En busca de la clase virtual. (La educación en la sociedad de la Información)
Enviado por williambravo • 3 de Septiembre de 2018 • Apuntes • 2.644 Palabras (11 Páginas) • 273 Visitas
| John Tiffin, Lalita Rajasingham, (1997). En busca de la clase virtual. (La educación en la sociedad de la Información). Barcelona (España): Ediciones Pailos 274 páginas Reseñado por William Bravo Universidad de La Frontera, Chile En “Busca de la clase virtual” es una de las últimas publicaciones de la Colección Temas de educación dirigido por César Coll, el título original (In search of virtual class. Educatión in an information society) fue publicado en inglés por Routledge, Londres y Nueva York. El libro intenta decirnos como llegaría a ser la educación en las futuras generaciones y como el sistema de comunicación cada vez más informatizada va ir cambiando la manera de aprender y enseñar en un común denominador llamado virtual, en ese mismo espíritu la misma sociedad se transformara modificando y dando saltos vertiginosos que modificaran hasta nuestra manera de vivir. El estilo de lenguaje es formal, y está dirigido a un público general. Sin embargo, será más fácil de comprender para quienes tienen una formación en el ámbito tecnológico y educativo. Una vez iniciada la lectura notaran que el autor combina la realidad y la ficción, permitiendo que en muchas ocasiones el lector sea arrastrado a la imaginación y en otras ocasiones a la reflexión. Las ilustraciones a igual que el texto utiliza imágenes reales y futuristas algunas difíciles de entender, dado que está acompañado de términos muy técnicos. El libro empieza con el “prologo” lo hace Gabriel F. Pascual, quien se pregunta: ¿Por qué hablamos de campus virtual?, Fundamentalmente, se trata de conseguir que el estudiante venidero experimente con toda intensidad desde su hogar satisfacer y acceder a múltiples servicios y espacios: Tener un profesor que le enseñe, estudiar distintas materias, poder consultar libros, etc. sin que sea necesario desplazarse o asistir a clase/biblioteca a determinada hora. De esta manera, hace referencia a la tesis que defienden los autores: la enseñanza en la nueva sociedad de la información romperá las barreras del espacio y tiempo y de la “percepción”. El entorno de la enseñanza será concebida a partir de una “realidad virtual”, en la cual será posible percibir la presencia del profesor y de los demás compañeros de estudio, sin necesidad de estar presente físicamente en el aula todo el tiempo. En efecto, “parte” de su tesis, lo visualizamos en nuestro medio, la videoconferencia, chat, audio, son utilizados en nuestros hogares para comunicarnos, y tiene relación con un apartado del texto Nuevas Tecnologías “comunicación audiovisual y educación” donde encontramos autores como (Hendricks y Steer, 1996) quienes definieron las videoconferencias como la interacción en tiempo real entre dos o más personas que intercambian señales de audio y video. Sin embargo esta aplicación no es visible aun en la enseñanza básica o media. El autor tenía razón al advertirnos que será necesario que los sistemas de educación se “adapten” a un entorno educativo nuevo en la sociedad de la información y que este proceso de cambio será extremadamente difícil para algunos, como lo fueron los cambios que produjo la revolución industrial. Lo dicho por el autor contribuye a mirar la problemática aplicada a nuestro escenario local de Chile, en la que se los resultados son críticos en términos de aprendizaje en el aula y adaptabilidad, así lo reporta el artículo: las TIC y el aprendizaje en las Escuelas de Chile 2008, de Jaime Sánchez y Alvaro Salinas. Entonces, estamos aún muy distante de lo que predice el autor cuando se refiere a: […] el papel del profesor está pasando de ser el orador del aula al de instructor de estudiantes que aprenden a través de la tecnología” (p. 20,21). La primera parte Nuevas escuelas para una nueva sociedad el autor se pregunta ¿Qué tipo de sistema se necesitará para preparar a las personas a vivir en una sociedad de la información? El autor expresa que tanto los jóvenes como los