EL AMAZONAS Y LA INFLUENCIA QUE EJERCE EN EL CAMBIO CLIMÁTICO

EL AMAZONAS Y LA INFLUENCIA QUE EJERCE EN EL CAMBIO CLIMÁTICO

Se puede decir que va de la mano la relación entre la variabilidad climática y el funcionamiento de los ecosistemas. Esta relación ya mencionada se atenúa y se vuelve critica en escenarios de cambio climático. Muchos textos sobre la evolución del clima y sus efectos en los ecosistemas hacen prever que, además del aumento de la temperatura, la tenencia más probable en los trópicos es la intensificación y aumento de la frecuencia de los valores extremos en los actuales patrones de variable climática, en especial la precipitación, esta situación como tal representa tensión en los factores climáticos vinculados a la distribución de las zonas de vida (en especial temperatura y precipitación) afectando la estructura y funcionamiento de los ecosistemas.

Según una publicación del periódico EL Espectador en abril de 2011 menciona el papel que juega el Amazonas respecto al calentamiento global:” El papel de la Amazonia en la factura global es estabilizar el clima, producir el 15% de agua dulce del planeta y tener toda la recarga de acuíferos. Si la Amazonía se calienta, el perjudicado es el planeta.” El amazonas está vinculada a la configuración y modificación del clima.

En primer lugar el bosque actúa como un gigantesco consumidor de calor, que absorbe la mitad de la energía solar que le llega en la evaporación del agua de su follaje. Esta energía captada por el bosque amazónico tiene efectos que se extienden alrededor del mundo mediante enlaces llamados “teleconexiones climáticas” (Se refiere a alteraciones climáticas compatibles en regiones distantes producidas por cambios en la circulación atmosférica a nivel planetario o hemisférico. El calentamiento de la atmósfera sobre el Pacífico ecuatorial central durante los eventos de El Niño es una de las causas de estos cambios en la dinámica de la atmósfera global que producen las tele conexiones) , muchas de las cuales aún no se ha comprendido completamente.

En segundo lugar, es una reserva amplia y comparativamente sensible de carbono que se libera a la atmósfera a través de la deforestación, la sequía y el fuego, lo que contribuye a la acumulación de gases efecto invernadero como el CO2. En tercer lugar, el agua que drena de los bosques amazónicos hacia el océano Atlántico constituye del 15 al 20% de la descarga total mundial de agua dulce fluvial y podría ser suficiente para influir sobre algunas de las grandes corrientes oceánicas que son importantes reguladoras del sistema climático.

Si bien el Amazonas no tiene una participación que sea importante en la generación de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global, la situación se revierte si se toma en cuenta la emisión de gases por efecto del cambio de uso del suelo. Los bosques tropicales húmedos que tiene mayor importancia en la regularización del clima están experimentando un cambio rápido.

La degradación forestal, es la antesala a la deforestación, de este modo cediendo el paso a la colonización y a la agricultura, dando lugar al uso del fuego y posteriormente al descubrimiento de la selva, erosionado el suelo y alterando el ciclo hidrológico. Dado que la degradación forestal es equivalente a la eliminación de biomasa, este proceso libera a la atmosfera cantidades importantes de gases efecto invernadero, repercutiendo en el clima de la selva amazónica y del mundo en general.

Como los bosques tropicales juegan un papel importante en el control del clima; la deforestación está creando dos problemas al respecto. A medida que la franja verde en torno al ecuador se transforma en terrenos baldíos, se produce un aumento de la brillantez de la superficie terrestre; este efecto reflexivo o albedo por así decirlo está alterando las corrientes de convección, los sistemas de vientos y los regímenes de precipitaciones en las regiones de los trópicos y posiblemente en otras más lejanas. Aún más significativa es la alteración climática fruto de la acumulación de dióxido de carbono en la atmosfera global.

Un caso muy peculiar es el de Brasil ya que es el octavo emisor mundial de gas a efecto invernadero, y el tercer país en vía de desarrollo detrás de la China y la India. Las emisiones vienen principalmente de la utilización de suelos y de selvas,

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