Ensayo Bioetica Principialista
Enviado por draangy25 • 8 de Abril de 2015 • 1.926 Palabras (8 Páginas) • 533 Visitas
La bioética principialista es uno de los métodos más usados por parte del comité de ética para la toma de decisiones en los casos medico legales, se basa en cuatro principios esenciales: No maleficencia, Beneficencia, Autonomía y Justicia.
Dentro de los antecedentes principales de esta corriente es el de la National Commission for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research de Estados Unidos de América, el cual inicio en 1974 y culmino con la publicación del Informe Belmont el 18 de abril de 1979, el cual abordaba las cuestiones éticas indispensables para tomar en cuenta en la investigación de seres humanos.
Este documento contempla tres principios: Respeto por las personas, Beneficencia y el de Justicia.
El principio de Justicia tratar a cada individuo como corresponda y debe de ser, con el fin de disminuir la desigualdad de cualquier índole. En nuestra sociedad actual en México, en el ámbito sanitario y de salud la igualdad entre todos los seres humanos aun no es tangible, ya que no todos contamos con las mismos accesos a la atención medica, prevención y educación para la salud, los sistemas pretenden que todos sean menos desiguales buscando estrategias como los sistemas de salud en áreas de difícil acceso, instituciones públicas como secretaria de salud y más recientemente la universalización de los servicios de salud la cual no se llevara a cabo este año como lo planeado.
Este principio podríamos visualizarlo en dos vertientes: un principio formal el cual establece el hecho de tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales, con esto podríamos establecer que independientemente los recursos materiales con los que contemos el trato al paciente deberá individualizado según las necesidades propias y el principio material en el cual ya se incluyen los recursos con los que contamos y su distribución según las necesidades de caso en particular.
Para evitar arbitrariedades, es indispensable evaluar las necesidades y características de cada paciente para determinar el tratamiento que se va a dar a cada uno de ellos, ya que los pacientes esperan y confían en que el médico dará y hará todo en beneficio de su salud.
La relación médico-paciente es algo primordial en el ámbito de la salud, podríamos transpolar lo a los principios de beneficencia y autonomía, ya que en muchas ocasiones estos dos entran en conflicto y es ahí cuando el principio de justicia juega un papel primordial como mediador de estos y respecto a las políticas y normativas sanitarias se basan en el principio de justicia, tomando en cuenta que a mayor justicia mayor será la igualdad de oportunidades brindadas a los pacientes.
El principio de Autonomía deja implícito el derecho de la libertad personal. Esto quiere decir que las decisiones, criterios, valores y preferencias del paciente tienen prioridad en la pauta a seguir de la atención médica, en virtud de su dignidad como ser humano, sin influencia de presión interna o externa.
La máxima expresión de este principio es el consentimiento informado, ya que constituye un derecho esencial del paciente y un deber para el médico. Esto permite una relación más equitativa entre el médico y el paciente.
Aunque se pretende que la relación médico-paciente sea equitativa, bidireccional y simétrica, no se ha podido cumplir del todo ya que el paciente secundario a su padecimiento, es vulnerable, y su estado lo coloca en posición de inferioridad o desventaja frente al profesional de la salud. Es por esto que la relación no es equitativa y simétrica.
Para que una persona sea considerada autónoma, tiene que tener ciertas capacidades:
1. Capacidad de entender la información relevante.
2. Comprender las consecuencias de sus decisiones.
3. Razonar la información que se le trasmite y sus valores.
4. Comunicar la decisión tomada.
5. Tomar la decisión sin ser forzado o por terceras personas.
La mejor garantía para respetar el principio de la autonomía, sin duda alguna es la medicina centrada en el paciente y esto implica brindar la información relevante, veraz y personalizada, con lenguaje comprensible, escuchar al paciente, lograr la empatía, tomando en cuenta su medio, entorno familiar, respetando las preferencias del paciente y la confidencialidad.
Principio de Beneficencia y No Maleficencia toma su base con Hipócrates varios siglos atrás con la proposición primero no hacer daño, que consiste en ver por los beneficios del paciente en práctica médica.
Es obligación ética y morar del médico y personal de la salud buscar el bien del paciente.
El principio de Beneficencia tiene su origen con el Informe de Belmont que describe como no hacer daño, aumentar al máximo los beneficios y disminuir los daños posibles. Este principio se basa en la exigencia de que las acciones médicas deben realizarse en pro de la salud, y evitar los daños además de prevenirlos.
Beauchamp y Childres pioneros del desarrollo de la bioética principialista, establecieron una corrección a la enunciación que hacía el Informe Belmont, puesto que las acciones no simplemente se deben de limitar a las acciones beneficiosas para el paciente, sino también a las obligaciones de evitar los posibles daños, es decir el principio de no maleficencia.
Hicieron énfasis en no confundir el principio de beneficencia con la idea común de la beneficencia. Es decir no solo se trata de realizar buenas acciones, sino el procurar siempre las buenas acciones en pro de la salud y la prevención del paciente.
En el beneficio del paciente predomina una práctica paternalista en el ámbito de la salud, derivada por una parte de las ideas, mitos y cultura del ser humano vigente incluso en esos momentos, por la influencia antigua en las que la profesión médica era, sobre todo, un arte y el medico fungía el papel del cuidador de la comunidad.
Sin embargo actualmente se reconoce la necesidad de respetar las decisiones del paciente en lo que concierne a su salud, y se entiende que el médico debe jugar un papel de experto que simplemente
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