¿EVITO ALGO MIDIENDO LOS DESASTRES QUE CAUSO?

¿EVITO ALGO MIDIENDO LOS DESASTRES QUE CAUSO?

En los años 90 William Rees y Mathis Wackernagel quienes denominaron a la huella ecológica como la superficie correspondiente de tierra de cultivo y de ecosistemas acuáticos necesarios para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población determinada, con un nivel específico de vida material, independientemente del lugar donde se encuentre (twenergy, 2019). La finalidad de esta huella es medir el impacto de una forma de vida en nuestro planeta, aunque con tantos sucesos a lo largo de la historia esto ha ido cambiando incluida la pandemia reciente, por ello debería ser de conocimiento general y aplicado por todas las naciones y transmitido a su población para conocer y concientizar sobre el daño que causa cada uno de nosotros y como minuto a minuto destruimos nuestro hogar, ya que el planeta no puede regenerarse a la velocidad en la cual nosotros extraemos todos sus recursos de manera masiva e irresponsable.

En el mundo el 29 de julio del 2019 fue el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra el cual fue la fecha más temprana de la historia, en este año el 22 de agosto del 2020 marco tres semanas después, este resultado no es motivo de alegría ya que aún seguimos usando nuestros recursos naturales 1.6 veces más rápido de lo que puede regenerarse, pero al menos esto señala que podemos reducir y ser más consientes, ya que esto se generó a causa de la pandemia y los problemas en las economías ante la situación limitante que atraviesa el mundo, según estimaciones de la Red Global de Huella Ecológica cuyo presidente a cargo es Mathis Wackernagel sostiene que la huella ecológica ha sido reducida en un 9,3% y por ello las causas más relevantes fueron la reducción del CO2 con una baja de 14,5% con respecto al 2019 y la explotación de los recursos forestales con una baja de un 8,4% y en cuanto a la pesca y suelos agrícolas fue menor el descenso, pero esto representa como de alguna manera esta pandemia logro que nosotros como el principal ejecutor de la destrucción del planeta viéramos con nuestros propios ojos que el reducir el consumo masivo y el uso responsable de algunos recursos ha provocado que nuestro planeta mejore y hay una esperanza de poder lograr un cambio ya que es lo que más necesitamos para dar un futuro a nuestra descendencia o personas que queremos que eviten ese sufrimiento por la escasez de recursos, además con ello no solo hacemos algo por nosotros sino por aquellas especies tanto de la fauna y flora que han sido víctimas de nuestra insaciable hambre que ahora las especies marinas están repoblándose y nuestros suelos están regenerándose, es inevitable que el humano se detenga en cuanto a la evolución tecnológica y el avance, pero nosotros mismos podemos reducir el efecto con acciones de responsabilidad.

        En el Perú según la última información obtenida del sistema nacional de Información Ambiental (SINIA, 2012), El año 2007 es el último año para el cual Global Footprint Network ha calculado la Huella ecológica a nivel mundial; y en dicho cálculo nuestro país alcanzó el valor 1,54 hectáreas globales por persona. En el cual menciona que el Perú es el país con menor huella per cápita en Sudamérica, pero esto no es en todos los lados de Perú ya que hay departamentos donde el consumo es excesivo y en otros que está al nivel o menor del consumo normal sostenible, claramente Lima es el departamento con mayor huella ecológica, por su población y su ritmo de vida, se dice que si el mundo consumiría como un peruano promedio se haría uso de un 87% de la superficie productiva lo cual nos incluiría en los márgenes de una vida sostenible, la huella ecológica se midió hasta el 2007 pero se proyectó hasta el año 2018 donde se estimaba que desde el 2007 hasta el 2012 el Perú ingresaría a los países con un consumo mayor al permitido por el planeta, obviamente ya nos encontramos dentro de esos parámetros, ya que desde la explotación minera, la pesca, la deforestación, la contaminación, etc. El Perú ha ido aumentando su huella ecológica según la proyección hasta el 2018 sería un 1.01, cabe resaltar que la huella ecológica no mide impactos como la erosión o contaminación de suelos, aire, agua y atmosfera. Según la apreciación actual que tenemos, vemos que nuestro país importa más que exporta y lo más preocupante es que nosotros importamos tecnología, productos finales, etc. Mientras que por el contrario el Perú exporta materia prima, agricultura, etc. Haciendo un intercambio poco alentador en un futuro, si bien es cierto nuestro país es rico en cuanto a ecosistemas, diversidad en flora, fauna, recursos hidrobiológicos, todo tiene un límite de explotación o bien dejamos de extraerlo o terminamos extinguiéndolo eso depende de nuestra necesidad de explotación, lo cual debería ser preocupación personal y del entado para que podamos actuar de manera responsable y con una perspectiva distinta de como explotar los recursos, un tema muy sonado en el mundo y en nuestro país es el Biocomercio, el cual se basa a la explotación, transformación y venta de productos que no tengan repercusiones significativas en el medio ambiente, con envases eco amigables fomentando una nueva cultura más ecologista.

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