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EL PESO DEL ALMA


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2012  •  1.308 Palabras (6 Páginas)  •  427 Visitas

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EL PESO DEL ALMA

Dicen que todos perdemos 21 gramos en el momento exacto de nuestra muerte. Todos nosotros. 21 gramos. El peso de una pila de 5 monedas. El peso de una barra de chocolate. El peso de un colibí.

Luego de escuchar tan tajante afimación, uno acepta esto como verdad absoluta. ¿Pero alguna vez se han preguntado quiénes dicen que perdemos 21 gramos al morir?

Evidentemente yo sí, sino no estaría escribiendo esto, lo discutí varias veces con mis amigos hasta que me puse a investigar y esperaba encontrarme con algo así como:

"En 1996, científicos de la universidad de Michigan dejaron 540 personas moribundas en camillas sobre una balanzas electrónicas de gran precisión y notaron que todos los cuerpos al fallecer perdían alrededor de 21 gramos, que aunque se ha investigado, no se ha podido descubrir de dónde."

Admito que hubiera sido un bello y misterioso resultado, que hubiera intrigado hasta al más escéptico, pero me decepcioné, porque me encontré con esto:

"En marzo de 1907, un doctor en medicina llamado Duncan MacDougall puso a 6 personas moribundas en diferentes balanzas que tenían una precisión de 3,2 gramos y 4 de esas personas experimentaron una pérdida de entre 10 y 40 gramos en los 15 minutos alrededor de su muerte."

Y sí, esa débil y vaga afirmación es lo que generó que tantos crean en que la continuidad de la personalidad a través del alma, luego de la muerte, es una realidad científica. Y la bola de nieve del mito urbano creció tanto que un siglo después de ese experimento lleno de errores e incertezas, se filmaó una película tan taquillera que terminó de diseminar una mentira en el resto de los que jamás habíamos escuchado de ella.

Y no digo que el alma no exista, ya que no tengo herramientas para hablar a favor ni en contra, simplemente digo que cada vez que escuchemos una afirmación tan cientifica sobre algo tan metafísico (por así decirlo), demos un paso atrás y nos preguntemos "¿sí, y qué tan seguros están de eso?". La respuesta en este caso sería: realmente NADA.

No se sabe si existe el alma, menos aun si pesa 21 gramos.

El experimento

Para los más curiosos y que siguen preguntándose sobre los resultados de este extraño experimento, ésto fue lo que sucedió:

El Doctor en Medicina Duncan MacDougall, de Haverhill, Massachussets, publicó en marzo de 1907 una demostración científica de la existencia del alma. Partió de la idea de que si las funciones psíquicas continúan existiendo como una personalidad o individualidad separada después de la muerte del cuerpo y el cerebro, entonces tal individualidad sólo puede existir como un cuerpo ocupante de espacio. Y como tal, debería tener una cierta masa, que al desprenderse del cuerpo, pueda notarse una diferencia de peso en el cuerpo.

Utilizando a seis pacientes terminales de quienes no dá mas detalles más que su sexo y que se encontraban agonizantes. Cuatro eran tuberculosos, uno tenía un coma diabético, y del sexto no da datos.

Los pacientes fueron colocados en camillas que estaban sobre balanzas de comparación, las que hay que poner lo que uno quiere pesar de un lado, y del otro "pesitas" que se sabe cuánto pesan.

Durante el período de tiempo que pasó hasta la muerte de cada uno, el doctor fue ajustando la cantidad de "pesitas". Hay que tener en cuenta que del cuerpo se evapora agua mediante la transpiración y la respiración, que los pacientes tal vez orinaron o defecaron, que bebieron o se alimentaron, y que hasta el más mínimo movimiento de los mismos modifica el equilibrio de la balanza.

Los resultados fueron los siguientes:

(traducido casi literalmente del original, una onza son unos 28,35 gramos)

1. "De repente, y coincidiendo con el momento de la muerte, el peso disminuyó en 3 cuartos de onza (21,3 gramos)."

2. "El peso perdido resultó ser media onza, luego un rato mi colega determinó que el corazón

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