Cancer De Cuello Uterino
Enviado por 956573787 • 18 de Septiembre de 2014 • 11.534 Palabras (47 Páginas) • 245 Visitas
INTRODUCCIÓN
El cáncer de cuello uterino constituye un problema de salud pública en América Latina. Es el tumor maligno más frecuente en las mujeres del continente y la neoplasia con mayor índice de mortalidad en la población femenina de nuestro país.
El cáncer de cuello uterino es la segunda causa de mortalidad femenina, sin embargo, cuando es detectado a tiempo puede ser curable. Un despistaje oportuno a través del Papanicolaou y la colposcopia, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para muchas mujeres.
Las lesiones precancerosas (displasias) y los tumores malignos en fase inicial del cáncer de cuello uterino son tratables y curables si se diagnostican precozmente. Por ello es importante que anualmente las mujeres se sometan a un chequeo ginecológico para prevenir y/o detectar tempranamente esta enfermedad que afecta a más de cuatro mil mujeres cada año en nuestro país.
Este cáncer es la segunda causa de mortalidad en mujeres, pero cuando es detectado tempranamente se puede curar mediante la extirpación o destrucción de los tejidos precancerosos o cancerosos. Pero en casos avanzados y si la enfermedad no ha comprometido otros órganos el tratamiento es la extirpación del útero (histerectomía). Con el 95% de los casos de cáncer de cuello uterino son causados por el Virus Papiloma Humano que se transmite mediante las relaciones sexuales. Debido a que la infección que provoca este virus no da síntomas pueden pasar 7 ó 10 años para que una paciente presente este cáncer que afecta a mujeres entre los 30 y 55 años de edad.
Existen diversos factores de riesgo para adquirir este cáncer y entre ellos se encuentra: el inicio temprano de las relaciones sexuales, tener varios compañeros sexuales, sistema inmunológico débil, tener una pareja sexual con múltiples compañeros sexuales, haber tenido verrugas genitales, entre otros.
Según el Dr. Vicente Vargas Egas, ginecólogo del Centro Oncológico Detecta, más del 70% de los casos son diagnosticados en estado avanzado, es decir cuando el cáncer ya no es curable. “El lento desarrollo de este cáncer permite su detección temprana mediante exámenes sencillos como el Papanicolau y la Colposcopia Digital (ampliación microscópica de lesiones muy pequeñas), los cuales deben realizarse a todas las mujeres que han iniciado su vida sexual o a partir de los 20 años, si no han tenido relaciones íntimas”, sostiene el galeno.
Lamentablemente, los síntomas se presentan cuando el cáncer está avanzado y estos pueden ser: flujo vaginal continuo de olor fétido; sangrado vaginal anormal entre períodos, después de las relaciones sexuales o de la menopausia; y períodos menstruales abundantes que duran más de lo normal. En algunos casos hay pérdida de peso, fatiga, dolor pélvico, dolor de piernas, filtración de orina o heces y fractura de huesos.
La experiencia en países desarrollados ha demostrado que la única manera de disminuir la morbimortalidad asociada al cáncer de cuello uterino es mediante la prevención secundaria.
Si el diagnostico de las lesiones se realiza en su etapa intraepitelial, el tratamiento resulta mucho más eficaz, más económico y puede ser llevado a cabo en centros de menor complejidad próximos a los lugares de procedencia de las pacientes, con internaciones cortas o aún en forma ambulatoria.
Las lesiones intraepiteliales son asintomáticas por lo que las pacientes portadoras deben ser identificadas y diagnosticadas mediante screening en la población general de mujeres. El método más adecuado para ello es estudio citológico cervical. Como es obvio, el despistaje por sí solo no basta para dar solución al problema, la respuesta integral pasa por un sistema de salud preparado para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las pacientes.
En otras palabras, la citología, aunque ocupa una posición central dentro del esquema de los programas de prevención, es solo una parte del complejo sistema que debe conformarse para alcanzar las metas propuestas. Este es un concepto fundamental y su no comprensión puede ser causa de fracasos de programas aparentemente bien diseñados.
CÁNCER DEL CUELLO UTERINO
El cáncer consiste en una proliferación anómala de células, y en este caso dicha proliferación ocurre en el cérvix o cuello uterino. Aunque puede extenderse principalmente a la vagina, los sistemas de sujeción del útero, los ganglios linfáticos y el recto. El útero o matriz es un órgano reproductor femenino importante. Es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Existen muchos tipos de cáncer de útero. El tipo más común comienza en el endometrio, la membrana que recubre el útero. Este tipo de cáncer a veces se denomina cáncer de endometrio.
El de cuello de útero es el segundo cáncer más común en las mujeres europeas de entre 15 y 44 años, aunque su frecuencia varía de unos países a otros. Lo más normal es que aparezca en mayores de 54 años, pero se ha observado que en los últimos años afecta a mujeres cada vez más jóvenes. El cáncer uterino suele ocurrir después de la menopausia. La obesidad y la sustitución hormonal con estrógeno (también llamada terapia hormonal para la menopausia) también aumentan el riesgo.
El tratamiento varía dependiendo del estado general de su salud, del avance del cáncer y si las hormonas afectan su crecimiento. El tratamiento suele ser una histerectomía, que es una cirugía para extirpar el útero. También se extraen los ovarios y las trompas de Falopio. Otras opciones incluyen la terapia hormonal y radioterapia.
El cérvix o cuello uterino es la parte más baja del útero, el lugar en el que crece el bebé durante el embarazo. El cáncer de cuello uterino es causado un virus llamado virus del papiloma humano (VPH). El virus se contagia por contacto sexual.
El cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH. Pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer. Las mujeres que tienen mayor riesgo son las que fuman, las que han tenido muchos hijos, las que han utilizado pastillas anticonceptivas por mucho tiempo o las que tienen una infección por VIH.
Es posible que en un principio, el cáncer de cuello uterino no cause síntomas, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. Suele tomar varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. El médico puede encontrar las células anormales con una citología vaginal o Papanicolau (Pap), que es un examen de las células del cuello uterino
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