Etica y valores

PRESENTACIÓN:[pic 2]

Nombre de alumno: Leobardo Antonio Rivera Lazcano.

Carrera: Lic. En Gastronomía.

Materia: Ética y valores.

Maestro: Lic. Arturo Aguirre Gómez.

Tema: Ética, Moral, Valores, Educación y como se relacionan en la sociedad

Contenido

Ensayo de la unidad 2 y 3:

Unidad 2

2. Ética y ciencia

2.1 Ética, ciencia y ambiente. Reflexiones teóricas.

2.2 Ciencia y sociedad. Una mirada desde la ética.

2.3 Educación de la moral

Unidad 3

3. Educación de la moral

3.1 Educación y Valores.

3.2 Pedagogía de la ética. La alteridad.

3.3 La educación en la responsabilidad.

La ética, la moral, los valores, la educación se representa ante la sociedad, en la escuela y el trabajo como un conjunto de reglas y protocoles que debemos seguir a lo largo de nuestra vida cotidiana. Tomando en cuenta que las relaciones entre la ética y la ciencia no están exentas de contradicciones, polémicas y enfrentamientos.

De la misma manera en que la ciencia y los valores se ven ligados de un manera muy significativa ya que  esta misma influyen muchos factores en que los valores son los que predomina como por ejemplo en la medicina los doctores asen el juramento hipocrático lo cual uno de los fragmentos estipula que salvaras la vida del paciente aunque sea su enemigo, hacer todo por salvar las vidas humanas y no acabar con ellas por lo tanto no cabe la menor duda que los valores y sobre todo la ética esta presente en todo lo que tenga que ver con la ciencia ya que la ciencia y la tecnología esta o fueran creadas con  el afán de ayudar y no perjudicar al ser humano.

La ciencia y la técnica no son saberes neutrales, no es raro encontrar en los dibujos y en las películas de aventuras la imagen del científico chiflado, a veces al servicio de una buena causa y otras veces fijados en perjudicar a las demás personas tratando de dominar o mal influenciar a los demás.

La ciencia y la tecnología poseen un enorme potencial que puede ser utilizado para fines muy diferentes, desde la producción de alimentos hasta la curación como ya lo había mencionado, hasta la fabricación de sustancias altamente contaminantes y de armas de destrucción masiva. Las personas que se dedican a la investigación científica y técnica se ven obligadas a ofrecer sus servicios a las grandes empresas multinacionales (poder económico) y a los estados (poder político). De este modo, la utilización que finalmente se haga de sus descubrimientos se les escapa de las manos la mayor parte de las veces. La investigación científica requiere una gran especialización y un vocabulario propio, de modo que puede darse cierto distanciamiento entre la sociedad y los profesionales de la ciencia. En resumen, la actividad científica no está por encima del bien y del mal, sino que, como cualquier otra actividad humana, tiene una dimensión ética indudable, tanto en lo que se refiere a sus posibles aplicaciones industriales y bélicas como en lo referido a la propia mentalidad social.

La ciencia en la sociedad y en la historia. La ciencia y la ética desde la Antigüedad La relación mantenida entre la ciencia y la ética ha cambiado. A nuestra mirada, ambas aparecen como unidas en los orígenes del pensamiento racional griego; y hoy resulta todavía difícil distinguir lo propiamente ético o filosófico de lo estrictamente científico (con independencia de su validez actual) en las obras de pensadores como Aristóteles.

Bueno ahora la educación y los varales son también muy importantes ya que en esta nos desenvolvemos cada quien con la ética que tiene cada carrera. El ser humano tiene una naturaleza indeterminada. Las personas no están programadas sino que se ven obligadas a decidir continuamente sobre cómo y hacia dónde quieren dirigir su vida. El origen de lo moral esta en la necesidad de decidir cómo se quiere vivir, a pesar de presiones sociales y los condicionamientos biológicos y culturales. Desde este convencimiento nuestro grupo de trabajo ha concebido la necesidad de indagar, analizar y presentar la siguiente monografía. El tema escogido es de palpitante actualidad, pues parte de la crisis que cómo país tercermundista padecemos es, precisamente, la falta de una práctica de valores, cuyas características de universalidad y homogeneidad persistente, redunden en una mejora en nuestra calidad de vida. La escuela, en ese sentido, juega un rol fundamental pues como agente reproductor y socializador de los valores presentes en la sociedad, se convierte en el espacio donde se puede empezar el cambio que tantas veces se ha pregonado pero que aún permanece como una utopía:

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