Etapas En Eldesarrollo Del Niño
Enviado por karlaswift • 16 de Septiembre de 2014 • 2.407 Palabras (10 Páginas) • 148 Visitas
Resumen
Los recién nacidos tienden a usar el puño, los dedos, los pulgares, para estimular la zona erógena oral, para satisfacer los instintos de esa zona. También se sabe que al cabo de unos meses los bebes encuentran placer en jugar con muñecas, y las madres les ofrecen algún objeto, esperando que se aficionen a él .Existe una relación entre estos dos grupos de fenómenos, separados por un intervalo de tiempo.
Se introducen los términos , “objetos transicionales” y “fenómenos transicionales” para designar la zona intermedia de experiencia , entre el pulgar y el osito , entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto , el parloteo del bebe y la manera en que un niño mayor repite un repertorio de canciones mientras se prepara para dormir , se ubican en la zona intermedia , como fenómenos transicionales , junto con el uso que se hace de objetos que no forman parte del cuerpo del niño aunque todavía no se los reconozca del todo como pertenecientes a la realidad exterior.
De cada individuo que ha llegado a ser una unidad, con una membrana limitante, y un exterior y un interior, puede decirse que posee una realidad interna, un mundo interior; la tercera parte de la vida de un ser humano, es una zona intermedia de experiencia a la cual contribuyen la realidad interior y la vida exterior.
Es habitual la referencia a la “prueba de la realidad” , y se establece una clara distinción entre la apercepción y la percepción ; existe un estado intermedio entre la incapacidad del bebe para reconocer y aceptar la realidad , y su creciente capacidad para ello ; la sustancia de la ilusión es lo que se permite al niño y lo que en la vida adulta es inherente del arte y la religión , pero puede convertirse en el sello de locura , cuando un adulto exige que los demás acepten una ilusión que no les pertenece . El enfoque tiene que ver con la primera posesión, y con la zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se percibe en forma objetiva.
En el desarrollo de un niño aparece, una tendencia a entretejer en la trama personal objetos - distintos - que - yo. En el caso de algunos bebes, el pulgar se introduce en la boca mientras los demás dedos acarician el rostro mediante movimientos de pronación y supinación del antebrazo. La boca , entonces , se muestra activa en relación con el pulgar , pero con respecto a los dedos , los que acarician el labio superior o alguna otra parte , pueden o no llegar a ser más importantes que el pulgar introducido en la boca ; más aún , se puede encontrar esta actividad acariciadora por sí sola , sin la unión más directa de pulgar y boca ; o con un objeto exterior que se introduce o no , como ser un trozo de tela , lana ; o movimientos de masticación , acompañados por sonidos . Se puede suponer que estas experiencias funcionales van acompañadas por la formación de pensamientos o de fantasías; a todas estas se las denominan fenómenos transicionales. Puede surgir algo, o algún fenómeno, que llega a adquirir una importancia vital para él bebe en el momento de disponerse a dormir, y que es una
defensa contra la ansiedad, depresiva. Puede que el niño haya encontrado algún objeto blando, o de otra clase, y lo use, y entonces se convierte en lo que yo llamo objeto transicional, este objeto sigue siendo importante; los padres llegan a conocer su valor y lo llevan consigo cuando viajan; la madre permite que se ensucie y aun que tenga mal olor, pues sabe que si lo lava provoca una ruptura en la continuidad de la experiencia del bebe, que puede destruir la significación y el valor del objeto para este. La pauta de los fenómenos transicionales empieza a aparecer desde los cuatro a seis meses hasta los ocho a doce meses. Las pautas establecidas en la infancia pueden persistir en la niñez; la necesidad de un objeto o de una pauta, que comenzó a edad temprana, puede reaparecer más adelante, cuando se presente la amenaza de una privación. En la vida el niño adquiere poco a poco ositos, muñecas y juguetes duros; no existe una diferencia apreciable entre los varones y las niñas, en su uso de la primera posesión “no - yo”, que se denomina objeto transicional.
Cuando él bebe empieza a usar sonidos organizados, puede aparecer una palabra para nombrar al objeto transicional; por lo general contiene en parte una palabra empleada por los adultos; por ejemplo, la palabra puede ser “nada”, y la “n” proviene del empleo de la palabra “nene” por los adultos.
A veces no existe un objeto transicional aparte de la madre misma; o él bebe se siente tan perturbado en su desarrollo emocional, que no le resulta posible gozar del estado de transición, o bien se quiebra la secuencia de los objetos usados; este estado, sin embargo, puede mantenerse oculto.
Resumen de las cualidades especiales de la relación
Él bebe adquiere derechos sobre el objeto, y nosotros lo aceptamos. El objeto es acunado con afecto, y al mismo tiempo amado y mutilado con excitación. Nunca debe cambiar, a menos de que lo cambie el propio bebe. Debe parecerle que irradia calor, o que se mueve, o que posee cierta textura, o que hace algo que parece demostrar que posee una vitalidad o una realidad propias. Proviene de afuera desde nuestro punto de vista, pero no para él bebe; tampoco viene de adentro, no es una alucinación. Se permite que su destino sufra una descarga gradual, de modo que a lo largo de los años queda, no tanto olvidado como relegado al limbo; pierde significación, y ello porque los fenómenos transicionales se han vuelto difusos, se han extendido a todo el territorio intermedio entre la “realidad psíquica interna” y “el mundo exterior tal como lo perciben dos personas en común”, es decir, a todo el campo cultural.
Relación del objeto transicional con el simbolismo
Es cierto que un trozo de frazada (o lo que fuera) simboliza un objeto parcial, como el pecho materno. Pero lo que importa no es tanto su valor simbólico como su realidad. Cuando se emplea el simbolismo el niño ya distingue con claridad
entre la fantasía y los hechos, entre los objetos internos y los externos. El término de objeto transicional deja lugar para el proceso de adquisición de la capacidad para aceptar diferencias y semejanzas. Se puede usar una expresión que designe la raíz del simbolismo en el tiempo, que describa el viaje del niño desde lo subjetivo puro hasta la objetividad; es el objeto transicional lo que vemos de ese viaje de progreso hacia la experiencia.
Ilusión – desilusión
Un niño no tiene la menor posibilidad de pasar del principio del placer al de realidad, si no existe una madre lo bastante buena, es la que lleva a cabo la adaptación activa a las necesidades de este y que las disminuye poco a poco, según la creciente capacidad del niño
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