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Crianza de Truchas Arco Iris


Enviado por   •  24 de Junio de 2019  •  Informe  •  4.110 Palabras (17 Páginas)  •  129 Visitas

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4. CONDICIONES AMBIENTALES Necesitamos asegurar a la trucha condiciones ambientales óptimas o lo más cercanas posibles durante todas las fases de cultivo. Para ello lo primero es que el piscicultor conozca cuáles son estos requisitos de cultivo. Estas condiciones pueden ser modificadas gracias a, por ejemplo, la oxigenación, la recirculación o el tratamiento del agua.

 4.1. Oxígeno Disuelto La concentración óptima o aceptable de oxígeno dependerá de la fase del ciclo a cultivar. La necesidad de oxígeno en la trucha varía entre 200 y 500 mg/kg /h, según su edad. Las más jóvenes necesitan más oxígeno. 13 EL CULTIVO DE LA TRUCHA ARCO IRIS El oxígeno disuelto en el agua será utilizado por los peces, plantas y todos los organismos aerobios que se encuentren en el agua. Generalmente se expresa en miligramos por litro de agua. El rango óptimo es próximo a saturación (100%), pero los límites de cultivo para incubación de huevos y primeras fases embrionarias suelen rondar los 6 mg/L, en etapas posteriores el límite puede encontrarse en los 4-5 mg/L, aunque conviene mantenerlo en niveles superiores, ya que no sólo ha de permitir la supervivencia de los peces sino un buen índi 14 LUZ ARREGUI MARAVER Cuando los tanques no disponen de suficiente oxígeno los peces tienden a concentrarse en la cabecera de los tanques. Existen varios sistemas para añadir este oxígeno extra: saltos de agua, aireación o inyección. Si no se añade oxígeno al sistema, la cantidad de huevos, alevines y peces de engorde se determina en base a la cantidad de agua de entrada disponible y su oxígeno disuelto.

4.2. Caudal La cantidad del agua que fluye por un tubo o un canal abierto depende de la velocidad de agua y de la sección del tubo o canal por donde fluye: Q = V x A Donde Q = caudal (L/s), V = velocidad (m/s) , A = área (m2 ). Para poder realizar otros cálculos, a veces transformamos el caudal en el tiempo necesario para renovar totalmente el volumen de agua de un tanque o de la instalación: Tiempo de renovación (min) = Volumen tanque (L)/Q (L/min) Con este dato calculamos el número de renovaciones/hora o/día. Tabla 1. Suministro de agua en los tanques según la fase de desarrollo para un determinado número de ejemplares. Datos de Huet (1970) y Hoisy (2002). Caudal de agua para 1.000 individuos 0,25 L/min 1-2 L/min 2,5 L/min 4,5 L/min 10-14 L/min 67-95 L/min Etapa Inicio Fin N.º Individuos Incubación de hueva y desarrollo larvario 0.25 litros/min 2.5 litros/min 10.000 huevos cría de alevines 0.25 litros/min 3.5-4.5 litros/min 1000 alevines cría de juveniles 3.5-4.5 litros/min 10-14 litros/min 1000 juveniles Engorde 10-14 litros/min 67-65 litros/min 1000 truchas 15 EL CULTIVO DE LA TRUCHA ARCO IRIS

 4.3. Velocidad del agua Como acabamos de ver, la velocidad del agua es proporcional al caudal, pero un tanque puede tener un caudal adecuado y una velocidad perjudicial para los peces. La velocidad del agua en el tanque dependerá del caudal, pero también de su forma, orientación y velocidad en la entrada, así como de la forma y localización de la salida de agua. Para calcular de una manera sencilla la velocidad en tanques rectangulares, la velocidad del agua (cm/s) será igual a la longitud del tanque (cm) entre el tiempo de renovación (s). Para calcular la velocidad óptima para la talla del pez los productores aplican una regla muy sencilla: 1 cm /s por cada cm de longitud del pez, hasta un máximo de 20 cm/s. A partir de aquí, aunque el pez tenga mayor longitud, no es aconsejable aumentar la velocidad del agua. Tanto el exceso como la falta de velocidad de agua puede ser muy perjudicial para los peces, especialmente durante su desarrollo larvario. Si la velocidad es excesiva los peces tienden a agruparse en el final de los tanques rectangulares o en el centro de los circulares. Si la velocidad circula más lentamente de lo que sería adecuado puede no llegar oxígeno suficiente a los peces, y en el fondo del tanque se acumularán tóxicos y materia orgánica.

