Enzima

Fue introducido en la década de los 70 por Bar-Akiva y otros autores 33, 34 como arma analítica para la determinación de la fracción «biológicamente activa» de micronutrientes. Como se indicó, consiste en determinar el nivel de un enzima que soporta en su estructura el elemento a evaluar, del que específicamente depende para la expresión de su actividad deduciendo el estado nutritivo de la planta en dicho elemento por comparación con una actividad considerada normal. De esta definición se desprenden varias características que el análisis enzimático debe contemplar.

En primer lugar, el elemento a analizar debe encontrarse estructuralmente ligado a la proteína enzimática, de forma que no haya pérdida del mismo durante la preparación de la muestra y en el propio análisis. Esto sólo lo cumplen los metaloenzimas, y no todos, no siendo válidos los complejos metal-proteína ni aquellos enzimas dependientes de grupos prostéticos metálicos debidamente ligados a la mitad proteica. En segundo lugar, el enzima debe ser activo sólo con el elemento en cuestión, es decir, que éste no pueda funcionalmente ser sustituido por ningún otro. Por lo antes visto, esta circunstancia no acostumbran a cumplirla los complejos metalproteína, y ni siquiera todos los metaloenzimas. Finalmente, deben conocerse los niveles normales de actividad del enzima seleccionado, en muchos aspectos fluctuantes por depender de una serie de factores: especie y variedad de la planta, edad de la misma, ontogenia de la hoja, junto a otros metodológicos que habrán de ser precisamente definidos. Así, pues, la estandardización del método habrá de ir precedida de un estudio sobre las variaciones de la actividad enzimática durante el ciclo evolutivo del vegetal, debiéndose precisar el tiempo del muestreo y la posición del material foliar recolectado. 35

Para obviar algunos de estos problemas se hace, frecuentemente, uso del fenómeno de «inducción enzimática».36 Si el nivel de un enzima es bajo, por deficiencia de un elemento integrante del mismo, se puede restituir al valor normal suministrando a la planta el elemento deficitario. Una doble determinación antes y después de su administración, definirá el nivel de la deficiencia. En la práctica no es concebible, por su lentitud, la administración radicular del elemento, aun cuando sea su vía normal de entrada, sino que éste se hace llegar a la intimidad celular por infiltración foliar, depositando sobre el limbo una gota de solución, seguido de un vacío moderado. El método ha de usarse con precaución, pues, con frecuencia, la inducción de la síntesis enzimática depende de factores ajenos a los puramente nutricionales. Así, la síntesis de algunos enzimas fotosintéticos sólo tiene lugar bajo iluminación, por depender de fotogenes.

Al análisis enzimático serán aplicables todos los principios básicos de la enzimología respecto

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