EL cuerpo humano

EL cuerpo humano está constituido por el sistema musculo-esquelético, que a su vez, se compone de huesos, músculos, tendones y nervios. La función del sistema musculo esquelético es proporcionar estabilidad y movilidad al cuerpo humano. Su buen funcionamiento depende de la alimentación e hidratación del individuo y del sistema respiratorio. La estructura del sistema ósea está compuesta de 206 huesos. En la columna vertebral hay 26, en el cráneo 8, en la cara 14, en el oído 8, un hueso hioides, 25 huesos en el tórax, 64 huesos en los miembros superiores y 62 huesos en los miembros inferiores y constituyen alrededor del 12% del peso corporal, varían entre los 7 a los 12 kg. El sistema muscular está conformado por más de 650 músculos y constituye más del 40% del peso corporal según la complexión física de la persona.

Un trauma es definido como las lesiones físicas o psicológicas que son generadas por agentes externos. Un trauma es una lesión que generalmente es acarreada por la persona que lo padece por determinado tiempo y tiende a empeorar si no es tratado a tiempo.

La aparición de traumas musculo-esqueléticos cada vez es más frecuente en el ámbito laboral. Constituye uno de los problemas más comunes en el trabajador debido a las posturas incorrectas, la falta de información para el correcto levantamiento de cargas, la falta de descanso en jornadas laborales y factores físicos, psicosociales e individuales favorecen la aparición de estos trastornos. Los TME son lesiones inflamatorias o degenerativas de músculos, tendones, articulaciones, nervios o arterias. Frecuentemente se presentan en espalda, hombros, brazos, codos, muñecas, manos, rodillas, tobillos y pies. Los síntomas pueden ser dolor en la zona afectada, hormigueo en manos o pies, falta de fuerza para realizar una actividad, cansancio inmediato al realizar una actividad física y tensión en el miembro utilizado por mencionar algunos. A la complicación de los TME se les conoce como DTA que es la acumulación del trastorno y este se vuelve crónico en donde generalmente es necesario algún tipo de terapia o una intervención quirúrgica en los casos más extremos del paciente.

La mayor parte de los TME son trastornos acumulativos resultantes de una exposición repetida a cargas más o menos pesadas durante un período de tiempo prolongado. No obstante los TME también pueden deberse a traumatismos agudos, como fracturas, con ocasión de un accidente.

Las lesiones músculo-esqueléticas más frecuentes son: tendinitis, tenosinovitis, epicondilitis, lumbalgias, mialgias, hernias de disco, cervicalgias, síndrome del túnel carpiano.

Algunas causas que generan trastornos musculo-esqueléticos son las posturas forzadas y las posturas mantenidas. Posiciones de trabajo que suponga que una o varias regiones anatómicas dejen de estar en una posición natural de confort para pasar a una posición forzada que genera

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