4.4. Temperatura La temperatura preferente de cultivo (engorde) es de 14-18 °C para arco iris. (Boeuf 1988). Esta zona térmica preferente puede variar por otros factores como caudal, profundidad, alimentación, etc. Si las variaciones de temperatura son lentas, existe capacidad de adaptación en ambos sentidos, hasta los 0 a 25 °C. El apetito es óptimo de los 7 a los 18 °C, siendo mayor el apetito según se incrementa la temperatura, aunque al superar los 18 °C decae otra vez. 16 LUZ ARREGUI MARAVER INCUBACIÓN HASTA PRIMERA ALIMENTACIÓN CRÍA Y ENGORDE 0°C 5°C 10°C 15°C 20°C 25°C ÓPTIMA ADECUADA TOLERABLE LETAL 0°C 5°C 10°C 15°C 20°C 25°C Existe una relación inversa entre la intensidad de la alimentación y la eficacia de la digestión. A 18 °C el apetito es máximo pero la digestión a esta temperatura no es muy eficaz. Los mejores rendimientos en trucha se obtienen cuando la temperatura ronda los 15 °C (Molony, 2001).

4.5. Materia en Suspensión Las truchas necesitan aguas claras para la incubación y la alimentación. En las avenidas, por contaminaciones o por otros motivos pueden darse grandes incrementos de materia en suspensión. Las concentraciones subletales de partículas en suspensión suelen estar asociadas a actividades humanas, por presencia de núcleos urbanos, intervenciones en los cauces y/ o actividades agroganaderas (Birtwell, 1999). No todos los tipos de sólidos en suspensión provocan los mismos efectos ni a todas las edades los peces presentan la misma susceptibilidad (Brown, 2000). Según la concentración, el tamaño y la naturaleza de las partículas, provocan alteraciones branquiales que pueden llegar a asfixiar a los ejemplares. 17 EL CULTIVO DE LA TRUCHA ARCO IRIS Los huevos son especialmente sensibles a cargas excesivas de sólidos en suspensión, ya que impiden la respiración a través de la membrana que los recubre (Reiser y White, 1988; Roberts, 2001), por lo que normalmente se protegen las incubaciones con filtros. La turbidez también puede impedir la visión normal de los peces, imprescindible para alimentarse con normalidad. También se manifiesta mediante la disminución de procesos de fotosíntesis al impedir la entrada de luz natural, lo que conlleva una disminución del oxígeno disuelto en el agua (Newcombe y Jensen, 1996; Boyd, 2000).

 4.6. pH El agua que llega a las granjas depende de la composición de los terrenos por donde discurre. En territorios graníticos o con cuarcitas, el sílice se disuelve en el agua y el carácter de esta es acido, en terrenos calcáreos el carácter del agua es básico, debido al calcio, sodio y potasio disueltos. 4 5 6 7 8 9 4 5 6 7 8 9 El carácter ácido o básico de un agua es determinante en piscicultura; los salmónidos son poco tolerantes con los cambios bruscos, cosa que puede suceder en zonas de pH ácido, con lluvias persistentes que lavan terrenos graníticos, o zonas de coníferas. Por otra parte, la eliminación de anhídrido carbónico durante la fotosíntesis diurna hace que aumente el pH de las aguas. Cuando los niveles de eutrofización son elevados, los cambios de pH de la noche al día pueden ser acusados por los peces. Dependiendo de la edad, la trucha tolera rangos menores o mayores de pH. La trucha arco iris de engorde tolera rangos entre 5,5 y pH 9,5, en 18 LUZ ARREGUI MARAVER las incubaciones y primeras fases sin embargo podemos considerar un rango de 6.5 y 8. Por debajo del pH 5,0 los salmónidos pierden la facultad para regular la concentración de cloro y sodio en el plasma (Roberts, 2001). Las aguas excesivamente ácidas producen erosiones en piel y branquias y alteraciones en la osmorregulación, (Brown, 2000). Los límites básicos del agua también pueden ser letales para los peces, produciendo erosiones en piel, hipertrofia e hiperplasia en las branquias e incluso ceguera por lesiones en el cristalino (Daye y Garside, 1976; Fivelstad, 2003). En las explotaciones que crían gran densidad de peces por m3 de estanque, pueden observarse variaciones de pH del agua de salida respecto al agua de entrada. El dióxido de carbono disuelto en el agua en estado libre es competitivo con el oxígeno que respiran los peces, pudiéndose dar el caso de que en aguas muy recicladas y débilmente oxigenadas, los peces no consigan el oxígeno necesario para su metabolismo. Para evitar el exceso de CO2 en el agua se recurre a diversos métodos para airear el agua, de manera que libere ese CO2 tóxico.

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