trabajadores utilizan el transporte para realizar sus actividades con un alto costo en la contaminación de la atmosfera produciendo el cambio climático. Se necesita un sistema educativo que se base en las telecomunicaciones y no en el transporte. Para asistir a una clase hay que viajar hasta el aula. La educación precisa una alternativa. Creo que, la educación ya tiene una alternativa que se ha convertido en una modalidad de enseñanza “Educación a distancia” como decía Villaaseca Requelme (1999) los atributos de un entorno virtual de aprendizaje son su independencia del tiempo y espacio además de constituirse en un medio de comunicación interactiva de múltiples emisores (Harasim,1990). Pienso que, el autor de la obra quiere decirnos que tal idea se llegara a trascender a todo nivel incluyendo la educación formal. Confieso que durante la lectura de este capítulo me surgieron sonrisas pues sus páginas encierran entretenidas notas de ficción futurista, lo que permite un paréntesis para el lector. La segunda parte de este capítulo: “Televirtualidad” nos habla de que cada vez más se está empleando las videoconferencias haciendo posible que los profesores y alumnos se reúnan. El resto de las secciones de este capítulo se centra en describir la tecnología VR del Dr. Navuyoshi Terashima, presidente de Advanced Systems Laboratories Telecomunicaciones Research (ATR): “Una persona se sienta ante una pantalla y se coloca unas gafas y guante. Esto hace posible que interaccione en una habitación virtual con otra persona que está sentada delante de una pantalla en otro lugar con el mismo equipo […] se ven unos a otros, la imagen es tridimensional y sus rostros se mueven al hablar […] no hay ningún motivo técnico por el que no se puede usar este sistema virtual para una clase virtual” (pag.30). El Autor termina este capítulo invitándonos a la “búsqueda” de nuevos paradigmas educativos mencionando las experiencias y teorías de Kuhn, Averch y Chomsky. Y mostrándonos la “visión” de lo que puede llegar a ser la escuela, el estudiante asiste a la escuela virtual desde su casa, esto facilitaría horarios más flexibles, no habría restricciones físicas, como el tamaño y número de alumnos o la distancia de la escuela respecto abierta las veinticuatro horas. El autor, si bien, se pregunta y pone de manifiesto ¿Cuáles son las consecuencias sociales, económicas, políticas y psicológicas si la clase virtual llega a ser la forma dominante de instrucción? No llega en absoluto a contestarlo, lo que limita su campo de estudio. El segundo capítulo “Educación es Comunicación” se caracteriza por analizar la naturaleza y funcionamiento de estos conceptos, empieza mencionando la teoría de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) como base para completar la educación como comunicación. “La ZDP es la diferencia entre lo que una persona puede hacer por sí misma y lo que podría hacer con la ayuda de personas más experimentadas que ella” (Vigotsky 1978, pág.86-87). El profesor Tiffin y su colaboradora enfatizan que lo que no tomo en cuenta Vigotsky en la era pre informática en la que vivió era de que la mano que ayudara al aprendiz no tenía por qué ser humana , así como el problema que se le plantea al alumno no necesariamente tiene que estar en el pizarrón. Si bien, es importante la contribución que hace a la teoría constructivista no toma en cuenta sus otros postulados: El aprendizaje incluye, al menos, dos tipos distintos de representaciones. Por un lado, representaciones sobre el significado del contenido a aprender. Y por otro, representaciones sobre el sentido que tiene para él aprender ese contenido, premisas de otros autores Ausubel-Novak-Hanesian (1983). La interacción de los factores: aprendiz, profesor, conocimiento y problema constituye el proceso fundamental de comunicación que es la educación y que las redes que cumplen la función de trasmisión, almacenamiento y procesamiento pueden aplicarse en la educación del aula y podría proporcionar la base a partir de la cual diseñar una red para una clase virtual en el futuro. Nótese que el Autor utiliza las bases y principios