Deontologia CEU

TEMA 1.

Sin diéresis o evidencia moral o sentido moral, dicta lo que en general se debe hacer u omitir, así pues, se debe socorrer al necesitado y se debe evitar matar, por ejemplo. También se considera una facultad innata que permite distinguir el bien del mal. También se considera en sentido actual, la capacidad de pensar, juzgar y obrar rectamente y con prudencia.

Conciencia moral

Darse cuenta de algo o adquirir conocimiento de algo en su conjunto. Se puede definir como el juicio próximo o práctico que realiza la razón sobre la moralidad de las propias acciones. Esto supone realizar dos operaciones, la de testificar y la de enjuiciar. La acción de testificar supone contrastar la acción realizada con el fin perseguido y con los medios utilizados, conciencia concomitante o acompañante. La de enjuiciar los actos una vez realizados, que supone analizar y verificar la corrección o incorrección de los efectos producidos por esos actos, conciencia consecuente. Habría otra conciencia, que sería la conciencia antecedente y es la que orienta la conducta, lo que se debe hacer.

Respecto al origen de la conciencia moral, existen dos teorías. por una parte la teoría del innatismo, la teoría innata, que considera que la conciencia moral es algo que posee toda persona por el simple hecho de nacer, mientras que la teoría de adquisición considera que la conciencia es algo que deriva de la educación, de la evolución natural, de las relaciones sociales. Para los que defienden las teorías adquiridas, la conciencia moral surge de la consecuencia de la interiorizar las reglas impuestas desde fuera, en este caso las cosas buenas serían refuerzos positivos y los malos refuerzos negativos.

Tipos de consciencia Moral.

• Conciencia recta o autentica, cuando se obra con honradez.
• Conciencia viciosa, cuando se obra con malicia.
• Conciencia errónea, cuando se obra sin ajustarse a la verdad objetiva.
• Conciencia dudosa, cuando se obra sin tener claro lo que se quiere hacer.
• Conciencia cierta, cuando se enjuiciar la bondad o la maldad de las acciones con firmeza.
• Conciencia laxa, cuando se obra de forma permisiva.
• Conciencia perpleja, cuando no se tiene claro las normas a elegir.
• Conciencia farisaica, cuando se obra de forma hipócrita.
• Conciencia rigorista, cuando se juzga las acciones propias y de los demás con severidad.
• Conciencia escrupulosa, cuando se actúa de forma indecisa y ello provoca angustia y desasosiego.

Se debe educar la conciencia moral, de tal forma que a través de la experiencia y el aprendizaje.

Dos conceptos Unidos a la conciencia moral son la obligatoriedad y la responsabilidad, de tal forma que obrar en conciencia supone asumir responsable mente la acción que se realiza y sus consecuencias, aunque esa acción sea errónea. Esto supone, primero, que cada persona es responsable de sus actos, segundo, no hay oposición entre la conciencia y la ley moral y tercero, hay que respetar la libertad de conciencia, nadie puede ser obligado a actuar ni se le puede impedir actuar conforme a su conciencia.

En los actos morales, la moralidad de los actos depende de tres elementos.

• Primero, el objeto elegido, es el acto material en sí.
• Segundo, el fin perseguido, sería la causa final, la razón por la cual se realiza una determinada acción.
• Tercero, las circunstancias concurrentes, son las circunstancias que acompañan a la ejecución del acto. Santo Tomás distinguía entre cómo se realizó el acto, cuando se realizó, donde se realizó, con qué medios, quien realiza la acción y por último, que es lo que se realiza.

Deontología

Ciencia que determina los deberes de todos los que ejercen la profesión, se refiere a lo que debe ser, y no a lo que ya es. Su objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales. La deontología no es una ciencia normativa, sino que es  una ciencia empírica, que se ocupa de determinar los deberes que deben cumplir los profesionales si quieren alcanzar el ideal a la hora de ejercer la profesión. La deontología esta entre la ética y la moral, y trata de establecer las normas concretas que deben regir la conducta de los profesionales en determinadas‬ conductas.

El origen se encuentra en Jeremías Bentham, en su obra deontología y moral, consideraba que la deontología se aplicaba fundamentalmente en el ámbito moral, aquellas conductas que no están sometidas al control del estado, para él la deontología era un tratado del deber, deber cuya fuerza de obligar proviene del cálculo utilitarista, de las ventajas de una forma u otra de actuar.  Una acción será deontológica, si se ajusta a la norma que está en los códigos deontológicos, así lo decía Kant.

Gracias a la deontología, la ética profesional adquiere relevancia y reconocimiento público, porque la moral individual trasciende en el campo de la profesión. La deontología profesional sería la forma correcta y adecuada de cómo debemos actuar y cumplir con nuestra profesión, en ese sentido, la dignidad es un núcleo fundamental y básico en el ejercicio profesional.

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