Consecuencias de la desertificación
Enviado por cesaryenii • 13 de Octubre de 2013 • Trabajo • 1.631 Palabras (7 Páginas) • 226 Visitas
¿Qué es la desertificación?
La desertificación consiste en una degradación persistente de los ecosistemas de las tierras secas producida por las variaciones climáticas y la actividad del hombre. Está presente en todos los continentes (salvo en la Antártida) y afecta al medio de vida de millones de personas, entre los que se encuentran buena parte de los pobres que viven en las tierras secas.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) define este proceso como «la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y sub húmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas». Por su parte, la degradación de las tierras se define como la reducción o pérdida de productividad biológica o económica de las tierras.
Las tierras secas, que suponen un 41% de la superficie terrestre del planeta, albergaban en el año 2000 a un tercio de la población humana, es decir, 2.000 millones de personas.
La desertificación se produce como resultado de un desequilibrio a largo plazo entre la demanda deservicios de los ecosistemas por parte del hombre y lo que los ecosistemas pueden proporcionar. En la actualidad, existe una presión creciente sobre los ecosistemas de las tierras secas en cuanto al suministro de servicios como la alimentación, el forraje, el combustible, los materiales de construcción y el agua, que es necesaria para el hombre, el ganado, el riego y el saneamiento. Este incremento se atribuye a una combinación de factores humanos (como la presión demográfica y el modelo de uso del suelo) y climáticos (como las sequías). Aunque la interacción de dichos factores a escala mundial y regional es compleja, sí es posible entenderla en la escala local.
¿Qué medidas se pueden tomar para luchar contra la desertificación?
La única forma que existe para controlar el avance de los desiertos es la reforestación, planes a gran escala de restauración del territorio, siempre con especies arbóreas, arbustivas, y de matorral autóctonas bien aclimatadas a la climatología del lugar, .La agricultura actual es una de las consecuencias de la desertización y del cambio climático, estudios recientes demuestran que la agricultura echa en terrenos cercanos a bosques aumenta la productividad, las plagas disminuyen y se protege el suelo. Las mejores carnes para el consumo humano se encuentran en la media montaña, lugares donde los pastos están rodeados de bosques, allí es donde la ganadera es más respetuosa con el medio ambiente.
La restauración vegetal de los territorios, la ampliación de las hectáreas boscosas y aprovechamiento de los recursos forestales de forma sostenible y ecológica protegerán la tierra y dará continuidad a la especie humana.
Consecuencias de la desertificación
El problema alcanza igualmente a la fauna. Ello se traduce en extinción de animales, retracción de sus áreas, pérdida de la diversidad genética, desequilibrios en las poblaciones. En la Argentina hay unas 300 especies de mamíferos, casi todas en graves situaciones de sobrevivencia. La presión sobre la fauna no solo deriva de la alteración de los ambientes, sino del comercio basado en el paupérrimo nivel económico de pobladores rurales que encuentran en la cacería una solución económica. Así la fauna silvestre constituye un capital en pleno deterioro.
La ganadería, que constituye una de las actividades productivas de las zonas áridas y semiáridas, ha sufrido igualmente las consecuencias de la desertificación. El paso de una ganadería vacuna dominante en un tiempo hacia una caprina es la norma general. El exceso de pastoreo, las talas, el mayor escurrimiento y la pérdida de suelo, etc. llevaron a menos oferta forrajera y el ganadero trata de resarcirse con el caprino, más rústico y con un mayor espectro trófico. Un ejemplo son los Llanos de La Rioja que, de 350.000 cabezas vacunas en 1908, pasó en 1965 a 158.000 con un aumento progresivo de la cabra.
La desertificación es un problema ambiental y socioeconómico de alcance mundial que exige especial atención. Es un proceso específico que se distingue de fenómenos similares, en otras zonas más húmedas del mundo, porque tiene lugar en condiciones climáticas muy duras y afectas negativamente a zonas con recursos naturales limitados de suelo, agua y vegetación.
Es un elemento que influye cada vez más en la degradación ambiental del planeta y desempeña un papel importante en la contaminación del agua, el aire y el suelo, la deforestación, las pérdidas de suelo y el cambio climático.
Contribuye sustancialmente a la pérdida de diversidad biológica en el mundo, especialmente en las zonas que son centros de origen de las principales especies de cultivo en el mundo, como el trigo, la cebada, el sorgo, y el maíz. Aumenta la pérdida de biomasa y productividad del planeta y contribuye al agotamiento de la reserva mundial de humus, perturbando las transformaciones biogeoquímicas mundiales y, en particular, reduciendo el sumidero mundial de dióxido de carbono.
Por último, la desertificación contribuye al cambio climático mundial aumentando el albedo de la superficie terrestre y disminuyendo la tasa actual de evapotranspiración, modificando el equilibrio energético en a superficie y la temperatura del aire continuo y añadiendo polvo y dióxido de carbono a la atmósfera.
¿Cómo evitar la desertificación?
El manejo integrado de suelos y agua son clave para prevenir la desertificación. Tomar medidas para evitar la erosión y la
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