COMENCE A LEER POR CASUALIDAD
Enviado por • 12 de Mayo de 2014 • 744 Palabras (3 Páginas) • 176 Visitas
COMENCE A LEER POR CASUALIDAD!
En este breve ensayo pretendo justificar que la buena lectura es aquella que se realiza con mucha imaginación y se sufre mucho para lograrlo cuando se inicia con un método anticuado.
Para lograrlo es necesaria la lectura en voz alta; cuando comenzamos a leer se pretende hacer de esta forma, porque para los niños representa el primer contacto con el discurso.
De esta manera el niño comienza a desenvolverse, a perder el miedo de comunicarse y socializarse con los amigos, con los compañeros y adentrarse a ese mundo lleno de imaginación, volverse prácticamente un hablantín.
Debo confesar que de pequeño no tuve esa proyección hacia la lectura, la forma como aprendí las primeras letras, fue muy desgarradora, con maestros que castigaban y que en lugar de encontrar motivación, te hacían sentir miedo y frustración, evoco lágrimas cuando me inicie en este arte.
La regla de madera era el objeto letal para el castigo, al empezar a leer no entendía porque mi maestra me enseñaba así: p a pa, t o to, como dice, pato, un ejemplo más: m e me, s a sa, dice, mesa; esa era la forma de deletrear de la mentora. Claro que no comprendía nada de como leer ¿o acaso usted ya me entendió? Fue gracias a mi madre, con su poca preparación que también me enseño silábicamente donde pude comprender el significado de unir silabas, leer palabras y después oraciones, utilizando un cuadernito llamado silabario.
Sin embargo todavía tenía mis bemoles en cuarto año de primaria, tengo fresco en la memoria que no podía leer las siglas PRI, porque desde ese entonces ya existían las propagandas de ese partido, veía bolsas, machetes, banderas, etc. con el mismo símbolo y yo quería leerlas, y me pasaba horas leyendo las mismas letras y pronunciaba RIP, PIR y de ahí no salía, y así estuve un buen tiempo hasta que mi maestro que más recuerdo Varguitas, me asistió y pude leer PRI; el orgullo no cabía en mi cuando lo logre, hasta ahora lo disfruto.
Confieso que siempre me ha gustado leer en voz alta y no en silencio y que cuando estoy leyendo y hay alguien que interrumpa pierdo la concentración.
Con el paso del tiempo todo ha ido mejorando y ahora me corresponde enseñar a leer y más que nada corregir a quienes ya lo hacen pero tienen problemas de dicción, lamento que sea más difícil corregir que empezar a enseñar a tu modo al trabajar con alumnos de quinto y sexto grado.
Actualmente he integrado grupos de lectura de 10 a 15 minutos diarios, procurando que todos lean, que todos hablen, que todos se suelten, que todos sientan confianza en sí mismos, que todos participen y que lo hagan en voz alta.
En cuanto al ejemplo como docente, trato siempre de actuar, cambiar la voz, brincar, en pocas palabras actuar, y los niños lo disfrutan, se ríen, se divierten, se emocionan, porque trato de interpretar
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