DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

La ciencia se define como un conjunto de conocimientos comprobados y sistematizados, obtenidos mediante el concurso de métodos lógicos, rigurosamente aplicados. Estos conocimientos, después de estar sujetos a la crítica y a la comprobación, se presentan organizados y distribuidos en las diversas ramas del saber.

La metodización comenzó a través de la observación, donde se descubrió la relación de que unos fenómenos son causa y otros son efecto. Esto se categorizó como causalidad, lo cual fue el primer método científico. Este primer método, falto de un objeto en particular al cual se le aplique, fue el primer punto de partida de la ciencia.

Posteriormente, el pensamiento indiferenciado, el geométrico, fue el que abordó la realidad, en el cual contar era la forma aplicada de la abstracción basada en la correspondencia cuantitativa. Así, la geometría, la aritmética y la medicina fueron quehaceres prácticos que no hallaron su teorización hasta siglos más tarde.

El trayecto de las ciencias empíricas pasó por el método de ensayos y errores. Este método fue quizás el primero en desbrozar el terreno de la ciencia primitiva. Sus logros y desaciertos se transmitieron por tradición oral en forma de preceptos plagados de supersticiones y mitos.

Tiempo después, surgió el método comparativo que sirvió para calificar más cercanamente los objetos mediante su semejanza o diferencia con uno o varios objetos.

Más tarde, la capacidad de sustantivación creció con los griegos, lo que perfeccionó el lenguaje. Esto hizo posible el desarrollo de la lógica y la filosofía griega. Así, a partir de la filosofía griega se perfilaron agudamente los conceptos y los métodos fundamentales de la ciencia en la antigüedad, se usó la observación natural y ocasionalmente una experimentación muy simple.

En la filosofía griega fue predominante la visión dialéctica y de conjunto que se mostró todavía con la sencillez de lo espontáneo. Posteriormente fue obligada a ceder el paso a otros métodos.

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