EL SUEÑO DE CRECER

EL SUEÑO DE CRECER

Cuentan los pastos del bosque que hace mucho tiempo existió un conejito de nombre Pipo.  Pipo no era un conejito como cualquiera, era un conejito muy valiente, además  de  inteligente, vivía dentro de una hermosa cueva  situada en lo profundo de aquel bosque, acompañado de su familia.

Cuentan los pastos del bosque que Pipo deseaba tanto recorrerlo que se la pasaba preguntando a sus papás a que edad podría hacerlo solo, sus papás le decían que fuera paciente, que pronto llegaría ese día, pero lo que más deseaba Pipo era conocer amigos para que junto con ellos realizaran su tan anhelado sueño de recorrer todas las veredas y lugares del bosque.

El pequeño esperó y esperó, hasta que una hermosa  mañana su mamá le dio la tan esperada noticia: que al fin podía recorrer las veredas y pastizales del bosque;  no lo podía creer; daba de vueltas la besaba una y otra vez, saltaba a su alrededor, y no paraba de la alegría.

A la mañana siguiente, mamá coneja preparó todo cuanto su hijo pudiera necesitar  para su viaje y así Pipo entro al bosque, pasado solo unos momentos ya había conocido a su primer amigo, un zorrillo que vivía  muy cerca de su casa y fue él quien lo animo a bajar hasta donde se encontraba un río, estaba emocionado  pues todo cuanto se había imaginado era verdad, su amigo el zorrillo le enseño mucho más cosas de las que se imaginó en un principio.

Al llegar  vio junto con su amigo que este  estaba muy sucio y no pudieron meterse a bañar, una ardilla les explicó que toda esa basura era generada por los animales del bosque y que si esto continuara como hasta ahora pronto el río moriría

Después de aquel día, él conejito se llenó de nostalgia, que  deseó tanto poder ayudarlo, el pequeño era valiente y  un tanto atrevido, por lo cual  decidió emprender un viaje en busca del sabio árbol,   de quien se decía, sabía cómo solucionar todo tipo de problemas.

Por la mañana siguiente, salió de casa con el propósito de poder ayudar al río y este no muriera y así poder seguir disfrutando de sus  aguas que habían refrescado a tantas generaciones.

 Pronto entro a una vereda que se encontraba  donde iniciaba el inmenso bosque, al principio el pequeño  corría a gran velocidad sin estar seguro que la dirección era la correcta, pero al paso de algunas horas sus fuerzas fueron disminuyendo  y el cansancio fue apareciendo sin que el pobre animalito lo pudiera evitar, así que en contra de su voluntad  decidió  sentarse al pie de un roble grande y frondoso que se veía  muy acogedor, pensó en descansar   lo suficiente para poder recuperar la fuerza y lograr encontrar al árbol,  Pronto  se quedó dormido olvidando algunos consejos que le habían dado sus padres en cuanto a los peligros que existen en el bosque, su sueño era tan profundo que no se percató de la presencia de una manada de lobos hambrientos quienes discutían la forma en que se iban a repartir el pequeño bocado, la discusión era tan fuerte que logró despertar a su presa quien  haciendo uso de su gran inteligencia hizo parecer que seguía dormido y en un momento de descuido  pegó un brinco tan grande que logro pasar por encima de ellos, al darse cuenta de la huida  comenzaron a seguirlo con la seguridad de atraparlo pues solo era un inocente animalito, él sabía que de no encontrar un escondite pronto, no solo terminaría su vida , sino también la esperanza de encontrar al árbol  y con ello la muerte del río.

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