Diarrea Neonatal Bovina
Enviado por jeisson.parada • 21 de Marzo de 2013 • 6.567 Palabras (27 Páginas) • 452 Visitas
DIARREA NEONATAL BOVINA
JEISSON PARADA CARVAJAL
MEDICINA VETERINARIA
UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
RESUMEN.
La diarrea no es una enfermedad en sí misma, sino más bien el resultado de la alteración de la homeostasis intestinal en la cual se ve afectada la digestión y la absorción de nutrientes, electrolitos y agua. Cualquiera de estos cuatro mecanismos es suficiente para
alterar la homeostasis intestinal y provocar diarrea, pero en la mayoría de los casos se ven involucrados más de uno. La diarrea neonatal produce la muerte de muchas becerras, genera gastos por tratamiento y las becerras que sobreviven presentan retraso en el crecimiento y bajo desempeño productivo. Acelera también la eliminación de inmunoglobulinas, lo cual predispone al desarrollo de neumonía. Las causas de diarrea pueden ser infecciosas (virus y bacterias), parasitarias (protozoarios), tóxicas (fármacos u otros químicos) nutricionales o congénitas (errores del metabolismo y desórdenes inmunológicos).
INTRODUCCIÓN.
La diarrea neonatal es una enfermedad multifactorial compleja de los terneros recién nacidos. Clínicamente suele presentarse desde las 12 horas posparto hasta los primeros 35 días de vida y se caracteriza por excreción de heces acuosas y profusas, deshidratación progresiva, acidosis y, en casos severos, muerte en pocos días. Para su manifestación deben concurrir distintos factores epidemiológicos que dependen, además del agente etiológico (virus, bacterias y protozoos), del huésped, transferencia de inmunidad pasiva y condiciones ecológicas. Es de tener en cuenta la falta de higiene en los sistemas de crianza artificial, la alta carga animal y concentración de la parición en los sistemas de cría, son factores que condicionan a la aparición de la enfermedad con elevada incidencia. En nuestro país la diarrea neonatal de los terneros (DNT) es específicamente grave y frecuente, provocando importantes pérdidas económicas por morbilidad y mortalidad. La repercusión económica es importante ya que su elevada incidencia (que puede ser superior al 60%) implica tratamientos veterinarios, demanda de tiempo y mano de obra, y porque la mortalidad puede ser importante (hasta el 20%) así como el retraso en el desarrollo corporal que manifiestan los animales afectados.
Si bien las causas de la DNT pueden ser infecciosas o no infecciosas, siendo las primeras las que originan mayores problemas de mortalidad. Los agentes etiológicos involucrados son variados, siendo los virus los más importantes. Aunque rotavirus, coronavirus y varios enterovirus se hallan distribuidos ampliamente en la población bovina, sólo bajo ciertas circunstancias la infección es lo suficientemente grave como para producir lesiones y diarrea. La acción de los virus suele actuar como factor predisponente para infecciones bacterianas secundarias. Los virus causan destrucción y atrofia de las células intestinales, provocando disfunción intestinal y mala absorción, con acumulación de leche parcialmente digerida en la luz intestinal y aumento de la presión osmótica que favorece el proceso diarreico. Entre éstos, rotavirus bovino Grupo A se encuentra ampliamente distribuido en Argentina, habiéndose demostrado como el principal agente causal de diarrea neonatal en rodeos de cría. Por su parte, Cryptosporidium predomina en las explotaciones tamberas de nuestro país. La asociación de rotavirus con Cryptosporidium, o E. coli también es causa importante de DNT de los 10 primeros días de vida en los terneros de carne y leche. Un limitado número de cepas de E. coli. con capacidad de colonizar la mucosa intestinal y producir enterotoxinas actuarían como enteropatógeno primario provocando diarrea mediante un mecanismo de hipersecreción intestinal en terneros menores de una semana de vida. La incidencia de salmonelosis bovina en rodeos lecheros se ha incrementado en Argentina; el elevado porcentaje de aislamiento de Salmonella spp. en terneros lactantes estaría indicando que el actual ecosistema productivo es favorable para la presentación de la enfermedad.
Las enfermedades que afectan a las becerras durante las primeras semanas de vida están relacionadas con la diarrea y la neumonía. Los factores que predisponen a la becerra son los siguientes:
1.-Pobre condición física de la madre durante la gestación y el parto.
Desnutrición.
Parásitos.
Parto distócico.
Vacunación inadecuada o ausencia de vacunas.
2.-Aporte inadecuado de calostro*
Administrado tarde (después de 18 hrs.).
En cantidad insuficiente (menos de 2 litros).
Calostro de bajo contenido de Inmunoglobulinas.
Con falta de higiene.
*Las becerras deben consumir 2-3 litros de calostro equivalente al 10% de su peso, dentro de las primeras 6 horas de vida. El calostro debe contener al menos 60 mg/ml de inmunoglobulinas, un máximo de 100 000 UFC/ml y un máximo de 10 000 UFC de coliformes.
3.-Alimentación inadecuada de las becerras
Alimentos fermentados (leche descompuesta o alimento mojado).
Cambios bruscos de alimentación.
Sobrealimentación.
Carencias de vitaminas y minerales.
4.-Medio ambiente adverso
Frío o calor.
Ventilación inadecuada.
Exceso de humedad.
Sobrepoblación.
Microorganismos patógenos presentes en el medio ambiente.
MECANISMOS DE DEFENSA DEL RECIEN NACIDO.
Mecanismos específicos
Al nacimiento el ternero carece de factores inmuno específicos de modo tal que está altamente expuesto a sufrir infecciones de variado tipo.
Debido a que la transferencia de inmunoglobulinas (Igs) vía placentaria en el bovino es nula, la vía calostral cobra una importancia fundamental. El calostro bovino concentra inmunoglobulinas de las 3 clases más importantes, IgA, IgG, IgM. La IgA secretora se encuentra en altas concentraciones en el calostro humano, pero esta situación no se produce en los bovinos donde permanece en bajas concentraciones. La IgG se encuentra en altas concentraciones en el calostro de rumiantes y relativamente a las otras clases de Ig, está en alta concentración a través de la lactancia.
Referente a la IgM, se han reportado pequeñas cantidades de calostro y leche de vacas así como de otros animales domésticos. Además en el calostro bovino se han detectado anticuerpos homocitotrápicos, similares a la IgE humana.
Se debe considerar además el traspaso de células de importancia inmunológica; se sabe que en el calostro hay un promedio de 3,3 X 106 cél/ml, en la cual hay poblaciones de macrófagos, polimorfonucleares
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