Condicionamiento clásico

Condicionamiento clásico

El condicionamiento clásico no recae en una única definición, sino que se presenta en la literatura con múltiples conceptos basados en distintas corrientes epistemológicas. Suele llamarse “respondiente” o “pavloviano” porque se le adjudica al trabajo que realizó a principios del siglo XX el fisiólogo ruso Iván P. Pávlov. Según el investigador Sarason “El condicionamiento clásico es un método mediante el cual se asocia un estímulo condicionado con otro incondicionado. En este procedimiento se presentan dos estímulos con estrecha proximidad temporal. El primero, o EI, produce un reflejo. Después de un cierto número de ensayos, también el segundo, o EC, adquiere la cualidad de producir un reflejo semejante.”

La historia de Pavlov es bastante conocida por aquellos que estudian psicología. Ivan Pavlov se encontraba investigando las secreciones salivares, gástricas y pancreáticas en los perros, en el cual tuvo que implantarle un aparato al animal que permitía medir con precisión el volumen de la saliva y de otras secreciones que son emitidas por un perro. Los perros comenzaban a salivar no sólo al recibir la comida, también reaccionaban así al olerla o al presentir a alguien con comida en un plato. Pavlov comenzó a reflexionar sobre si este hecho de la salivación prematura anticipada lo provocaba sólo la visión de la comida o si se encontraba en cualquier otro estimulo como lo es la visión, el sonido o una luz. Llegó a la conclusión de que su saliveo empezaba antes de recibir la comida a lo que él lo llamó una “secreción psíquica”. Sobre esta hipótesis surgió el condicionamiento clásico, en el sentido en que el fisiólogo cambió el foco de su investigación y empezó a trabajar en condiciones que lo hacían llegar a el mismo resultado.

El mecanismo de condicionamiento clásico se plantea en que, si a un perro le muestras comida, el perro activará una respuesta en forma de salivación que es un reflejo que posee de forma innata. Si a este estimulo como lo es la comida le asociamos un timbre o un sonido, después de unos días de adiestramiento, el sonido se vuelve un estimulo condicionado, de forma que su sonido es capaz de provocar en el perro el reflejo de la salivación. La respuesta del perro no es una respuesta que puede dar de forma innata, sino que ahora es condicionada. Pavlov experimentó entonces asociando distintos sonidos y estímulos visuales a la comida. Por ejemplo, ponía un metrónomo antes de alimentar a un perro; después de repetir esto en varias ocasiones, bastaba con que el perro escuchara el metrónomo para que empezara a salivar.

Gracias a los experimentos realizados Pavlov detectó cuatro principios que regían el aprendizaje: El principio de adquisición, el principio de generalización, el principio de discriminación y el principio de extinción.

El principio de adquisición es mediante el cual el sujeto empareja el estimulo incondicionado con un estimulo neutro. Según esto, cuanto mayor sea el numero de emparejamiento, mayor es la probabilidad de que se produzca una respuesta condicionada. Tras el proceso de adquisición de un estímulo condicionado, aparece una tendencia a actuar de manera semejante ante estímulos similares al estímulo condicionado inicial, se trata del principio de generalización. El principio de discriminación consiste en la capacidad para distinguir entre el estímulo condicionado original y el estímulo condicionado con características similares. Si la generalización es la respuesta a las semejanzas, la discriminación es la respuesta a las diferencias. Y por último el principio de extinción donde el sujeto condicionado a dar una respuesta determinada no está condicionado a darla durante el resto de su vida.

...