Desarrollo de habilidades del pensamiento crítico

Saúl Flores Hernández

Desarrollo de habilidades del pensamiento crítico

Examen final

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Actualmente la unión internacional para la preservación de las naturaleza , dedicada a la conservación de las especies del  planeta , tiene clasificados a los humanos en la categoría de preocupación menor, en su famosa lista de estados de conservación, este es un mapa de la distribución del ser humano por el planeta, la zona roja, indica el lugar con mayor población y faltaría añadir a las personas que habitan en la estación espacial internacional, desde el 2 de noviembre del 2000, considerada la mayor obra de ingeniería de la humanidad, un resultado del esfuerzo internacional construido por países de todo el mundo, en la estación conviven personas de distintas zonas del planeta, una muestra de lo que somos capaces de alcanzar cuando nos unimos. Gracias a la inteligencia de nuestra especie, entre otras cosas, ha logrado llegar al punto en donde nos encontramos hoy. Pero esto ha tenido un alto precio, porque entre esas otras cosas, está la violencia, el homo sapiens es la especie que más mata personas al año, por encima de la malaria o cualquier animal venenoso, el 3% de las muertes anuales, son causadas por otros humanos y eso es en periodos de “calma” pues durante la segunda guerra mundial murieron 80 millones de personas. Si estamos de acuerdo en algo, es que el ser humano es violento por naturaleza. En el pasado, el ser violentos nos dio una clara ventaja, de hecho la selección natural favoreció la continuidad del comportamiento violento, pues esto nos permitió conseguir más recursos que las otras especies, defendernos de depredadores  y se cree que el ser humano sobrevivió gracias a que exterminó a los neandertales, la única otra especie que tuvo el potencial de volverse una civilización. Porque los que nos ha distinguido junto con los neandertales, de las otras especies que han existido en el planeta, es la inteligencia. Es normal definirse como alguien pasivo, pero esto es debatible, tan solo los 10 videojuegos más vendidos de la historia, 9 incluyen violencia, algunos deportes, hasta cuando estamos en la escuela y vemos una pelea, corremos para no perdernos ni un detalle de lo que pasa, a pesar de que algunos no se sientan identificados con estos ejemplos, el ser humano necesita calmar su sed de violencia de alguna forma, está en nuestra naturaleza, obviamente los ejemplos mencionados no son los mismos grados de violencia, ya que no es comparable el masacrar personas en un videojuego a hacerlo en la vida real, pero lo que nos motiva a hacerlo es comparable, de hecho es el mismo instinto que conservamos de hace miles de años, ese instinto que nos ayudó a sobrevivir pero que nos amenaza constantemente con autodestruirnos, aun podemos seguir convencidos de que no somos violentos. El experimento de Milgram, fue el experimento psicológico en el que se le pidió a unas personas anónimas que le dieran descargas eléctricas a una persona que acaban de conocer recién empezado el experimento, esta persona tras conocerse se desplazaba a una habitación y sus gritos se podían escuchar por la otra persona, con el tiempo se han hecho réplicas de este experimento en donde la idea es la misma, la persona tiene que ir aplicando descargas cada vez más fuertes hasta una última que termina matándola, la persona que realiza las descargas no está obligada a estar ahí, solo se le ha pedido que participe en el experimento, aunque si quisiera irse, el científico le pide que continúe, aunque en este experimento ninguna persona está recibiendo descargas, solo es una grabación para que la persona que las esta aplicando piense que realmente se le están haciendo dichas descargas, lo destacable del experimento es ver como a pesar de los gritos de dolor sin saber que es una grabación, los participantes siguen aplicando las descargas incluso después de dejar de escuchar gritos. Los resultados de este experimento fueron que el 65% de personas, aplicaron la descarga letal y el 100% aplicaron la de 300 voltios, aquella que deja inconsciente a una persona. Esto nos demuestra que con tan solo presionar a una persona, es capaz de matar, obedecemos fácilmente, esto nos ayuda a entender por qué participa tanta gente en los conflictos bélicos, a esto podemos incluir lo que estamos dispuestos a cambiar para “sobrevivir” ya que difícilmente los humanos estaremos en peligro de extinción. Cada vez es más grande la demanda de alimentos debido al gran crecimiento poblacional, esto va provocando mayor transformación del medio, esto incluye la ganadería, agricultura, industrias, urbanización, producción de energía. Todo esto ha destruido poco a poco nuestro planeta, debido a que las personas no saben o deciden ignorar lo que pasa, ya que en nuestro