extremo de las grandes cumbres de Los Andes.
En ese ambiente acogedor, viven muchas especies de plantas y animales. En medio del dominante verdor de la selva, destacan joyas coloridas, en forma de flores, insectos, ranas y pájaros. Como el agua de las nubes envuelve todos los espacios, las plantas se dan desde el suelo, hasta sobre la última rama del árbol gigante cuya copa forma el techo de la selva.
Los Palmares
En casi todos los ambientes llaneros de relieve más bajo, donde se acumula el agua temporal o permanentemente, podemos apreciar la aparición del palmar como una comunidad biológica o elemento paisajístico de singular importancia. Sin
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