teóricas de la comunicación para plantear su tesis “en busca de la clase virtual”. Reconoce que el modelo Shannon fue muy simplista al pensar que la comunicación era unidireccional entre dos nodos: fuente y destino, así como se creía en el modelo pedagógico conductista un profesor y un alumno como fuente y destino en la trasmisión de conocimiento. Por el contrario el escritor se apoya en el principio de comunicación como un complejo (Waldrop, 1992). Es aquí donde incorpora el concepto de red y sus niveles. El lector se encontrara con títulos como “Las eras de la educación”, “El hogar como sistema de comunicación para la educación”, “Las aulas en la educación terciaria”, “El control en el aula” y “Las aulas como integradoras de la educación” componentes del capítulo tres que lleva por título “En una clase en sí”. Desde el punto de vista personal, esta es una parte entretenida del libro porque nos clarifica de qué manera hoy funciona el aula como sistema de comunicación, realizando un análisis minucioso de los patrones de comunicación en el aula, así como de los elementos que componen. “No necesitamos educación”, aludiendo a “Pink Floy ” (Another Brinck in the Wall del álbum The Wall, 1979), abre el siguiente capítulo mostrándonos los principales problemas que enfrenta la escuela hoy. “Ya no es suficiente con que las personas aprendan a leer, escribir y contar. El crecimiento de la industria del conocimiento ha producido una demanda de nuevas habilidades” (Drucker, 1986; Coombs, 1985). El aprendizaje está limitado por un conjunto de restricciones de tipo temporal derivada de los procesos administrativos y burocráticos, en cierta manera los autores tienen razón; esto me recuerda como los profesores son interrumpidos en sus clases por la campana precisamente en su mejor momento. John Tiffin y Lalita Rajasingham nos dice que, existe un fracaso de adaptación. “¿Que hay que hacer con el sistema instructivo para hacerlo encajar en una sociedad de la información, cuando nosotros apenas sabemos lo que es una sociedad de la información?” (pág.111). Esto nos provoca una profunda reflexión sobre todo a los educadores. ¿Estamos preparados para enseñar o aprender en lo que se viene la nueva sociedad de la información y la comunicación?, Yo interpreto, el mensaje relacionando con las etapas de Dwyer (1994) para integrar plenamente a la tecnología, el educador tiene que pasar por cuatro fases: entrada, adopción, adaptación y innovación en las cuales podemos ubicarnos según nuestra experiencia y contextos. Caminos hacia la clase virtual (cap. 5) nos traslada a recordar los tres movimientos más importantes que se produjeron en el camino hacia una forma mejor de aprendizaje, desde la educación por correspondencia, televisión educativa, hasta llegar a los ordenadores aplicados al aprendizaje. A diferencia de la videoconferencia que se utiliza para observar a las personas que hablan, se ven unos a otros, la conferencia audiográfica todos ven la misma imagen las imágenes que se ven tienden a referirse al tema que se enseña (cap. 6). Es decir proporciona una clase virtual en las que todos se pueden oír y hablar entre sí, verse y usar un panel en blanco. No esta tan lejos, la mirada de los que escriben esta publicación cuando se refieren a que “Nos estamos aproximando con rapidez a un momento en el que ser estudiante implique tener algún tipo de ordenadores personal” (pág. 153), podemos ver hoy y he tenido la oportunidad de asistir a una clase de Educación y Comunicación dirigida por Orrieta Geeregat en la que muchos estudiantes utilizan estos Notebook en lugar de los cuadernos en la sala de clases, y las tareas se envían por correo electrónico con sus respectiva feedback. Los ordenadores serán los sistemas de comunicación para el aprendizaje del mañana, en Realidad Virtual (cap. 7), el autor nos transporta a imaginarnos incluso lo que sería el nuevo uniforme escolar del futuro, adaptando las ideas del traje espacial de Drexler. Este capítulo finaliza con Telepresencia en realidades Virtuales. Un prototipo actual desarrollando por investigadores “permite a una persona