CARACTERÍSTICA DEL MÉTODO ONOMATOPÉYICO
Enviado por choisiwon • 1 de Abril de 2014 • 557 Palabras (3 Páginas) • 264 Visitas
CARACTERÍSTICA DEL MÉTODO ONOMATOPÉYICO
1. Es fonético; es decir, emplea los sonidos de las letras y no de sus nombres.2. Su fonetismo es onomatopéyico; es decir, que el sonido de las letras seobtiene de la imitación fonética de los ruidos y las voces producidas por losnombres, animales y cosas.3. Es sintético, porque parte de los sonidos para formar sílabas y luego conéstas forma palabras y frases.4. Es analítico, en cuanto a que en sus ejercicios orales se descomponen laspalabras en sílabas y también al comparar los sonidos onomatopéyicos conlos de las palabras.5. Es simultáneo; es decir, asocia la lectura con la escritura y hasta despuésque el niño sabe leer y escribir elementalmente, emplea los caracteresimpresos I maestro Torres Quintero anota, además de la etapa referente a los ejerciciospreparatorios con caracteres educativos para la vista, la mano, el oído y losórganos vocales, y otras cuatro etapas que a continuación se apuntan con laexplicación correspondiente:
PRIMERA ETAPA
Enseñanza de las letras minúsculas manuscritas siguiendo los siguientes pasos:1. Cuento onomatopéyico por el maestro y pronunciación también por elmaestro y a veces por los niños de la onomatopeya descubierta.2. Repetición fonética de la onomatopeya por los niños, individualmente yluego en coro.3. Identificación del sonido o letra onomatopéyica, como elemento de palabra.4. Escritura por el maestro, en el pizarrón, del sonido onomatopéyico (letra).
EL NIÑO Y LOS CLAVOS
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre
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