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El consenso científico general es que la actividad humana está impactando la sustentabilidad ambiental

del planeta, amenazando su habilidad para sostener a las generaciones actuales y futuras. Diversos

reportes, tales como la Evaluación de Ecosistemas del Milenio y el Reporte de Evaluación del Panel

Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU, han arrojado

evidencias sólidas que ilustran el deterioro del medio ambiente global. Entre las principales causas de

esta situación se encuentra el crecimiento de la población mundial, el incremento en la producción y

consumo de bienes, y los flujos de comercio asociados que sostienen dicho crecimiento. Se prevé que

la población mundial crezca de los 7.0 mil millones de hoy a cerca de 9 mil millones para el año 20501.

Al mismo tiempo, la demanda y la necesidad de estándares de vida mejores, particularmente en los

países en desarrollo, será cada vez mayor. Tales factores han impuesto una enorme presión al

equilibrio atmosférico, la disponibilidad de agua y terrenos, así como a la salud y biodiversidad de

nuestros ecosistemas.

Importantes estudios indican que:

 En la mayoría de los países, se controle la calidad del aire para garantizar que las emisiones con

potencial de impactar la salud humana y los ecosistemas estén bajo control. Los principales

contaminantes que pueden liberarse, ya sea por procesos naturales o debido a la actividad humana,

son SOx, NOx 2 y polvos, los cuales están normalmente limitados por disposiciones legales.

 Para garantizar que las necesidades básicas de la creciente población mundial sean cubiertas, la

disponibilidad de agua se ha convertido en una prioridad global. La salubridad, el suministro de

alimentos, la provisión de energía y los procesos industriales dependen del agua. Para el año 2025,

se pronostica que dos terceras partes de la población mundial enfrentarán escasez de agua3. Las

soluciones para evitar esta situación se basan en la reducción de la sobreexplotación del agua, en

el control de la contaminación y una mayor eficiencia en el uso del agua.

 El 60% de los servicios que proveen los ecosistemas, los cuales dependen de la biodiversidad, se

encuentran deterioro de acuerdo a evaluaciones realizadas4. Estos servicios (purificación de agua,

suministros medicinales, polinización de cosechas y otros) son fundamentales para sostener la vida.

La degradación de la tierra y el cambio climático son las principales causas de la pérdida de

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