CONSIDERACIONES SISTEMÁTICAS PARA EL ESTUDIO DE LA PENA
Enviado por Nicolás Cusicanqui Morales • 28 de Febrero de 2018 • Ensayo • 13.229 Palabras (53 Páginas) • 115 Visitas
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El sentimiento de justicia, de instintivo y profundo arraigo en la conciencia popular, exige penas severas para los crímenes más atroces y más suaves para los delitos de menos gravedad. Por otra parte, conminar e imponer igual pena a delitos de gravedad distinta, incitaría, como con razón se ha dicho, a cometer los más graves, señalar la misma para todos los hechos delictivos, solo sería eficaz para cometer los pequeños delitos. Por estas razones, en la elaboración de un sistema penal, no debe ser descuidada por completo la idea de la proporción entre delito y pena.
EUGENIO CUELLO CALÓN
La moderna Penología
Barcelona–España 1958
NICOLÁS CUSICANQUI MORALES
CONSIDERACIONES SISTEMÁTICAS
PARA EL ESTUDIO DE LA PENA
RESUMEN:
El estudio de la pena siempre ha sido relegado a un segundo plano, tanto por que lógicamente se estudia primero el delito y posteriormente su consecuencia que es la pena y porque en resumidas cuentas, la pena es la conclusión o fase final del proceso en la que se inflige un castigo a quien haya sido encontrado como autor de un delito, y por lo tanto, -en apariencia- cumplidos los fines de protección y justicia que el Estado debe a la sociedad. En este trabajo, se propone un estudio sistemático de la Pena, a través de la Penología, el Derecho Penitenciario y el Derecho de Ejecución Penal.
PALABRAS CLAVES:
Derecho Penal Boliviano, La Pena, Penología, Derecho Penitenciario, Ejecución Penal, Consecuencias jurídicas de la pena, Sistema Penal Boliviano.
COMO CITAR:
CUSICANQUI MORALES, Nicolás. “Consideraciones sistemáticas para el estudio de la Pena” La Paz-Bolivia, julio de 2012 (nicolascusicanqui.blogspot.com)
LA PAZ, BOLIVIA
JULIO DE 2012.
ELEMENTOS DOCTRINALES
PARA EL ESTUDIO DE LA PENA
[1]Nicolás Cusicanqui Morales
(I) Penología; 1. La Pena (III) Derecho Penitenciario; (IV) Derecho de Ejecución Penal; (V) Relación de la Penología con otras ciencias (1) Con la Criminología (2) Con el Derecho Penal (3) Con el Derecho Constitucional (4) Con la Política Criminal; (VI) Toma de posición respecto al estudio de la pena.
(I)
PENOLOGÍA
- Consideraciones en torno a la Pena.
Ciertamente el estudio del delito, del delincuente y de la pena, constituyen temas centrales de las Ciencias Penales. Es así que el delito es estudiado a fondo a través del Derecho Penal con la Teoría del Delito, por otra parte el delincuente ha sido ampliamente estudiado por la Criminología, pero en más de los casos, el estudio de la pena siempre ha sido relegado a un segundo plano, tanto por que lógicamente se estudia primero el delito y posteriormente su consecuencia que es la pena y porque en resumidas cuentas, la pena es la conclusión o fase final del proceso en la que se inflige un castigo a quien haya sido encontrado como autor de un delito, y por lo tanto, -en apariencia- cumplidos los fines de protección y justicia que el Estado debe a la sociedad. En ese sentido, hagamos una retrospección histórica de la concepción de la pena, de acuerdo al grado de desarrollo de la sociedad y de la forma en la cual ha sido concebida.
En los pueblos primitivos la pena, siempre ha sido considerada como consecuencia de un acto dañoso del hombre, y como tal, impuesta por el grupo, a través del líder, jefe, sacerdote o guerrero, -que en más de las veces- esas calidades recaían en una sola persona, la cual al infligir el castigo, lo hacía a nombre y representación de la divinidad y por lo tanto, cumplía la función mágica de la expiación. Sin embargo, en esta fase, el castigo otorgado no puede revestir todavía el carácter de pena, ya que todavía no aparece el Estado y su legitimación para crear delitos y penas.
Cabe resaltar que la justificación para la existencia de la pena -como medio represivo-, está íntimamente relacionada a la necesidad de mantener las condiciones necesarias para convivencia de una comunidad. Muñoz Conde en torno al tema señala que “…Sin la pena, la convivencia humana en la sociedad actual sería imposible. Su justificación no es, por consiguiente, una cuestión religiosa ni filosófica, sino una amarga necesidad…”[2]
Ahora bien, en una rápida visión del transcurso histórico de la pena, desde las primitivas formas de castigar[3], pasando por los castigos crueles de la Edad Media, hasta la Revolución Francesa con sus postulados liberales, y que mucho más tarde diera paso a la llamada lucha entre la Escuela Clásica y la Escuela Positiva, posiciones que por su turno formularon las teorías absolutas (retribucionismo), y las relativas (enmienda, readaptación), la cual, -en el caso de la pena- concluye con las tendencias eclécticas, o Teorías de la Unión, la pena siempre tendrá un carácter aflictivo y como tal privativa de derechos. Esa es su esencia.
Al respecto Francesco Antolisei decía: “... El carácter que acabamos de indicar es propio de todos los castigos, aun de los que se infligen en el ámbito privado: en la familia, en los colegios, en las asociaciones, etc. En todo caso el castigo implica un sufrimiento. La pena que a nosotros nos interesa difiere de los demás castigos en que es infligida por el Estado: es una sanción publica...”[4] es por ello, y muy a pesar del gran avance de la Penología, parece que la pena siempre tendrá el carácter aflictivo. A este tipo de pena[5], se denominará como “Pena Estatal”.
Es cierto que ya ha desaparecido la Pena de Muerte en casi todas las legislaciones del mundo, con igual tendencia de prescindir de las condenas perpetuas, así como el de las penas corporales y degradantes, quedando en todo caso las penas privativas de libertad y las nuevas penas no privativas de libertad y que mayormente afectan el patrimonio o limitan temporalmente algunos derechos. Sin embargo y pese a este panorama, las nuevas medidas por menos gravosas que sean, siguen siendo aflictivas, solo debe pensarse en la molestia que resulta pagar una multa -por más pequeña que sea- o dedicar parte de nuestro tiempo a alguna labor social impuesta por autoridad competente, o la angustia que resulta del no poder desplazarse fuera de la ciudad o de las fronteras de nuestro propio país, y es que aun hayamos avanzado bastante como humanidad, en nuestro mundo siempre habrá dos constantes: El delito y su consecuencia que es la pena
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