Conversion Gas Natural A Liquidos

Existen tres maneras de transportar el gas natural: a través de un gasoducto en estado gaseoso, como gas natural licuado mediante enfriamiento, o como líquido mediante tecnologías de conversión.

Las reservas promedio de gas en el mundo se estiman en 156 trillones de metros cúbicos. De estas reservas, hasta el 80% se encuentran en sitios remotos y de difícil acceso para transportarlos por gasoductos. En algunos casos se utilizan gasoductos hasta plantas de enfriamiento de GNL y luego en embarcaciones hasta plantas donde se vuelve a estado gaseoso. Esto es costoso y de difícil acceso.

Existe una tecnología de transformación de gas a hidrocarburo líquido (GTL) que mediante una reacción química convierte el gas natural en productos líquidos que data desde la Primera Guerra Mundial donde se implementaron plantas Fischer-Tropsch hasta llegar a nueve para 1945 y luego de la Segunda Guerra Mundial se trasladaron a Rusia. En EUA y Sudáfrica se realizaron estudios para ver la efectividad de otras sustancias hasta llegar este último en convertirse en líder mundial en producción de combustibles líquidos a partir del gas natural.

La conversión de gas a líquido empieza por la entrada de oxígeno O2 separado del aire. El oxígeno es insuflado en un reactor para extraer los átomos de hidrógeno del metano CH4. Luego, se utiliza un catalizador para recombinar el hidrógeno y el monóxido de carbono dando lugar a hidrocarburos líquidos. Estos productos líquidos son fraccionados en productos que pueden ser utilizados de inmediato o mezclarse con otros productos. El más conocido es el diésel, que tiene un contenido prácticamente nulo de azufre. Asimismo podemos obtener kerosén, etanol y dimetileter, nafta y ceras puras.

Muchas empresas de la industria han invertido para desarrollar tecnologías de conversión y así extraer nuevos productos. Esto ha significado una amplia inversión en este campo pero que sigue dando réditos.

La conversión de gas natural a líquido beneficia al medio ambiente en dos aspectos. Primero, los hidrocarburos líquidos resultantes son puros y de combustión limpia, incoloros, inodoros y de toxicidad baja. Segundo, la conversión de gas a líquido permite transportar y comercializar el gas asociado que, de lo contrario, sería quemado a la atmósfera. Otro beneficio sería la mayor facilidad de producción y transporte del gas asociado que normalmente se quema que contribuye a la contaminación del aire.

Actualmente, es preciso superar desafíos tecnológicos, dimensión, costo y eficiencia de las plantas GTL que requieren un volumen muy grande de reservas de gas para operar. Se está estudiando la implementación de plantas de menor tamaño para colocarlas en sitios remotos o flotantes. Asimismo, existen estudios para mejorar el proceso Fischer-Tropsch para convertir directamente el gas natural en líquido.

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