Ensayo de Cazadores de microbios.

UNIVERSIDAD DE SONORA[pic 1][pic 2]

Unidad Centro

DIVISIÓN DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

Lic. en Biología

Animales I

Ensayo de “Los cazadores de microbios

Alumno: Víctor Andreé De la Torre Velázquez

28 de febrero de 2017

Introducción

¿Qué son y por qué existen los microbios? Ya hace siglos que se descubrió la existencia de los microbios en el planeta tierra, hecho que fue muy complicado de hacer creer a la sociedad y sobre todo a las personas que hacían ciencia en los tiempos en que no se creía en la existencia de un microorganismo.

Hoy en día es muy común hablar sobre los microorganismos; los estudios que la ciencia nos ha brindado han permitido que estos pequeños seres puedan utilizarse para el beneficio propio del humano y para el beneficio de otros organismos como muchas plantas terrestres y/o acuáticas. En la actualidad los microorganismos son muy utilizados en las industrias para generar productos que posteriormente son vendidos y distribuidos en los mercados de tal manera que las personas puedan consumir estos productos. La elaboración de vinos, cervezas y lácteos son un claro ejemplo de que los microorganismos juegan un papel fundamental en la economía, ya que sin estos mismos los productos mencionados no podrían ser elaborados.

Sin embargo, los microorganismos no solamente juegan un papel muy importante en el ámbito económico, sino que también lo juegan en otras áreas indispensables para la vida del humano. El área de las ciencias de la salud ha avanzado suficientemente gracias a los estudios que se han hecho sobre los microorganismos. Hoy en día la medicina utiliza fármacos para combatir infecciones fuertes que son provocadas por microorganismos, unos más patógenos que otros. Gracias a las ciencias biológicas se han podido desarrollar técnicas para poder utilizar a los microorganismos como beneficio a la salud, tal es el caso de las bacterias que se utilizan para la producción de insulina en personas con diabetes. El mundo está lleno de millones de microorganismos benéficos para el hombre, sin embargo también existen varios que son patógenos y afectan severamente a la salud.

Por otra parte, no siempre se ha reconocido la existencia de los microbios. En el transcurso de la historia se pensaba que la vida se originaba de manera espontánea, es decir, que la vida se originaba a partir de la materia inerte. Esta creencia permaneció por más de 18 siglos hasta que grandes investigadores como Leeuwenhoek, Spallanzani, Pasteur, entre otros, empezaron a experimentar y a descubrir la presencia de los microorganismos para poner fin a la teoría errónea de la generación espontánea. Gracias a estas personas, hoy reconocemos que vivimos rodeados de microbios; sabemos que hoy en día los microbios están presentes todos los días de nuestras vidas: se encuentran en el hogar, en la escuela, en la calle, en las tiendas, en los restaurantes, en el suelo, en el aire y en cualquier otro lugar o pedazo de materia existente en este mundo. Sin embargo, la ciencia todavía sigue avanzando para cada vez poder conocer más acerca de estos pequeños organismos y usarlos para beneficio propio.

Planteamiento de la hipótesis

Los microorganismos son organismos pequeños que se encuentran distribuidos en todo el planeta tierra y pueden realizar diversas funciones metabólicas como otros organismos. Estos microorganismos, a pesar de no ser visibles para el ojo humano son los responsables de varias enfermedades que presenta el hombre que incluso puede causarle la muerte. Sin embargo, no todos los microorganismos son patógenos y estos pueden ser utilizados para el beneficio propio del ser humano y el beneficio de otros organismos presentes en la tierra.

Objetivo

 Demostrar cómo varios personajes históricos de la ciencia pudieron  probar la existencia de microorganismos a partir de los experimentos que ellos mismos realizaban, así terminando con la teoría de la generación espontánea y descubriendo varias funciones que los microorganismos tienen que ver con la vida del ser humano.

Desarrollo del tema

Desde hace muchísimos años atrás se desconocía totalmente que los microorganismos habitaban en el planeta tierra, ni si quiera se sabía que era un microorganismos. Antes se ignoraba de gran forma las funciones que estos tienen en el ambiente y las acciones que estos diminutos seres realizaban eran atribuidas a un Ser supremo, es decir a un Dios. Las enfermedades que mataban a la gente se consideraban en ese entonces un castigo o una acción de Dios a las personas.

Aristóteles, uno de los filósofos y científicos más conocidos de toda la historia del hombre propuso la famosa teoría de la generación espontánea, que consistía en que los animales podían surgir de la materia que no estaba viva. Esto se refutaba en que al dejar expuesto un pedazo de carne por cierto tiempo iban a aparecer moscas y/o gusanos sobre este. Esta teoría se mantuvo firme por muchos siglos, haciendo a la gente caer grandemente en la ignorancia por bastante tiempo.

Sin embargo, a partir de 1632 nació un hombre que fue el que inició un cambio muy importante en la historia del hombre. Ese hombre fue Antoni van Leeuwenhoek, el primer hombre que fue capaz de poder observar a los microorganismos. Lo impresionante de este personaje holandés es que era un simple conserje que empezó a tallar lentes y a desarrollar una obsesión por los lentes, tanto que Leeuwenhoek fabricaba sus propios lentes en su hogar.  Era tanta la pasión que Leeuwenhoek tenía con los lentes que este mismo observaba las estructuras de varios insectos y de varias estructuras que se encontraba.

De modo similar, un día Leeuwenhoek agarró una gota de lluvia de un día lluvioso como cualquier otro. Fue aquí cuando esa gota la examinó en uno de sus lentes fabricados por él mismo y descubrió la presencia de “bichitos”. Esos bichitos, ahora conocidos como microorganismos fueron tan sorprendentes para Leeuwenhoek que lo hicieron seguir experimentando con sus lentes para poder observar a estos animales. Leeuwenhoek se hizo miembro de la Royal Society por sus descubrimientos y siempre enviaba sus observaciones a estos. Leeuwenhoek también observó a los microorganismos presentes en los dientes, intestino de vacas y a los espermatozoides.

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