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EL NUEVO MANEJO POST-COSECHA DE FRUTAS EN LA ZONA CITRICOLA (MANDARINA)


Enviado por   •  21 de Agosto de 2015  •  Informe  •  3.521 Palabras (15 Páginas)  •  224 Visitas

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MANEJO POST-COSECHA DE FRUTAS EN LA ZONA CITRICOLA (MANDARINA)

INSTITUTO TECOLOGICO DE LINARES

Mtra: Bertha Yadira Elizondo Nolazco

Mayra Geraldine Sánchez Luna

Tecnología de frutas, hortalizas y confitería


INTRODUCCIÓN

En el Estado de Nuevo León se produce casi el 1.2% de los productos cosechados en México , y presenta un valor de la producción agrícola de 4 mil 158 millones de pesos , distribuyéndose de la siguiente manera: el 51% de este valor se concentra en los municipios que comprenden la región sur del Estado, el 31% en la zona centro-citrícola y el 18% restante en la zona norte de la entidad posteriormente la producción de los cultivos cítricos (naranja, mandarina y toronja) se cosecha mayoritariamente en la región centro de Nuevo León (355 mil toneladas al año ), en especial en los municipios de Montemorelos, General Terán y Cadereyta Jiménez que representa el 82% de la producción de estos cultivos a nivel estatal; sin embargo en esta investigación se centraliza más en la mandarina y ellas comprenden un grupo bastante amplio, la superficie establecida a nivel estatal es menor en comparación con la naranja también tienen gran adaptación, ya que se cultivan en condiciones climatológicas desérticas, semitropicales y subtropicales. No obstante, las diferentes variedades de mandarina tienen necesidades de clima concretas para alcanzar una buena producción y calidad, no obstante la mandarina Clementina es la más exigente en lo que respecta a clima asimismo, muchas variedades de mandarinas, entre las cuales están la mandarina Común y la Dancy, así como sus híbridos, muestran alternancia en la producción, de forma tal que a cosechas abundantes con frutos pequeños, siguen cosechas bajas con frutos grandes y de poca calidad, en este mismo ensayo se tomara en cuenta cada tipo que se cultiva y su mismo proceso de cultivo.

DESARROLLO

[pic 3]En la vida post-cosecha de las frutas cítricas se ve limitada principalmente por las enfermedades de post-cosecha. Las medidas de control deben incluir aplicaciones de pre-cosecha para controlar las infecciones latentes, reducción de los niveles de inoculo en todo el material usado durante cosecha, empaque y almacenamiento y desinfecciones normalmente con formaldehido al 1%. Asimismo, se puede mantener un fruto resistente a las infecciones minimizadas todos los tipos de daños y usando las temperaturas y humedades relativas adecuadas.

En México se requiere hacer una evaluación del manejo post-cosecha en general para todos los cítricos bajo las diferentes condiciones de cultivo para determinar la magnitud de las perdidas y los puntos cítricos en donde se producen. Esto dará la pauta de las necesidades de investigación y extensionismo.

Superficie de mandarina

[pic 4]La superficie sembrada de mandarina en la zona citrícola es de 3,585 hectáreas, siendo 87% de riego (3,131 ha) y 13% de temporal (545 ha). El 93% de la superficie de mandarina de la zona citrícola se distribuye en Montemorelos (1,811 ha) y General Terán (1,536 ha). Los otros cuatro municipios apenas suman 238 hectáreas con el 7% de la superficie total de mandarina

Es notable destacar que cerca del total de la superficie de mandarina se ubica en el municipio de Montemorelos y Gral. Terán, teniendo el resto de los municipios de la zona citrícola el 7% teniendo Montemorelos el 50% de la superficie de mandarina de la zona citrícola.

[pic 5][pic 6]Las 3,131 hectáreas de mandarina de riego en la zona citrícola se concentran (94%) en Montemorelos y General Terán, en tanto el 6% restante se ubica en Cadereyta, Linares, Hualahuises y Allende. En cuanto a la superficie de temporal que es de 454 hectáreas, esta se concentra en Montemorelos y General Terán en un 92%.

Selección y características de las plantas en el vivero

Los cítricos son afectadas por un cierto número de virus, viroides, fitoplasmas y agentes infecciosos de origen desconocido, los cuales son transmitidos por injerto y por consecuencia pueden estar dispersos a través de plantas de vivero, por lo que es requisito indispensable que el establecimiento de nuevas plantaciones se realice con material de propagación certificado libre de patógenos y de identidad varietal conocida.

En México, la producción de material de propagación certificado libre de patógenos y de identidad varietal conocida es regulada por el gobierno federal y se rige bajo la norma oficial mexicana 079 (SAGARPA, 2002), para lo cual existen Unidades de Producción de material de propagación acreditadas por la SAGARPA dentro del Programa de Certificación de Cítricos (SAGARPA, 2006)

Es importante considerar los siguientes aspectos para la selección de planta en vivero:

• Estimar el número de plantas que se requieren para realizar la nueva plantación o reposición en la huerta. Se debe considerar que la producción y formación de plantas de vivero se lleva a cabo en un período de 18 a 24 meses.

Asegurar la calidad óptima de las plantas, que sean de la variedad y portainjerto solicitados.

• Es requisito indispensable emplear material de propagación certificado proveniente de las Unidades de Producción certificadas por la SAGARPA. Por ningún motivo se deberán adquirir plantas de origen desconocido por el riesgo de estar infectadas por patógenos transmisibles por injerto.

• En caso que se desee propagar algún árbol de características deseadas presente en la huerta del productor, éste se deberá someter a verificación de sanidad en los laboratorios de diagnóstico fitosanitario acreditados por la SAGARPA. El análisis por lo menos deberá incluir virus y viroides, principalmente del virus de la tristeza de los cítricos, virus psorosis y los viroides que causan la exocortis y la cachexia.

• Se recomienda la diversificación de portainjertos con patrones diferentes al agrio, con resistencia y/o tolerancia al virus de la tristeza.

• Seleccionar plantas de tamaño uniforme, vigorosas, que tengan hojas grandes y verdes, tallo fuerte con corteza de textura lisa y limpia, así como con un buen sistema radical.

• Seleccionar plantas con altura de injerto uniforme entre 25 a 30 cm, con una buena unión; con un tronco único, vertical, de 60-70 cm de altura, de 1.5 a 2 cm de diámetro medido arriba del injerto, así como tener una copa vigorosa formada por tres a cinco ramas. Con lo anterior, se evitarán problemas de 35 daños por “gomosis”, causada por el hongo Phytophthora spp presente en el suelo.

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