Es la protección, conservación y responsabilidad medioambiental una trampa en el sector empresarial frente a su competitividad

Ensayo de Verdes y Competitivos por Michael E. Porter y Claas van der Linde, Capitulo 4 “residuos sólidos y reciclaje” por Alejandro Boada y “Planeación estratégica en microindustrias: Claves de éxito para la competitividad y la productividad” por IDEA- UNAL

Es la protección, conservación y responsabilidad medioambiental una trampa en el sector empresarial frente a su competitividad.

Como se trata en el texto se comparten las ideas acerca del paradigma que se ha creado en el sector empresarial  que todo centrado en el desarrollo económico, frente al medioambiente y los recursos naturales, pese a ello se han centrado en la protección y conservación del medio ambiente que genera políticas que limitan el factor de desarrollo y productividad empresarial y esto genera unos costes mayores que se presentan a la hora de ofrecer el producto al consumidor, esto ha creado limitaciones a la hora de ser competitivo y por ende no se sabe si perder ese factor o ignorar el impacto medioambiental y el desgasto de los recursos naturales que se causa, pero de eso no se trata el ser competitivo de una manera  responsable con el medioambiente y los recursos naturales ni  el limitarse a la hora de aplicar las diferentes estrategias, planes o dinámicas encaminadas a ello, debido a la suposición estática que plantean algunos economistas según el modelo económico que se maneja hoy en día donde participar en la reducción de la problemática medio ambiental genera  costos en cambio de contrarrestarlos . La cuestión se centra en solventar ese paradigma y dar a conocer herramientas y soluciones  innovadoras y eficientes que no se centren en las dinámicas viejas que se intentan y que a la hora de aplicarlas reduzcan esos gastos y cree además un factor competitivo.

La ineficiencia de los recursos así se debe abordar la problemática medioambiental que genera el sector privado por el mal uso de sus recursos que le genera un coste por solventarlos, esto debería ser tomado como la oportunidad de un mejor  acercamiento a un ciclo cerrado de producción donde se utilice al 100 por ciento  los diferentes factores que influyen en la producción de un servicio o producto, siempre se ha centrado la gestión en las salidas del proceso y esa es la mirada que esta nos hace tomar ese mal camino hay que re orientarse y enfocarse en esa nueva mirada de la oportunidad para lograr tener ese completa eficiencia de los recursos y obtener ventajas competitivas traves de la eficiencia. Además de ello se debe permear la innovación como ya antes se había mencionado en dos partes; uno centrado en el aprovechamiento de la producción de los residuos y agentes contaminantes producto del desarrollo de la actividad económica re utilizándolos o volviéndolos aptos para un mercado, o bien puede ser re-innovación desde la raíz en busca de solventar el causante de esa afección medioambiental y así mejorar así el rendimiento de la productividad de los recursos que se han de utilizar.
Las empresas deberán solucionar esa disyuntiva entre el desarrollo de la competitividad frente al medio ambiente y deberá aprender de las limitaciones por la legislación como un empujón hacia la innovación y el verdadero aprovechamiento de los recursos, el camino hacia la eficacia, la integralidad de estos dos factores llevara a crear organismos privados  consientes, que se den cuenta de que no existen las limitaciones si no las oportunidades en cuanto se trata del medio ambiente y los recursos naturales, tan bien se debe ser muy consecuente con el desarrollo de la legislación para dar pie al desarrollo de ese tipo de soluciones donde todos puedan ganar,  los países y empresas  competitivas son aquellas que emplean los métodos y la tecnología  avanzados en el desarrollo de su actividad económica y no las que  son  productivas por reducir sus costos  que todo en la parte de energía, mano de obra y costo de material.

El reciclaje solución del tipo “final del tubo” pero un paso necesario.

“El reciclaje es una herramienta, no una cultura ni un concepto al cual  no se le debe devoción para salvar el planeta, este necesita un costo y un análisis ambiental cuidadoso para determinar su verdadero valor y sostenibilidad y además, es  usado para “calmar” a una sociedad o la empresa en su conciencia ambiental, mientras le genera sacrificios económicos e impactos ambientales no medidos en externalidades como el uso de mayor energía, perdida de tiempos inversiones, desgasto burocrático que hacen dudoso el uso de la herramienta sin un previo estudio y sin criterios claros, es un estado intermedio es transitorio y su promoción ciega, como iniciativa única, se convierte en una barrera de la evolución social hacia el ahorro y la eficiencia.” (BOADA, 2003, pág. 22) Desde que el sector empresarial alcanzo su bum en la revolución industrial  y la mega industria se empezó a desarrollar desmedidamente, la sobreproducción y la ineficiencia del aprovechamiento de los recursos ha sido inminente, y atraído consigo nada  que residuos, que solo han generado contaminación ambiental, así mismo el crecimiento de los residuos sólidos implica el uso de  tierras y la construcción de nuevas área para su disposición final, “incluso generan costos a futuro para evitar que en su proceso de descomposición afecten las aguas, los suelos, la atmósfera y la salud humana” (BOADA, 2003, pág. 3)

Lo que se plantea es como se ha venido desarrollando el reciclaje como herramienta para la solución o mitigación de la problemática de la generación de residuos sólidos, la evolución de esta herramienta se ha notado con el paso del tiempo e incluso se han creado mercados para su aprovechamiento pero en cierta medida esta es la solución que queremos tal y como lo plantea Boada “La falta de reflexión y de análisis hace que el activismo considere al reciclaje como la herramienta ambiental por excelencia. El reciclaje es una solución de “fin de tubo”, es decir, primero se causa el problema: el desecho, y luego gasto costosa materia y energía para resolverlo, además que no está exento de causar y mayores impactos ambientales. El reciclaje no es preventivo sino curativo, de allí la necesidad de que sea mirado como lo que es: una herramienta, que necesita de otras y de contextos específicos para contribuir realmente al Desarrollo Sostenible.” (BOADA, 2003, pág. 1).

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