Del homo tipographicus al homo digitalis: sociología de la documentación y la información
Enviado por 55090585L • 15 de Junio de 2021 • Ensayo • 813 Palabras (4 Páginas) • 61 Visitas
Del homo tipographicus al homo digitalis: sociología de la documentación y la información
La era actual se caracteriza por la gran importancia que han adquirido las herramientas tecnológicas, creciendo a pasos tan agigantados, que provocan cambios en las relaciones sociales, culturales y económicas, así como en los documentos; hoy en día, el documento es el objeto de la disciplina, también en la dimensión social, es decir: el contexto. Vivimos en tiempos e administración digital.
Para poder abordar estos temas, debemos tener en cuenta cuándo se empezó a considerar al documento como un todo y no como algo aislado, como principio y fin de la disciplina. Esto ocurre a principios del siglo XX, con la figura de Paul Otlet, que plantea que un documento nace en sociedad y está dirigido a ella, con esto nos quiere decir que influye y se ve influido en la sociedad. Además, plantea tres elementos interrelacionados e interdependientes: autor, libro y lector.
Y, efectivamente, ¿cuál sería la función del documento si no instruirnos en cualquier materia? Él es una entidad social en sí mismo, y la socialización que éste implica deriva en una objetivación de los procedimientos a fin de atener a mayores audiencias. Así, podríamos decir que todas las metodologías documentales se ven regidas por el principio de pragmatismo, se vinculan por los fines sociales del proyecto y se inscriben en los modelos generales que se ocupan del proceso de la comunicación social.
Por tanto, la documentación es la expresión del pensamiento social, un concepto que cobra especial relevancia en la actualidad, en el marco de la sociedad de la información en la que constantemente se están repitiendo mensajes en múltiples soportes y por medio de varias vías. Vemos influencia de la gran revolución científica que se estaba dando entonces, Einstein revoluciona el campo científico con la Teoría de la Relatividad, que también afecta a este ámbito.
Lo que quiero decir con esto, es que un libro no es nada sin el lector, y esto era esencial para Otlet, lo que hace al libro no es tanto el emisor como el receptor. Un autor puede querer transmitir una idea, pero si el lector no percibe esa idea, ésta no existe. Hoy en día, quizá manejamos mucha más información que unos años atrás, debido a la proliferación de las tecnologías, pero no somos tan diferentes a entonces. La imprenta fue una gran revolución en la manera de ver el mundo, y generó una gran generación y movilización de información. Si no hubiera sido por la imprenta las tesis de Lutero no se hubieran expandido por el resto de Europa, y la reforma no hubiera sido posible. De la mano de todo esto, se empieza a democratizar también la escritura literaria.
Sin embargo, todo esto es exactamente lo que está ocurriendo hoy en día con la red. Repite igualmente el conocimiento y todos tenemos acceso a él, estamos inversos en una revolución similar, la Revolución Digital, que, aunque con ciertos parámetros diferentes, ha traído consigo lo mismo que la imprenta hizo; en cuanto al canal de comunicación, también sirve para la entrada de nuevos posicionamientos y entras políticas. Por ejemplo, los libros están perdiendo el carácter tangible para convertirse en un medio digital, pero su formato no ha cambiado. Precisamente, esta nueva forma de acceder y crear los contenidos nos lleva a cambios en las distintas partes que conforman la cadena del libro: la figura del autor se va perdiendo, ya que al subirlo a la red se convierte en algo público, y provoca que se ponga en entredicho que se sólo una persona la que detente el conocimiento en sí. Esto desemboca en que se desdibuje, a su vez, la figura del editor, pues no hay nadie que ponga esos filtros sobre qué es y qué no es conocimiento.
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