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Enviado por GIONALD • 2 de Junio de 2014 • 3.386 Palabras (14 Páginas) • 161 Visitas
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Introducción histórica
Mesopotamia, de griego mesos, medio y potamos, río, se denomina así por situarse en los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eufrates, en la actualidad comprende Iraq y el este de Siria.
Durante el neolítico alcanzó un gran desarrollo con asentamientos urbanos importantes, como Eridu o Uruk (desde el año 3.750 a.C.). En esta última ciudad comenzó, muy probablemente, un sistema complejo de escritura, la llamada escritura cuneiforme [Nota 1].
La historia de Mesopotamia es una sucesión de civilizaciones, iniciada por los sumerios (3.000 a.C. - 2.350 a.C.). Estos son vencidos por las huestes de Sargón, rey de los acadios (Akkad), que imponen su poder hasta 1.800 a.C. Desde ese momento conviven dos importantes culturas: los asirios (Assur), al norte, y los babilonios (Babilonia), al sur. Cada uno evoluciona de forma diferente, pero ambos acabarán dominados por pueblos guerreros llegados del este, los persas.
En esta sucesión de pobladores caben destacar, primero a los sumerios, creadores de la escritura cuneiforme y después los acadios, de lengua semítica. Pero por la homogeneidad y la riqueza acuifera de la zona, estos y otros pueblos como los hurritas, acaban por converger en una cultura sustancialmente unitaria, cuyas bases se colocaron entre el IV y V milenio a.C., con los sumerios, continuando esta cultura los acadios, que ya en el III milenio a.C. aparecen en Mesopotamia, para terminar instalándose en el II y I milenio.
Arquitectura: los zigurats
Coincidieron en el tiempo con la cultura del antiguo Egipto pero a diferencia de estos, los edificios de Mesopotamia no estuvieron dedicados a los muertos, sino a los vivos. Los templos eran el centro neurálgico de cada ciudad.
También en la forma de construcción difieren unos de otros, mientras los egipcios construían sus pirámides a base de grandes bloques de piedra sobre la arena del desierto, los primitivos sumerios y sus sucesores, los pueblos acadio, babilónico y asirio, levantaron sus altas torres escalonadas y piramidales denominadas ziqqurratu o zigurats de adobe, mezclando barro y paja, que todavía se conservan en la llanura mesopotámica, y más al norte, a orillas del Tigris, en Asiria y al este en Elam.
Un zigurat [Nota 2] es una edificación monumental ligado al templo y dedicado a una divinidad. Se utilizaba también como observatorio astronómico. Tiene forma de torre piramidal escalonada, rematada por una capilla o santuario. Se accedía a cada nivel por unas enormes escalinatas. La planta de estos templos solía ser cuadrada, con lados de unos 60 0 70 metros y ángulos orientados hacia los cuatro puntos cardinales; la altura era de 15 a 30 metros; las paredes podían estar escalonadas en terrazas o construidas en talud.
Estas construcciones eran templos y observatorios con finalidad práctica, y al mismo tiempo poseian un marcado carácter simbólico. Desde la cúspide, los sacerdotes observaban el firmamento, anotando e interpretando las fases de la luna. También se celebraban espectaculares procesiones que ascendian a través de las escalinatas. A demás de este uso, también era lugar sagrado. Estas torres servián para que los dioses bajasen a la tierra, de ahí su forma de escalera.
Los primeros zigurats de dimensiones monumentales comenzaron a elevarse durante la tercera dinastía de Ur, alrededor del 2100 a.C. Los de las ciudades de Ur, Uruk, Nippur, Larsa, Sin y Lagash fueron los más famosos, grandes y espectaculares.
Uno de los zigurats más conocidos es el de Ur, situado al extremo sur de Mesopotamia, actual Irak, descubierto por Leonard Woolley, arqueólogo inglés en 1920.
Su construcción fue iniciada por el rey sumerio Ur Nammu, alrededor de 2300 a.C., terminándolo su hijo Shulgi.
Sólo una parte del monumento se ha conservado (fue parcialmente restaurada a finales de los años 1970), pero se sabe que originariamente contaba con una base de 62 m. x 43 m., alcanzando una altura desconocida, aunque superior a los 15 metros que hoy se mantienen. El interior está completamente formado por adobe. Las paredes del exterior estas hechas de ladrillos cocidos y como mortero utiliza el betún asfáltico. Se componía de varias terrazas superpuestas, con el templo en su cúspide. El acceso a las plantas superiores se realizaba a través de tres escaleras exteriores que aun se conservan.
El zigurat formaba el núcleo de un recinto sagrado que se dedicaba a la diosa-luna Nannar. Fue erigido en sentido diagonal a los puntos cardinales, aunque no muy exacta. Un muro exterior encerraba éste y otros tres edificios:Enuma, almacén del templo; Gi-par-ku, residencia oficial de las sumas sacerdotisas de la diosa-luna; y E-hur-sag, palacio real que probablemente se usaba en ocasiones religiosas. En el lado noroeste del zigurat estaba la cocina del dios, donde se preparaban sus comidas.
Ur-Nammu (…) cubrió el suelo de la primera terraza con una capa de ladrillos cocidos, de 2,5 metros de espesor. Su soberbia fabricación les ha permitido durar hasta hoy, y es a esos ladrillos a los que debemos la supervivencia de la forma original del zigurat de Ur. (…) Es también el zigurat más primitivo con terrazas, nichos y paredes inclinadas tan maravillosamente conservados. Estas últimas se elevan hasta una altura de 15 metros sobre el patio en el cual se alza el zigurat. Les seguían una segunda y una tercera terrazas hasta alcanzar una altura total de 21,33 metros. (…).
Apoyadas contra la pared noroeste, dos escaleras simétricamente opuestas descienden majestuosamente hasta el patio del templo.
La escalera principal, en el eje central del zigurat, sobresalía de la estructura y se unía con las dos escaleras laterales al nivel de la primera plataforma, donde era coronada por una poterna. A partir de aquí la escalera central se hacía más estrecha y conducía a la plataforma superior. Todo esto creaba una magna perspectiva para las procesiones sacerdotales. Un enorme pilar incrustado en el cuerpo del zigurat soportaba el tramo de escaleras. (…).
La amplia escalera central se iniciaba muy lejos del cuerpo del zigurat y continuaba hasta la plataforma superior. La idea de una escalera entre el cielo y la tierra quedaba así maravillosamente plasmada. No fue la satisfacción de necesidades puramente materiales, sino el deseo de una realización simbólica del vínculo entre dios y hombre lo que dio origen a esta nueva y expresiva forma arquitectónica. (Sigfried Giedion) [Nota 3].
En 1854 el cónsul británico en Basora J.E. Taylor comenzó
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