Casos particulares de trasplante de órganos

Casos particulares de trasplante de órganos

A continuación, trataremos casos de trasplantes que son específicos. Esta especificidad se da por la proveniencia del órgano o del tejido. Se trata del caso de neonatos que nacen del todo o parcialmente desprovistos de cerebro, de tejidos fetales, órganos provenientes de animales y de injertos de órganos artificiales.

1.  Extracción de órganos con fines de trasplante de neonatos anencéfalos

Los neonatos anencéfalos son los afectados por carencia congénita de cráneo, cuero cabelludo y hemisferios cerebrales, mientras que está regularmente presente el tronco cerebral. La causa de esta malformación mortal es muy poco conocida. La prognosis es invariablemente infausta. La mayoría de los concebidos afectados por anencefalia muere antes del nacimiento. La supervivencia de aquellos que nacen vivos varía de pocas horas a pocos días, con raros casos de semanas o meses. Los aptos para la donación de los órganos son sólo los nacidos vivos. Y como vivos son tratados mientras tienen el tronco cerebral funcionando.

Existe una fuerte petición de órganos de pequeñas dimensiones para pequeños pacientes nacidos con graves malformaciones. Los neonatos anencéfalos son considerados una fuente preciosa de estos órganos de pequeñas dimensiones. Los neonatos anencéfalos son prácticamente la única fuente de órganos de pequeñas dimensiones. Esta fuente es tanto más preciosa si se tiene en cuenta que sólo uno sobre cien de los posibles beneficiarios de trasplante en edad pediátrica recibe un órgano.

La toma de decisiones con este caso de pacientes lleva muchos conflictos ya que existen varias propuestas sobre su condición, algunos dicen que se deben considerar muertos a quien no tienen corteza cerebral, otros dicen que son personas vivientes pero desprovistos de cerebro, pero la última podría extenderse a otra categoría de pacientes como los sujetos de estado vegetativo persistente.

Nos encontramos, por consiguiente, frente a seres humanos vivientes que no tienen ninguna posibilidad de supervivencia y que pueden convertirse en donantes. ¿Qué se debe hacer? Los motivos a favor de la donación son muchos, todos estos beneficios que trae deben tener lugar en el respeto del valor personal del neonato. Sim embargo, esto lleva muchos problemas morales e interrogantes tales como: ¿el neonato anencéfalo es un donante? ¿Cómo se hace para confirmar su muerte cerebral?

 Pregunta 1: En realidad, la donación es llevada a cabo por los padres. Se continúa usando este término porque las alternativas son inaceptables. En efecto, se podría hablar de estos neonatos en términos despersonalizados como "fuentes" de órganos. Pero este es precisamente el punto crucial de la cuestión ética a saber, si tratar al neonato como persona humana y suministrarle todos los cuidados apropiados para su caso hasta que muera de una manera natural, o si tratarlo sólo como una fuente preciosa de órganos, haciendo todas las operaciones necesarias con el fin de conservar la funcionalidad de éstos.

Pregunta 2: En el caso de los neonatos anencéfalos, los criterios generales de confirmación de la muerte cerebral son de difícil si no imposible aplicación, por la particular situación del anencéfalo. Ya que las pruebas realizadas por el electroencefalograma y las pruebas de relieve del flujo cerebral no revelan datos que puedan ser utilizados. La muerte es determinada con la advertencia de la ausencia de reflejos del tronco y el prolongarse de la ausencia de respiración espontánea (apnea) por al menos 24 horas, pero la aplicación de estos 2 criterios es engañosa ya que las pruebas son aptas para señalar la desaparición de las funciones tronco-cerebrales, pero solo si estas ya habían estado presentes con anterioridad.

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