entorno no escasea el agua, falta comida, etc. Realmente no apreciamos lo que tenemos, decidimos desperdiciarlo o empeorar el ambiente. Existen muchos ejemplos: Las tradiciones como lanzar globos en día de reyes, sábado de gloria, tronar cuetes, el  12 de diciembre, por mencionar algunas, incluyendo algo tan cotidiano en nuestras vidas como el fumar, poniendo el pretexto de desestrezarse , el usar un simple popote, comprar albercas para divertirse, el uso excesivo de desechables,  tardar más de una hora bañándonos, dar regalos inútiles (globos, peluches, etc) hasta en la escuela, por ejemplo las exposiciones, gastar dinero en papel que usaremos máximo una hora, desperdiciar en adornos etc, es un gasto realmente innecesario. Podemos preguntarnos. ¿Realmente es necesario vestir a un niño de porcelana? ¿Es necesario hacer una gran fiesta a un santo, unos XV años, un bautizo? Cuando las personas apenas pueden pagar sus deudas, ese dinero puede invertirse en algo mejor y funcional. El tener hijos por montones, tantas personas (7450 millones de personas) dejaron de ser necesarias hace mucho tiempo. Las personas intentan justificar esto diciendo: “Son tradiciones” “Es la infancia de ellos, déjalos disfrutar” y muchos pretextos más para seguir haciéndolo aun conscientes de lo que causan. Cuando en muchos lugares es necesario caminar horas para conseguir agua, la sobreexplotación de recursos naturales. Todo esto es el precio de nuestra supervivencia como especie, cosas realmente innecesarias que seguimos haciendo sin cuestionarnos, reprimiendo al  que intenta dar su punto de vista. Esto nos puede hacer pensar que somos lo peor del mundo, que somos unos violentos, que matamos por diversión, que somos egoístas, la especie más violenta y desastrosa, cuando compartimos con muchas otras especies los más sádicos comportamientos. Ejemplos de esto: Las nutrias, a pesar de ser tan tiernas, violan a las crías de su especie  y a las crías de foca, los delfines tienen como forma de entretenimiento, acosar a marsopas, el cual consiste en golpearlas hasta la muerte, se han encontrado cadáveres con los huesos rotos, con lesiones causadas por delfines y lo hacen por diversión ya que no se las comen ni compiten por alimento  con las marsopas, se cree que hacen esto para practicar sus habilidades de matar bebés delfines, este comportamiento es muy habitual en delfines, leones y suricatos entre otros. También el acoso sexual es común en el reino animal, pero los delfines lo llevan al extremo, los delfines machos se unen en bandas para secuestrar hembras y hacer turnos para violarla, en caso de no haber hembras, violan al macho más débil y hay muchos casos más, un ejemplo es el caso de 1912, la expedición liderada por Scott, el primer humano en llegar al polo sur, observó un comportamiento en los pingüinos, se observó necrofilia y abusos tanto físicos como sexuales a crías de pingüinos. Los chimpancés practican el infanticidio con frecuencia, pero de una forma muy cruel. Para hacer que las hembras vuelvan a estar en celo, los machos descuartizan y comen a sus bebés frente a ellas, al igual que las hembras lo hacen con las crías de otras hembras, el por qué lo hacen, aún no se sabe, puede que sea por la naturaleza violenta en sus genes, así como en los nuestros, no es que todos seamos un monstruo, sino que todos los seres vivos tenemos un lado oscuro. Aunque ninguno de nosotros mataría a alguien ni haríamos algo de lo mencionado, no podemos comparar jugar un videojuego con matar a alguien, esto es cierto, pero debemos expresar nuestra violencia de algún modo, esto recae en la personalidad de cada quien, la forma de ser de una persona, no depende únicamente de nuestros genes, se calcula que aproximadamente el 50% de la personalidad  se determina por la genética y el otro 50% se determina por el entorno que lo rodea, no es lo mismo una persona criada en Irak que una criada en Alemania. Sabiendo que el humano es violento por naturaleza, tenemos que expresar esa violencia de alguna forma, podríamos hacerlo de distintas maneras: Jugando videojuegos, practicando deportes, algún arte o hasta leer o escuchar música, ya que estas acciones activan la misma zona del cerebro relacionada con el comportamiento violento. La amígdala, ayudando a canalizar esa necesidad, es por esa razón que muchas terapias en prisiones consisten precisamente en actividades artísticas, muchas personas han reprimido este instinto que lograron inhibirlo, en las últimas décadas  hemos encontrado muchas formas de controlar uno de nuestros peores instintos, la violencia, es hora de entender que todos estamos en el mismo planeta, el día en que logremos más cosas buenas que malas, el día en que nos demos cuenta que el precio de nuestra supervivencia no sea el acabar con nuestro planeta ni con nosotros mismos.

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