sentarse a una mesa delante de una pantalla curva, ponerse unos guantes y gafas […] estrecharle la mano e interactuar […] es como hablarle con una versión animada de cerca de otra persona” (pág.175). La Clase Virtual (cap.8), presenta al leyente algunas de las formas que podían adoptar las clases virtuales en el futuro próximo y lejano. El autoaprendizaje, el aprendizaje con profesores virtuales y la gran institución. Algo que encontrara el lector como constante en este libro será las frecuentes preguntas que se hace el autor como este: El penúltimo capítulo termina exponiendo el rol que jugaran los nuevos profesores en esta nueva era informática, lo cierto es que reconoce que los primeros en entrar en esta dinámica serán la educación a distancia. En efecto, por ejemplo el correo electrónico que se usa y se adapta en cursos a distancia tal como nos advertía Laurillard (1993) y que es un canal de comunicaciones la cual es posible desarrollar itinerarios pedagógicos “Cuando la tecnología en si sea lo suficiente poderosa para hacer que las ilusiones sean cada vez más realistas […] será más honda la necesidad de seguir cuestionando la realidad” (Rheingold, 1993. pág. 229). (cap. 10). De esta manera empieza el último capítulo de la obra del profesor Tiffin y nos recuerda que las personas gran parte del tiempo cotidiano vivimos en una realidad virtual que cada vez se está incrementando. Ciertamente comparto con las palabras del autor, pasamos gran parte entre tres y cuatro horas pegados a la televisión, otras veces leyendo periódicos, revistas, escuchando radio, hablando de cosas que no están presentes. En estas páginas nos recuerda lo predestinado por McLuhan (1964) los medios de comunicación afectaran nuestra manera de percibir el mundo y la realidad. Interpretamos la realidad a partir del referente a nuestras realidades virtuales las cuales están restringidas por los medios en los que se genera. Es interesante el análisis que nos presenta en esta parte cuando nos habla de la distinción de medios “fríos” y “calientes” ubicando a la realidad virtual dentro de los medios calientes a igual que la televisión cuyo efecto era distorsionar la percepción de la realidad. Así como la televisión nos dice lo que tenemos que consumir. El autor se pregunta: “¿Qué producirá la utilización compulsiva de la realidad virtual en la percepción del mundo? ¿Qué aremos cuando la utilicemos no solo para el entretenimiento o la información, sino para el aprendizaje? (pag.215). Entre las fortalezas que tiene el texto publicado es el aporte que realiza a los oyentes vinculados a la educación, la confrontación que nos hace cuando habla de que los profesores no estamos lo suficientemente adaptados y preparados para enseñar en esta nueva sociedad de la información y en este nuevo paradigma de las comunicaciones. Así también valoro el análisis profundo que hace sobre la naturaleza de la educación como sistema de comunicación y la crítica que hace al modelo de Shannon base o inspiración que repercutió en la pedagogía conductista por largo tiempo, y nos refresca lo que será los nuevos patrones de comunicación a partir de su análisis del modelo comunicativo circular de Osgood y Schramm. En cuanto a la estructura de los contenidos con frecuencia es repetitivo en distintos capítulos, el mismo que provoca por instantes cansancio en la lectura. El autor si bien nos habla en muchas ocasiones del nuevo paradigma educativo, no refleja ese mismo mensaje en el lenguaje empleado de su obra ya que frecuentemente usa el término “instrucción” (pág. 42), en varios de sus capítulos en lugar de enseñanza o educación característico del antiguo paradigma y modelo conductista, en la que era muy frecuente su uso, así lo señala Gmurman y Korolev (1978) en su libro Fundamentos generales de la pedagogía, y nos decía que era una falsedad considerar como una misma cosa los términos “instrucción” “enseñanza” “educación”. A modo personal, en líneas generales sugiero la lectura de esta obra, estoy seguro que enriquecerá los conocimientos de los lectores. |
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