Eutanasia

Artículo publicado en la página editorial de El Tiempo (Cuenca) el domingo 03 de abril de 2005

Eutanasia

La muerte es una realidad para todas las criaturas. Los seres humanos, conscientes de nuestra existencia, tratamos y nos relacionamos con ella, casi siempre desde el temor y la reverencia por lo indescifrable de su naturaleza. Para la civilización humana y toda su compleja creación cultural, la muerte representa un referente forzoso y es uno de sus más poderosos estímulos de creación y desarrollo. La muerte es sentida, intuida y percibida por toda la humanidad, la misma que frente a tan clara y fatal evidencia, elabora una variada producción cultural, con la intención de comprenderla y explicarla de alguna manera, ya sea a través de teorías religiosas o filosóficas, así como de elaboraciones científicas.

Las explicaciones especulativas intentan descifrar el misterio de la existencia, desde la creencia, la fe y la argumentación, cumpliendo de esta forma con la profunda necesidad humana de generar preguntas y buscar respuestas. Desde el inicio de la vida nos preparamos para ella y también nos disponemos para la muerte. Las religiones nos hablan de aceptación y esperanza, considerando a la muerte una etapa más de la existencia. La ciencia nos posibilita la comprensión racional del funcionamiento de la vida, permitiendo un control cada vez mayor sobre ella.

Los últimos acontecimientos que la opinión mundial comenta, y que nos vienen desde la realidad de la muerte de Terri Schiavo y la trama de algunas realizaciones cinematográficas contemporáneas, como “Mar Adentro” y “Million Dollar Baby”, pueden ser analizados desde la perspectiva mencionada. La evidencia de nuestra muerte y la de nuestros seres queridos, hace que todos en un momento u otro de nuestras vidas, estemos frente a situaciones parecidas. ¿Debemos aceptar naturalmente la muerte o estamos obligados a mantenerla pese a circunstancias extremas de dolor y sufrimiento?

El diálogo que se ha generado sobre esta cuestión, tiene como punto central a la consideración misma de la vida y su relación con Dios. ¿Puede el ser humano decidir sobre la muerte? La eutanasia, “buena muerte”, “muerte piadosa” u “homicidio consentido”, plantea la aceptación de la posibilidad de la intervención humana en el proceso de vida, provocando la muerte de otra persona en circunstancias determinadas. Considero que la opinión personal frente a este tema, debe estar sustentada en una profunda interiorización individual, que permita la valoración de los fundamentales aportes del pensamiento religioso y filosófico.

Juan Morales Ordóñez

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