El Periodo Del Lactante
Enviado por Tacher7 • 25 de Septiembre de 2012 • 11.364 Palabras (46 Páginas) • 786 Visitas
EL PERÍODO DE LACTANTE
Lactante es la etapa del ciclo vital que comprende desde los 29 días de vida a los 23 meses; Los menores de 12 meses son lactantes menores, y los mayores de 1 año lactantes mayores.
Las bases del crecimiento y desarrollo del niño se establecen entre la gestación y el primer año de vida. Esto es especialmente claro para el crecimiento físico: el peso de nacimiento depende de la función placentaria, y los incrementos de peso posteriores van a depender principalmente de la ingesta alimentaria. La talla de nacimiento, salvo en condiciones extremas, no es afectada por las condiciones intrauterinas; los progresos posteriores sí dependen del aporte de nutrientes y desde los 8-10 meses comienzan a influir los factores genéticos.
En el área afectivo-emocional los padres desarrollan un vínculo hacia el niño desde su vida en el útero, y éste se hace más sólido con el contacto posterior al parto. El niño a su vez va desarrollando apego hacia sus padres y cuidadores. El juego y las experiencias de sociabilidad con los otros son un estímulo fundamental para el desarrollo psicomotor y también para el desarrollo emocional que será responsable de su estabilidad afectiva.
Durante el primer año los padres aprenden como cuidar al hijo en todos los aspectos: físico intelectual y emocional. El médico tiene un rol muy importante, al orientarlos en el cuidado del niño en todos estos aspectos. Los padres deben ir adquiriendo una mayor independencia y una mayor seguridad en su capacidad de ser padres. Una relación cercana de confianza entre padres y médico resulta más eficiente para el progreso del niño. El médico debe también estar atento a apoyar a la pareja y a la familia que es el mejor lugar para el desarrollo integral del niño.
El segundo año de vida es la transición entre ser bebé y ser niño. Es aquí cuando el niño aprende a caminar, a expresarse verbalmente, a comer solo y a controlar esfínteres. En este período comienza a independizarse de la madre, lo cual debe facilitarse manteniendo la cercanía afectiva.
La deambulación es el principal logro motor del niño, lo que le permite explorar su entorno y aumentar su independencia. A partir de los 18 meses de edad se establece el pensamiento simbólico, comprende mejor las causas y los efectos, y la imitación de acciones no se refieren sólo a su propio cuerpo, como por ejemplo, darle una mamadera a una muñeca.
Durante este período, el niño se ve enfrentado a nuevos desafíos y aumenta su capacidad incansable de exploración del medio y experimentación, sin tener conciencia del peligro al que puede estar expuesto. Es por esto la gran importancia que tiene la vigilancia adecuada de un adulto y la existencia de un ambiente seguro para el niño, que le permita estimular su desarrollo sin riesgos.
Es importante que los padres aporten una dieta balanceada y variada haciendo énfasis en un buen hábito alimentario. Otro punto importante es la salud oral, insistiendo en el cepillado de los dientes efectuado por los padres en forma regular después de la ingesta de alimentos.
La relación del pediatra durante la Supervisión de salud con el niño debe ser respetuosa y cariñosa. Se recomienda dirigirse al niño por su nombre, explicarle lo que se le va a hacer. Este trato personalizado sirve de modelo a los padres. Se debe estar también atento a lo que al niño le molesta. Si él llora se recomienda pedirle a la madre que lo tome y lo tranquilice, e incluso examinarlo en brazos de la madre si es necesario. Durante el examen el pediatra debe aprovechar de mostrarle a los padres las capacidades del niño, destacando los aspectos positivos de él y felicitarlos por sus logros.
Desarrollo físico
Entre el nacimiento y el año de edad el niño triplica su peso, aumenta un 50% su estatura y alcanza el 70% del crecimiento cerebral. Un mal incremento de peso y talla puede ser signo de enfermedad, de aporte nutricional insuficiente, o de deprivación psico-emocional.
Se observan grandes progresos en la motricidad gruesa: la fuerza, el tono muscular y la coordinación de movimientos progresan en dirección cefalocaudal y de proximal a distal. El niño primero controla su cabeza, luego se gira sobre sí mismo y controla su tronco; se sienta, después gatea, se pone de pie y logra caminar alrededor del año de edad.
La motricidad fina o habilidad en el uso de las manos también muestra un orden en su progreso. Al nacer, el niño tiene una prehensión refleja, luego abre sus manos, libera su pulgar y logra la prehensión voluntaria y madura. Para su buen desarrollo se requiere de una visión normal y de una estimulación adecuada que despierte en el niño el interés por los objetos.
En el segundo año de vida se evidencia una disminución de la velocidad de crecimiento; la talla y el peso aumentan a velocidad constante con una ganancia mensual promedio de 1 cm/mes y 225gr/mes respectivamente. El crecimiento del perímetro craneano promedio es de 0,25 cm/mes.
Se observa una disminución una disminución del panículo adiposo y debido a un aumento de la lordosis fisiológica, el niño adopta una posición característica con el abdomen sobresaliente.
Durante el segundo año de vida se consolida la marcha y la capacidad de alcanzar, coger y dejar objetos le permitirá al niño acceder a cosas interesantes que le ayudarán en su desarrollo. Podrá combinar objetos en formas nuevas, colocar bloques uno sobre el otro, imitar acciones principalmente centradas en su propio cuerpo, como por ejemplo, peinarse.
Desarrollo cognitivo-lingüístico
Los niños naces con visión de color, en tres dimensiones y muestran preferencia por el rostro humano.
Un niño de un mes debe seguir un objeto con la mirada estando en estado de alerta tranquilo. La audición al nacer es tan buena como la del adulto y debe examinarse durante la supervisión de salud.
El lenguaje aparece como vocalización al mes y a los tres meses se agregan consonantes (agú), a los 6 meses disílabos (da-da). Al año dicen 2-3 palabras entre las cuales está papá o mamá. A los 15 meses es capaz de señalar partes de su cuerpo y aumenta su vocabulario en forma gradual. A partir de los 18 meses aumenta desde 10 palabras en promedio a más de 100 a los 2 años. Sin embargo, existe gran variabilidad en la adquisición del lenguaje dependiendo en gran manera de la estimulación. Se recomienda cantarle y hablarle a los niños desde pequeños e incluso contarle cuentos desde el año de edad. El desarrollo del lenguaje se hace más fácil cuando los padres utilizan frases claras y sencillas y responden a las inquietudes del niño en forma adecuada reforzando la inquietud propia de este período. Si los padres son bilingües se les recomienda que
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