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Enfermería Comunitaria


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2013  •  8.965 Palabras (36 Páginas)  •  243 Visitas

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SER HUMANO

desde el punto de vista biológico, una especie animal cuya denominación científica es Homo sapiens (de llatín «homo», «hombre», y «sapiens», «sabio»). Pertenecen a la familia Hominidae (homínidos).

El nombre científico, es el asignado por el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778) en 1758,5 alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa «sabio» o «capaz de conocer», y se refiere a la consideración del ser humano como «animal racional», al contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta especie y es importante también en otros primates.

La persona humana es un subsistente en el orden del espíritu, tiene una profunda anterioridad, es auto consiente, libre y puede auto determinarse, goza de una corporalidad, posee como dimensiones que lo caracterizan la coexistencia, la alteridad y la comunicabilidad, y su dimensión trascendente la libertad como elemento fundamental y la dignidad como valor absoluto del ser humano. El ser humano es un ser social por naturaleza, trascendente e irrepetible, se diferencia de los animales por su inteligencia y razón, los animales tienen reacciones instintivas que los obligan a hacer ciertas cosas y les impide hacer otras.

Los seres humanos por el contrario vivimos conformes a reglas y normas. El hombre en su devenir no ha dejado de inventar cosas nuevas. Los seres humanos tenemos razón además de instintos, el hombre es el único ser que posee la palabra, posee el sentido de lo bueno y lo malo y es capaz de participar en comunidad, como decía Aristóteles “El hombre es un animal político”.

NATURALEZA HUMANA

El ser humano es libre, tiene conciencia de su grandeza y de sus limitaciones y lucha por cada vez vivir más y mejor. Las ciencias humanas han constituido un avance en la medida que estudian al ser humano en sociedad

Una de las características de los seres vivos es la tendencia a crecer y desarrollarse hasta alcanzar su fin y perfección. Eso coincide con la idea de bien: el bien es aquello que es conveniente para cada cosa porque la lleva a su plenitud. El bien tiene carácter de fin, significa perfección.

La naturaleza del hombre es precisamente la condición del despliegue hacia su bien final, que constituye su perfección. La naturaleza está en el punto de partida, pero a la vez es la causa del dinamismo biográfico. Si el hombre busca la perfección, si en él hay un anhelo, una inquietud de ser más, es precisamente porque por naturaleza está hecho para ese crecimiento. Por eso, en el mundo clásico, a la naturaleza se la ha llamado también principio de operaciones. De este modo, la naturaleza de todos los seres, y especialmente del hombre, tiene carácter final, teleológico.

Desde el racionalismo y el vitalismo se interpreta que la "teleología" es algo extraño a las cosas, impuesto, violentándolas. Mas no es así. En los seres hay una teleología para el despliegue y desarrollo de las propias tendencias hasta perfeccionarlas. La teleología de un ser es su dirección hacia la plenitud de la que es capaz. Parte del hecho de que existe un orden en el universo.

Ese orden es un orden dinámico. Esto es especialmente claro en el caso de los seres vivos: su plenitud se alcanza con el crecimiento. El orden significa armonía y belleza, plenitud y perfección de las cosas. Por eso se puede decir que lo más importante en el hombre y en general en los seres naturales son los fines, es decir, aquellos objetivos hacia los cuales tienden y se inclina. El hombre, por naturaleza, ha nacido para lo excelente. Y eso no está dado en el punto de partida más que como inclinación natural. Dar cuenta de esa inclinación es una tarea de la cual cada uno es, en último extremo, el responsable.

Dificultades del concepto de Naturaleza Humana

Para entender correctamente qué es el hombre y qué es la naturaleza humana es importante evitar, de nuevo, la tentación del dualismo. Sería dualismo, en efecto, pensar que en el hombre hay una naturaleza abstracta, intemporal, estática y dada, cuando resulta que somos seres concretos, históricos, en unas determinadas circunstancias que continuamente están en variación.

Pero también sería parcial el modelo historicista o relativista, según el cual el hombre varía en cada época, cada cultura, etc. No habría una naturaleza humana, sino diversidad de seres humanos en relación a los cuales los bienes del hombre, los fines, la moralidad, etc., variarían, no siendo ningún sistema mejor o peor que su contrario.

Los fines de la Naturaleza Humana

¿Qué es lo natural en el hombre? Lo que le es propio, el desarrollo de sus capacidades. Ese desarrollo se dirige a conseguir lo que es objeto de esas facultades. Lo natural y propio del hombre es alcanzar su fin. Y el fin del hombre es perfeccionar al máximo sus capacidades, en especial las superiores (inteligencia y voluntad, alcanzando la verdad y el bien). La inteligencia busca el conocimiento de la realidad. Cuando lo logra, alcanza la verdad, que es el bien propio de la inteligencia: abrirse a lo real. Y de este modo, querer lo verdaderamente bueno es ejercer la voluntad perfeccionándola.

Lo natural en el hombre, como en todos los demás seres es algo hacia lo cual nos dirigimos. Este fin no se puede entender de un modo cronológico (pues, en ese caso, sólo tendrían verdadera naturaleza humana los hombres que alcanzaran una determinada perfección y edad; los niños, fetos, ancianos, enfermos mentales, etc., o no habrían alcanzado esa naturaleza o la habrían perdido). No se dice fin en sentido cronológico sino de un modo más hondo radical: el fin del hombre es la verdad y el bien porque, de hecho, ya desde el inicio de su existencia (y desde que empieza a ejercer operaciones de un modo más visible) anhela alcanzar la verdad y lograr el bien, y por eso mismo se mueve hacia ellos desarrollando su historia personal. Es decir, por naturaleza se posee desde el principio el fin que a la vez (históricamente, o por razón) estructura la tensión

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